El PP gallego busca su r¨¦cord
Los populares intentan aportar m¨¢s votos que nunca para ganar fuerza ante Rajoy El 20-N, decisivo para despejar los liderazgos de PSdeG y BNG
La campa?a del PP es la crisis. Como en las municipales de mayo, cuando recuper¨® las ciudades de A Coru?a, Santiago y Ferrol, adem¨¢s de la Diputaci¨®n en esta provincia, y en las auton¨®micas de 2009, que sentaron a Feij¨®o en la Xunta. Por m¨¢s que el paro crezca en Galicia por encima de la media espa?ola, tal y como ratificaron esta semana la Encuesta de Poblaci¨®n Activa y los datos del INEM, la demoscopia apunta que la ciudadan¨ªa culpa al PSOE y a Zapatero, y a esa estrategia se entregar¨¢n los populares con su presidente a la cabeza hasta el 20 de noviembre.
El PP gallego lleva en campa?a desde el d¨ªa en que su lider tom¨® posesi¨®n en la Xunta. La teor¨ªa del enemigo exterior ¡ªZapatero se levanta cada ma?ana para amargar a Galicia¡ª la repite la derecha gallega en m¨ªtines, redes sociales e incluso en la televisi¨®n y la radio auton¨®micas. Sin variar la partitura, Feij¨®o participar¨¢ en cerca de 50 actos, unos tres o cuatro al d¨ªa y alguno m¨¢s los fines de semana, har¨¢ de anfitri¨®n para el presidente del PP en Euskadi, Antonio Basagoiti, del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallard¨®n, y del propio Rajoy, en cuyo auxilio acudir¨¢ a Andaluc¨ªa y Catalu?a.
La c¨²pula del partido da por hecha la mayor¨ªa absoluta, la llegada de un presidente amigo a La Moncloa y en los cen¨¢culos populares se barajan quinielas sobre ministrables y el peso que Galicia va a tener en el futuro Gobierno. Ni siquiera hubo gran lucha por un puesto en el Congreso de los Diputados, repiten los cabezas de lista de hace cuatro a?os sin que nadie haya levantado la voz para remedar las advertencias de Feij¨®o y Rueda de que las listas las hace Madrid. El objetivo, nada descabellado seg¨²n los que manejan los sondeos, es subir un diputado por provincia y tener 15 de los 23, un resultado in¨¦dito que supera incluso la ola de la mayor¨ªa absoluta en 2000. De puertas adentro, Feij¨®o tiene un reto adicional: competir con otros barones del partido, plagado ahora de mirlos blancos. Como si no las tuviera todas consigo, ayer, a 12 horas de la pegada de carteles, anunci¨® una subida de las pensiones no contributivas con cargo al presupuesto de la Xunta.
Para arrebatarle esos cuatro esca?os en discusi¨®n, el PSdeG se propone hablar solo de Galicia y preguntar a los distintos sectores en qu¨¦ ha mejorado su vida desde que el presidente se llama Feij¨®o. El secretario general, Pachi V¨¢zquez, sabe que tiene a los profesores y m¨¦dicos (los ¨²ltimos en convocar huelgas) contra la Xunta, lo cual no significa que est¨¦n de su lado. Y alude a los recortes sociales que los conservadores han aplicado en esta primera mitad de legislatura. Esa estrategia le perseguir¨¢ hasta el domingo electoral. En otro escenario, su liderazgo cosido a cicatrices (la ¨²ltima tras la guerra con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, a prop¨®sito de la candidatura de Carmela Silva) depender¨ªa del resultado del 20-N, pero la hecatombe que se vislumbra en Ferraz (en la sede gallega nadie cuenta con pasar de 125 diputados) matizar¨ªa mucho un hip¨®t¨¦tico retroceso del PSdeG.
Como sus hipot¨¦ticos rivales, los ministros de Fomento, Jos¨¦ Blanco, y Justicia, Francisco Caama?o, encabezan las listas de Lugo y A Coru?a, las responsabilidades de V¨¢zquez aparecer¨¢n muy diluidas, pase lo que pase, en el d¨ªa despu¨¦s. Cualquier decisi¨®n sobre la candidatura a la Xunta ¡ªen el PSdeG ha cuajado la idea de que Feijo¨® adelantar¨¢ los comicios gallegos¡ª depender¨¢ m¨¢s de lo que quiera hacer Blanco que de las urnas. La investigaci¨®n abierta en el Supremo a ra¨ªz de las acusaciones del empresario Dorribo puede lastrar las opciones del ministro.
Peor que trascendental, para el Bloque la cita es dram¨¢tica. Por su fragmentaci¨®n interna y porque necesita los ingresos por sus tres parlamentarios (dos en el Congreso y un senador) en Madrid para mantener en pie la organizaci¨®n en v¨ªsperas de unas auton¨®micas. Las encuestas, que mejoran, dicen que el diputado de Pontevedra est¨¢ en el aire y como con las cosas de comer no se juega, los nacionalistas se han lanzado a por los votos de izquierda, ahora que PSOE y PP compiten en recortes y CiU, sus antiguos socios, cierran hospitales en Catalu?a. En los m¨ªtines no habr¨¢ concesiones a estatutos de naci¨®n ni debate ensimismado sobre lo quieren ser. El sue?o de los a?os noventa, cuando el nacionalismo aprovech¨® otro descalabro socialista y se situ¨® como segunda fuerza tras Fraga, tiene trazas de utop¨ªa, si se consultan los sondeos. Su l¨ªder, Guillerme V¨¢zquez, mantiene el suspense sobre su futuro como portavoz nacional. Repite que votar Galicia es votar BNG y al igual que el otro V¨¢zquez asegura que pase lo que pase la v¨ªspera, el 21 de noviembre a Feijoo se le acabaron las excusas.
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