T¨² recortas m¨¢s

El bloque social del debate ha permitido ver a los candidatos enredados en cifras sobre los recortes en sanidad, educaci¨®n y pensiones sin que al espectador le quedara nada claro qu¨¦ va a ocurrir con el Estado del bienestar en los pr¨®ximos a?os.

Rubalcaba insisti¨® en pedir a Rajoy explicaciones de su programa oculto y se agarr¨® al ejemplo de Esperanza Aguirre en Madrid: recortes, privatizaciones. No pareci¨® Rajoy muy apurado y contraatac¨® con algunas cifras de los recortes de los presupuestos estatales en sanidad y educaci¨®n. Un recurso con trampa: sanidad y educaci¨®n est¨¢n transferidas a las autonom¨ªas, que son las que las tienen que financiar.

El favorito repiti¨® como un mantra una ¨²nica soluci¨®n: la creaci¨®n de empleo permitir¨¢ recaudar m¨¢s impuestos para sostener las prestaciones. Pero la sanidad y la educaci¨®n tienen que financiarse ahora, y tienen n¨®minas que pagar y los cajones llenos de facturas. Mientras la recuperaci¨®n del empleo m¨¢s vertiginosa posible llega¡­ ?de d¨®nde saldr¨ªa el dinero? Rajoy no lo dijo, pero tampoco se vio necesitado de precisar m¨¢s. Rubalcaba s¨ª fue m¨¢s concreto: que paguen m¨¢s los consumidores de tabaco y alcohol.

En el terreno educativo, Rajoy sugiri¨® una en¨¦sima ley sin aclarar mucho para qu¨¦: cit¨® la cultura del esfuerzo, m¨¢s ingl¨¦s, una FP que combine clases y empleo, y el refuerzo de la autoridad de los profesores (a los que Aguirre considera unos vagos, le record¨® bien Rubalcaba).

Rajoy agarr¨® una bandera inesperada: denuncia que en Espa?a aumenta la desigualdad entre ricos y pobres. Cit¨® unas encuestas de la Uni¨®n Europea que Rubalcaba no entr¨® a rebatir. M¨¢s c¨®modo estuvo el aspirante del PSOE al sacar el tema de los derechos civiles: muerte digna, matrimonio homosexual. Rajoy esquiv¨® el primer asunto, sobre el que ha sido m¨¢s que ambiguo, y repiti¨® sobre las bodas gais que ¨¦l solo se opone a que se llamen matrimonio, pero no a ninguno de sus derechos.

Faltaron muchos asuntos conflictivos (corrupci¨®n, indignados, independentismo), pero el asunto que se col¨® en la agenda con extra?o protagonismo fue la conciliaci¨®n entre familia y trabajo

El candidato del PP no dijo que vaya a modificar esa ley que tanto combatieron los suyos, y se escap¨® del debate sin decir ni palabra de la del aborto, asunto demasiado delicado en sus filas para que pueda abordarlo sin grandes presiones. Tampoco su contrincante quiso atacar por ah¨ª.

Faltaron muchos asuntos conflictivos (corrupci¨®n, indignados, independentismo), pero el asunto que se col¨® en la agenda con extra?o protagonismo fue la conciliaci¨®n entre familia y trabajo. Rubalcaba pregunt¨® (porque se empe?¨® m¨¢s en interrogar a su rival que en explicar sus ideas) a Rajoy qu¨¦ har¨ªa al respecto y le dej¨® en bandeja defender que no solo concilien ellas y la homologaci¨®n con los horarios de trabajo europeos, porque se puede ser m¨¢s productivo llegando a casa m¨¢s pronto. Apenas una menci¨®n sobre la pol¨ªtica contra la violencia de g¨¦nero, que Rajoy dijo haber apoyado; y nada sobre las cuotas por sexos en las empresas.

Si el objetivo de Rajoy, reserv¨®n, era mojarse poco y salir ileso, lo logr¨®. Que Rubalcaba logre meter el miedo en el electorado sobre la agenda oculta que nos espera si gana el PP parece hoy m¨¢s dif¨ªcil.