El libro gris de Mariano Rajoy
El candidato del PP relata en sus memorias sus pasadas haza?as y reitera las promesas de futuro
El cuadro de predicciones asociado a una inminente conquista del poder en las pr¨®ximas elecciones generales suele formar parte de subg¨¦nero autobiogr¨¢fico que los pol¨ªticos claramente favorecidos por los sondeos preelectorales suelen lanzar a los escaparates como piezas de refuerzo de la propaganda al uso. Mariano Rajoy se ha unido a esa costumbre con un t¨ªtulo de tono ¨ªntimo y sabor a Fukuyama ¡ªEn confianza. Mi vida y mi proyecto de cambio para Espa?a (Planeta, 1981)¡ª dedicado a sus partidarios y simpatizantes. No es el Libro Rojo de Mao ni el Libro verde de Gadafi pero cumple sus cometidos.
Nacido en Santiago de Compostela en 1955, Rajoy disfrut¨® de la infancia y la adolescencia protegidas de un medio conservador de juristas: si el abuelo conservador mon¨¢rquico form¨® parte del grupo de los promotores del moderado Estatuto de Autonom¨ªa de Galicia, el padre lleg¨® a ocupar la presidencia de la Audiencia de Pontevedra. Los destinos burocr¨¢ticos familiares le llevaron a educarse en un colegio de monjas leon¨¦s (donde tambi¨¦n calent¨® asiento el joven Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, nacido en Valladolid e hijo del decano del Colegio de Abogados de la capital), a licenciarse en Derecho y a ingresar a los 24 a?os en el buen remunerado cuerpo de Registradores de la Propiedad, lugar seguro para emprender expediciones seguras y sin riesgo por el oc¨¦ano de la pol¨ªtica con derecho a regresar al mismo puerto.
Entre octubre de 1981 y septiembre de 1987 fue elegido diputado auton¨®mico de Alianza Popular, director general de Relaciones Institucionales de la Xunta de Galicia, concejal de Pontevedra, presidente de su Diputaci¨®n y vicepresidente de la Xunta. Retirado durante escaso tiempo de la actividad pol¨ªtico-administrativa a causa de una trapacer¨ªa de los socialistas gallegos contra Fraga, Rajoy reemprender¨ªa una brillante carrera pol¨ªtica dentro del PP renovado que le elevar¨ªa a la condici¨®n de miembro de la Comisi¨®n Ejecutiva Nacional y ¡ªtras la victoria electoral en 1996 de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar¡ª a ministro de Administraciones P¨²blicas, de Educaci¨®n y Cultura, de Vicepresidencia e Interior¡ª ¡°recuerdo que el Pacto por la Libertad y contra el Terrorismo se firm¨® el d¨ªa de la Inmaculada Concepci¨®n¡±¡ª. No siempre le sonri¨® la suerte: el episodio de Perejil fue una rid¨ªcula chapuza; el naufragio del Prestige una tragedia evitable; y la guerra de Irak una brutal tragedia. Derrotado como candidato del PP a la presidencia del Gobierno en 2004 y 2008 a manos del mismo mocoso que seguramente le hab¨ªa hecho una disimulada jugada personal en un partido de baloncesto en un colegio mayor, el 20-N tendr¨¢ una oportunidad de desquitarse.
En cualquier caso, ?por qu¨¦ el arriesgado salto a la pol¨ªtica de Rajoy sin m¨¢s red de sost¨¦n que el Registro de Santa Pola? La ret¨®rica del candidato asfixia hasta el ahogo, pero no convence demasiado: ¡°Volveremos a crear empleo, volveremos al crecimiento econ¨®mico, al optimismo y a la buena salud vital del pa¨ªs, a una presencia m¨¢s coherente y fortalecida en el mundo, a la garant¨ªa de nuestro futuro y el de nuestros hijos¡ Y me comprometo con un futuro solidario en pensiones, en la sanidad, frente a la enfermedad, la vejez, el desempleo y la pobreza o la marginaci¨®n social¡±. Pero el punto clave del programa de Rajoy es otro: ¡°Mi convicci¨®n es que el aborto es siempre un fracaso, no se trata de un derecho, y por ello ser¨¢n necesarias reformas legislativas en este terreno¡±.
No es de extra?ar que la inclinaci¨®n cuasi instintiva de Rajoy por la protecci¨®n vitalicia de los altos cuerpos del Estado y por los rangos de autoridad de la sociedad conservadora provinciana tuvieran su prolongaci¨®n en la llamada de la pol¨ªtica que la implosi¨®n del franquismo hac¨ªa a sus cachorros. Pero ahora disponemos todav¨ªa de menos datos acerca de la evoluci¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica de Rajoy ¡ªhecha de la fidelidad a Fraga y de las fobias que suele suscitar en las camarillas de Esperanza Aguirre y de la prensa conservadora¡ª. Rajoy suele citar una frase de su abuelo autonomista acerca de ¡°los discursos de chorro continuo¡± con poca sustancia. Pero el actual presidente del PP tambi¨¦n cree que los cazadores de leones huyen de sus sangrientos perseguidores no tanto para salvar la vida como para que estos se coman antes a quienes les preceden.
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