Gonz¨¢lez y Guerra introducen el fin de ETA en la campa?a electoral

Sab¨ªan que iban a ser pol¨ªticamente incorrectos. Quince a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo mitin juntos, Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra, expresidente y exvicepresidente del Gobierno, respectivamente, introdujeron ayer en campa?a, en un multitudinario mitin (m¨¢s de 20.000 personas) en Dos Hermanas (Sevilla), el fin de ETA. En su af¨¢n por ensalzar al candidato, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, exministro del Interior, ambos acusaron al PP de no estar muy satisfecho de que ETA comunicara el cese de la violencia nada m¨¢s empezar la campa?a. ¡°?La derecha no soporta que no hayan sido ellos los que han acabado con ETA!¡±, grit¨® Guerra. ¡°Quiz¨¢ Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar habr¨ªa podido decirle a sus amigos del MLNV ¡ª en alusi¨®n al ¡°Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco¡±, la forma en que Aznar se refiri¨® a ETA en 1999¡ª que esperaran un poquito, pero no han podido esperar porque Alfredo [P¨¦rez Rubalcaba] ten¨ªa a ETA acorralada. Ha sido Alfredo quien ha derrotado a ETA¡±, asegur¨® Guerra, quien tambi¨¦n se acord¨® del presidente Zapatero: ¡°Espero que Rajoy le pida perd¨®n por haberle acusado de traicionar a los muertos¡±.

Gonz¨¢lez sigui¨® los pasos de la intervenci¨®n de Guerra. ¡°Jam¨¢s se me hubiera ocurrido a m¨ª llamar a esos criminales MLNV, pero eso hicieron esos patriotas de hojalata y les ofrecieron di¨¢logo sin condiciones¡±, dijo. Acto seguido lanz¨® la siguiente insinuaci¨®n: ¡°?Ay, si hubieran [los populares] podido retrasar el anuncio un poquito! ?Y si lo hubieran intentado?¡±. Gonz¨¢lez dej¨® la pregunta en el aire, hizo una pausa un tanto teatral y sigui¨® con otro tema.

De no haber sido por la introducci¨®n del final de ETA, el de ayer habr¨ªa sido un mitin cl¨¢sico, a la manera de los multitudinarios actos del PSOE de los a?os noventa, en los que los m¨¢ximos l¨ªderes enardec¨ªan a los suyos con fuertes diatribas contra la derecha y exaltaci¨®n de los valores del socialismo, menciones a su fundador, Pablo Iglesias, incluidas. Esto es exactamente lo que quer¨ªa repetir el candidato Rubalcaba cuando decidi¨® que el gran acto de su campa?a fuera en el vel¨®dromo de Dos Hermanas, en Sevilla, y con Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra como teloneros.

La sangr¨ªa era una t¨¦cnica que empleaban los m¨¦dicos el siglo XIX Felipe Gonz¨¢lez

Tras escuchar sus intervenciones, Rubalcaba se confes¨® orgulloso de que ¡°dos insustituibles como Alfonso y Felipe¡± estuvieran con ¨¦l. ¡°Son insustituibles e insuperables porque insuperable es la hoja de servicios de sus Gobiernos y es importante que Alfonso y Felipe est¨¦n aqu¨ª para que millones de espa?oles recuerden c¨®mo le fue a Espa?a con ellos¡±, dijo.

De eso se trataba, de animar a los cientos de miles de indecisos situados en el espectro de la izquierda a que voten a los socialistas con mensajes como este: ¡°el Estado de bienestar tiene el nombre y los apellidos del PSOE¡±.

Nuestro enemigo es la abstenci¨®n Alfonso Guerra

Todos los oradores invocaron a la legi¨®n de desafectos que ahora tiene el partido, y llamaron a los militantes a no dejarse abatir por los desastrosos pron¨®sticos. Para esta ¨²ltima tarea, pensaron los socialistas, nada mejor que un mitin en Andaluc¨ªa, ¡°el coraz¨®n del PSOE¡±, repet¨ªan. Este sigue siendo el feudo de m¨¢s potencia de los socialistas, tanto en estructura organizativa como en votos, pese a que en este momento las encuestas apuntan a que el PP le habr¨ªa dado la vuelta a la tortilla.

Una escuela que no se cuida es irreversible, como un m¨¦dico al que no se trata bien Alfredo P¨¦rez Rubalcaba

Por eso, los discursos tanto de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, como de Guerra, Gonz¨¢lez y Rubalcaba ten¨ªan un tono de resistencia. Guerra hizo las delicias de la militancia, que no par¨® de aplaudirle durante su intervenci¨®n. ¡°Tenemos que empujar para poner en Espa?a a un l¨ªder como Alfredo P¨¦rez Rubalcaba que est¨¢ de pie, siempre trabajando, no a uno que est¨¢ tumbado y que quiere continuar la siesta, pero en La Moncloa¡±, dijo.

Quiero abaratar la contrataci¨®n, no los despidos. Gastar dinero p¨²blico, para que los empresarios sepan que si contratan j¨®venes se ahorrar¨¢n dinero Alfredo P¨¦rez Rubalcaba

Los argumentos, eso s¨ª, hab¨ªan cambiado respecto a las proclamas de 15 o 20 a?os atr¨¢s. ¡°Hoy, la mafia, esa organizaci¨®n criminal, est¨¢ en las agencias de calificaci¨®n, por lo que hay que poner en orden a los sectores econ¨®micos¡±, clam¨® Guerra. Gonz¨¢lez altern¨® los elementos emotivos y efectistas con una disertaci¨®n sobre la necesidad de aumentar la productividad y la competitividad para acabar con el paro y que sean los sindicatos quienes lleven esta bandera. El expresidente critic¨® las intenciones del PP de Rajoy: ¡°Quiz¨¢ no tienen ni siquiera programa oculto, sino que se mueven por instintos, y buenos no son¡±.

Poco le quedaba a Rubalcaba por decir y parece que poco le importaba. Se le vio contento por la catarata de elogios que recibi¨® de Gri?¨¢n, Gonz¨¢lez y Guerra. Cuando lleg¨® su turno, el candidato apel¨® a los andaluces a desmentir a las encuestas.