El ajuste m¨¢s duro est¨¢ por llegar

Los lemas electorales del partido que gobierne a partir de ahora se derretir¨¢n como el hielo al confrontarlos con los compromisos europeos. Tanto el PP como el PSOE prometen en sus programas acatar fielmente la senda de reducci¨®n del d¨¦ficit. Pero las cifras son aterradoras. Si el objetivo global de este a?o (6% del PIB) se cumpliera ¡ªuna ficci¨®n a la que ya ni el Gobierno se agarra¡ª, el ajuste adicional para 2012 se acercar¨ªa a los 18.000 millones de euros. Una cantidad que deja peque?o el mayor recorte de la democracia, anunciado por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero aquel aciago 12 de mayo de 2010. Entonces el sacrificio exigido fue de 15.000 millones en dos a?os y supuso la congelaci¨®n de las pensiones, el recorte de sueldos a los funcionarios y la desaparici¨®n de los 2.500 euros por hijo, entre otras medidas. Si la econom¨ªa crece con la lentitud que prev¨¦n los analistas, los gobernantes venideros tienen muchas posibilidades de reconquistar ese podio: el de aplicar el mayor recorte en democracia.

La situaci¨®n se agrava con la evidencia, cada vez mayor, de que las cifras de este a?o no se cumplir¨¢n. Eso engrosa el paquete de tareas pendientes para el ejercicio siguiente y aproxima los recortes a los 30.000 millones si el d¨¦ficit se desv¨ªa, por ejemplo, al 7%. Lo m¨¢s probable es que los incumplimientos recaigan en su mayor parte en las comunidades aut¨®nomas y, por tanto, sean estas Administraciones las que afronten esa herencia. En todo caso, los 18.000 millones de 2012 (equivalentes a la distancia que hay entre el d¨¦ficit del 6% del PIB pretendido este a?o y el 4,4% comprometido para el a?o pr¨®ximo) ser¨ªan competencia exclusiva de la Administraci¨®n Central.

?C¨®mo acometer ese brutal ajuste sin recortar pensiones (m¨¢s de un tercio del Presupuesto) y con casi otro tercio tasado (lo que suman el pago de intereses de la deuda, gran parte de las transferencias a comunidades y Ayuntamientos y el desempleo)? Todo ello con una econom¨ªa estancada que no augura una mejora relevante en los ingresos salvo que haya cambios fiscales bruscos. La respuesta que dan a este enigma los analistas consultados es rotunda: las cifras de d¨¦ficit no se cumplir¨¢n este a?o ni probablemente el que viene.

La lucha contra el fraude es eficaz pero no aporta resultados inmediatos

¡°Va a ser muy complicado. La propuesta de que Europa retrase un poco los objetivos tiene bastante l¨®gica porque los escenarios macroecon¨®micos no son hoy los mismos que cuando se plante¨® ese horizonte¡±, asegura el catedr¨¢tico Juan Jos¨¦ Rubio, que dirigi¨® el Instituto de Estudios Fiscales con el PP en el Gobierno. Incluso en octubre, cuando las perspectivas econ¨®micas no resultaban tan aciagas como ahora, la media de analistas consultados por Funcas, la fundaci¨®n de cajas de ahorros, preve¨ªan un desfase de medio punto sobre el d¨¦ficit de este a?o y tambi¨¦n del que viene.

Los dos grandes partidos ofrecen en sus programas algunas pistas de c¨®mo abordar esta ingente tarea. Pero probablemente haga falta mucho m¨¢s de lo que est¨¢ escrito para cumplirla. Mariano Rajoy, la persona con m¨¢s posibilidades de ocupar el sill¨®n de La Moncloa, seg¨²n todas las encuestas, manifiesta en ese documento: ¡°Cumpliremos la senda de consolidaci¨®n fiscal que marcan nuestros compromisos con los socios europeos¡±. Para ello acometer¨¢ una ¡°profunda reforma fiscal¡± que mejore el incentivo al trabajo, al ahorro y a la inversi¨®n (es decir, rebajas de impuestos) y una ¡°revisi¨®n generalizada del gasto¡± que mantenga ¡°los servicios p¨²blicos fundamentales¡±. Pese a todo, la llegada del momento electoral ha a?adido realismo al discurso de Rajoy, hasta el punto de reconocer, en una entrevista a este diario, que, salvo las pensiones, todo lo dem¨¢s es susceptible de recortarse.

Tanto el programa como las palabras de Rajoy sugieren que su herramienta para cuadrar las cuentas residir¨¢ en la reducci¨®n del gasto y que la mejora de ingresos vendr¨¢ casi exclusivamente por una reactivaci¨®n econ¨®mica que nadie vaticina. Y la fundamenta en un bien intangible: la mejora de la confianza.

Frente a esa postura, el programa socialista adopta la posici¨®n contraria. Tambi¨¦n este partido se dice ¡°comprometido plenamente con el cumplimiento del plan de consolidaci¨®n fiscal¡±. Pero ante el desplome de las arcas p¨²blicas, aboga por ¡°una revisi¨®n del sistema fiscal¡± que preserve el Estado de bienestar. Una subida a las rentas del capital en el IRPF, una revisi¨®n del impuesto de sociedades para eliminar deducciones, impuestos a la banca, a las grandes fortunas y a la contaminaci¨®n, as¨ª como una apuesta en la lucha contra el fraude, concretan ese prop¨®sito.

Ninguno de los dos grandes partidos aboga por la soluci¨®n que proponen ¡ªo al menos ven como inevitable¡ª los expertos consultados: una subida del IVA que nutra las arcas p¨²blicas a corto plazo. Tampoco aluden a un factor incierto que condicionar¨¢ el margen de maniobra del pr¨®ximo Gobierno: el coste de la deuda. Pese a la tormenta financiera, este a?o las cuentas han sido algo m¨¢s moderadas de lo previsto, de forma que Econom¨ªa ahorrar¨¢ m¨¢s de 3.000 millones de los asignados a esta partida, seg¨²n asegur¨® el viernes la vicepresidenta y ministra de Econom¨ªa, Elena Salgado. Pero el horizonte no resulta alentador. ¡°El encarecimiento de la deuda hace m¨¢s dif¨ªciles los planes de consolidaci¨®n¡±, constata Juan L¨®pez Rodr¨ªguez, inspector de Finanzas del Estado ¡ªactualmente en la Comisi¨®n Europea¡ª y experto en fiscalidad comunitaria.

Javier D¨ªaz-Gim¨¦nez, profesor del IESE, abunda en esa tesis. ¡°Cada punto porcentual m¨¢s de intereses de deuda cuesta 2.000 millones de euros. Eso es directamente d¨¦ficit: o se recortan gastos por esa cuant¨ªa o se elevan los ingresos¡±. El movimiento, al alza o a la baja, de esa partida en 2012 depender¨¢ de la solidez econ¨®mica, s¨ª, pero m¨¢s a¨²n de elementos dif¨ªciles de ponderar: la confianza que sea capaz de inspirar Espa?a y, m¨¢s ampliamente, la que irradie toda la zona euro.

Existe margen de maniobra en las transferencias a comunidades

M¨¢s que apelar exclusivamente al gasto o al ingreso, los expertos abogan por una combinaci¨®n virtuosa de ambos elementos. ¡°Las dos grandes fuentes de ajuste son el IVA y los sueldos de los funcionarios. Tambi¨¦n las prestaciones por desempleo, pero tal como est¨¢ la situaci¨®n no es f¨¢cil incidir ah¨ª¡±, expone Antonio Villar, catedr¨¢tico de Fundamentos del An¨¢lisis Econ¨®mico en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). Este investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas cree que subir el IVA ¡°es lo m¨¢s r¨¢pido y seguro¡±, aunque tambi¨¦n tiene claro que, si hay que hacer recortes importantes, ¡°afectar¨¢n a algunas de las grandes partidas de gasto: sueldos p¨²blicos, sanidad y educaci¨®n¡±. Al igual que Juan Jos¨¦ Rubio, Villar cree que probablemente haya que renegociar el ritmo de ajuste con Europa, aunque en compa?¨ªa de otros pa¨ªses que compartan las dificultades para cumplir las metas.

Tambi¨¦n Julio L¨®pez Laborda, de la Universidad de Zaragoza, apunta a la subida del IVA, aunque advierte de que ¡°empeora, todav¨ªa m¨¢s, la capacidad redistributiva del sistema fiscal¡±. En segundo lugar, este experto en econom¨ªa p¨²blica cita una mayor imposici¨®n al capital, pues ¡°genera recursos adicionales y mejora la distribuci¨®n de la renta¡±. Por ¨²ltimo, cree ¡°ineficaces¡± los incentivos en el impuesto de sociedades, por lo que sugiere revisarlos.

El experto que m¨¢s dudas expresa con la subida del IVA es Juan L¨®pez Rodr¨ªguez. ¡°Es cierto que tenemos uno de los tipos m¨¢s bajos de la Uni¨®n Europea (la mediana se sit¨²a en el 21%), pero tengo mis dudas de que sea el momento. Se acaba de subir y ha alterado las pautas de consumo y posiblemente propicia un mayor fraude¡±, argumenta. M¨¢s all¨¢ de esa figura, L¨®pez Rodr¨ªguez es partidario de elevar determinados impuestos para ganar recursos ¡ª¡°bajarlos en estas circunstancias me parece suicida; el ¨²nico resultado ser¨ªa una menor recaudaci¨®n¡±¡ª y ofrece algunos ejemplos: ¡°Lo que se ve en fiscalidad comparada es que todos los pa¨ªses en dificultades han acudido a gravar el pasivo de la banca [en Espa?a no se ha hecho]¡±. A eso L¨®pez Rodr¨ªguez a?ade incidir en el patrimonio y explorar m¨¢s la fiscalidad medioambiental. Tambi¨¦n alerta sobre el peligroso declive del impuesto de sociedades y anima a contenerlo.

En la carrera por el ingreso, una de las ideas m¨¢s celebradas ¡ªpor indolora y socialmente responsable¡ª consiste en perseguir el fraude. Los dos grandes partidos la recogen en sus programas, con especial ¨¦nfasis el socialista, que propone crear una oficina para combatir la elusi¨®n fiscal. Esta estrategia sirve a largo plazo, pero es ilusorio atribuirle resultados inmediatos. ¡°La lucha contra el fraude hay que potenciarla, pero no aporta resultados de hoy para ma?ana. Y, desde luego, no dar¨¢ decenas de miles de millones de inmediato¡±, aclara Francisco de la Torre, secretario de la Organizaci¨®n de Inspectores de Hacienda del Estado, que aglutina a la mayor parte del colectivo. No obstante, De la Torre insta a acometerla, con la idea de que hay que actuar a corto plazo para enderezar las cuentas pero tambi¨¦n a largo plazo para consolidarlas.

Para otros analistas, son las reformas estructurales las que sacar¨¢n a Espa?a del callej¨®n sin salida. Adem¨¢s de subir el IVA y recortar de donde se pueda, el profesor del IESE pide ¡°una reforma profunda del mercado laboral¡± que baje los costes del despido y anime la contrataci¨®n. Esa reforma deber¨ªa incluir una rebaja de las cuotas m¨ªnimas a la Seguridad Social para que el empleo a tiempo parcial despuntase. A cambio, habr¨ªa que incrementar las m¨¢ximas, ¡°que son ignominiosamente bajas¡±. Por ¨²ltimo, D¨ªaz-Gim¨¦nez avisa de que hay que cerrar definitivamente la reforma financiera para que las cajas funcionen de forma eficiente.

Un ¨²ltimo cartucho para cuadrar las cifras en 2012 puede venir de las asignaciones a las comunidades. M¨¢s all¨¢ del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, que les otorgar¨¢ el a?o pr¨®ximo m¨¢s recursos ¡ªprobablemente no los 8.000 que vaticin¨® Salgado porque dependen de los ingresos del Estado y las perspectivas son ahora m¨¢s sombr¨ªas¡ª, existen otras transferencias cuyo destino est¨¢ en manos de los pr¨®ximos gobernantes. Se trata de unos 9.000 millones de euros, de los que 7.000 corresponden a pol¨ªticas activas de empleo, dif¨ªciles de recortar en un contexto de paro desbocado.

En lo inmediato, Juan Jos¨¦ Rubio atisba un real decreto del nuevo Ejecutivo antes de que acabe el a?o para dejar inutilizadas ciertas partidas del Presupuesto de 2011, que en principio se prorroga autom¨¢ticamente, y m¨¢s adelante una elaboraci¨®n completa de las cifras de 2012. Este experto en fiscalidad alerta de que los recortes ¡°van a afectar a partidas b¨¢sicas del gasto social¡± y, por tanto, pueden provocar turbulencias sociales. Junto a esa agitaci¨®n, el golpe en seco al crecimiento econ¨®mico que puedan asestar los ajustes constituye la principal inc¨®gnita. Y el principal riesgo.