PSOE y Bloque tratan de limitar el vuelco en Pontevedra y A Coru?a
Feij¨®o se somete a examen, el PSdeG se juega su cartel y el BNG, su subsistencia
Descontado el vuelco electoral en el Congreso de los Diputados, en Galicia los partidos que est¨¢n en la oposici¨®n en el Parlamento de O H¨®rreo tratan de salvar los muebles en las provincias del eje atl¨¢ntico, las m¨¢s pobladas y din¨¢micas y, desde la perspectiva electoral, tambi¨¦n las m¨¢s inciertas. Son las que reparten m¨¢s diputados, 15 de los 23 que hoy se eligen, pero tambi¨¦n donde m¨¢s pueden ganar o perder cada uno de los tres partidos con representaci¨®n parlamentaria.
Las principales encuestas prev¨¦n un incremento del PP de un diputado en cada provincia hasta alcanzar los 15 esca?os, todos ellos en detrimento del PSOE, que bajar¨ªa a seis, mientras el BNG se quedar¨ªa en dos. La quiniela parece veros¨ªmil en Ourense y Lugo, donde el PP aspira a romper sendos empates con los socialistas a dos diputados para lograr tres actas por una del PSOE en cada provincia. M¨¢s incierta resulta en A Coru?a y Pontevedra, provincias en las que, desde la ¨®ptica socialista, la participaci¨®n va a desempe?ar un papel fundamental.
Participaci¨®n e indecisos son las palabras que m¨¢s se repiten en el cuartel general del PSdeG, partido expuesto por las encuestas a igualar el desastroso registro de 2000, a?o en que baj¨® a seis diputados. ¡°Los sondeos reflejan que hay m¨¢s de 200.000 gallegos que no han decidido su voto, y ah¨ª tenemos mucho que ganar¡±, afirma un colaborador del secretario general, Pachi V¨¢zquez. Otra baza del PSdeG es la de obtener un porcentaje de apoyos superior al resto de Espa?a, o por lo menos sufrir una ca¨ªda menor, aunque con el inconveniente de partir de los mejores resultados obtenidos en su historia: en 2008 logr¨® el 40,6% de los votos, solo 3,3 puntos menos que el PP.
Si el PSOE pelea sobre todo por conservar alguno de los dos esca?os que las encuestas le arrebatan en A Coru?a y Pontevedra ¡ªprincipalmente este ¨²ltimo, menos consolidado¡ª, otro tanto hace el BNG, aunque los nacionalistas salen mejor parados de los sondeos. En 2008 lograron el 11,5% de los votos y dos diputados, uno en cada provincia atl¨¢ntica. Y pese a la previsible p¨¦rdida de sufragios que se les vaticina, pocos sondeos contemplan que puedan perder alg¨²n esca?o. Es cierto que en las ¨²ltimas generales, el ¨²ltimo diputado en el reparto de Pontevedra fue para los nacionalistas, pero los 14.500 votos a los que se qued¨® el PP para arrebat¨¢rselo se les antoja a los nacionalistas un colch¨®n suficiente. ¡°Y si se confirma la ca¨ªda de la participaci¨®n electoral, ser¨ªan muchos m¨¢s¡±, afirma un responsable del equipo de campa?a del Bloque.
Los sondeos dan a los populares un acta m¨¢s por cada circunscripci¨®n
El planteamiento en el Partido Popular es bien distinto. Para empezar, la estrategia del partido de Feij¨®o tiene el objetivo de mejorar, y no de defender los resultados de 2008. Y los colaboradores del presidente del partido est¨¢n convencidos de que las posibilidades de sumar est¨¢n repartidas entre las cuatro provincias. ¡°Eso es bueno pero tambi¨¦n puede ser malo, porque lo mismo nos pone en cuatro diputados m¨¢s que nos deja como est¨¢bamos¡±, afirma un estratega del PP. Ah¨ª pesa la experiencia de las ¨²ltimas municipales y, sobre todo las de 2007, cuando se qued¨® sin ninguna de las siete grandes alcald¨ªas por m¨¢rgenes estrechos. La campa?a de Feij¨®o es fiel reflejo de ese planteamiento. Durante estas dos semanas, el presidente de la Xunta y del PP se ha esforzado por repartir su presencia en las cuatro provincias, con una media de dos de ellas por jornada.
PP y PSOE llegan a la cita con las urnas desde posiciones muy distintas de las que ahora dibujan las encuestas. Hace solo cuatro a?os los socialistas celebraban su mejor registro hist¨®rico, mientras los populares, con el 43,9% de los votos, alcanzaban su ¨ªndice m¨¢s bajo desde 1989 El BNG se estancaba en el 11,5%. Lejos de suponer un vuelco electoral, el PP salv¨® los muebles al caer un ¨²nico esca?o. Y como la p¨¦rdida de poblaci¨®n disminuy¨® la representaci¨®n de la circunscripci¨®n de Pontevedra, nadie lo rentabiliz¨®: 11 actas fueron para el PP, 10 para el PSOE y dos para el BNG.
Pero entre 2008 y 2011, el hito principal lo marcan las auton¨®micas de hace dos a?os, en las que el PP recuper¨® la mayor¨ªa absoluta. Y el resultado de esta noche tendr¨¢ mucho que ver con la valoraci¨®n que los gallegos tengan de los primeros dos a?os y medio de Gobierno de Feij¨®o. Aunque nadie duda que los grandes envites en estas elecciones est¨¢n en la mesa de socialistas y nacionalistas, que tendr¨¢n ocasi¨®n de medir los efectos de su paso a la oposici¨®n.
Salvo en la provincia de A Coru?a, el PSdeG de Pachi V¨¢zquez aguant¨® el tipo en las municipales de mayo. El secretario general se juega sus posibilidades de ser cabeza de cartel en las pr¨®ximas auton¨®micas, que la oposici¨®n prev¨¦ que se adelanten para antes del verano de 2012. Pero el resultado ser¨¢ de compleja lectura, porque implicar¨¢ tambi¨¦n a otro eventual aspirante, con permiso de lo que depare la Operaci¨®n Campe¨®n: Jos¨¦ Blanco, que encabeza la lista de Lugo. Francisco Caama?o, tercero en discordia, tambi¨¦n se la juega como n¨²mero uno por A Coru?a.
La sensaci¨®n en el BNG tiene m¨¢s que ver con la angustia. Desde que toc¨® techo en las generales en 2000, su trayectoria marca una l¨ªnea descendente. Ya fuera del Gobierno gallego y con un menguado grupo parlamentario en O H¨®rreo, la p¨¦rdida de uno solo de sus dos diputados en el Congreso situar¨ªa a la organizaci¨®n en alerta roja. De perder los dos, estar¨ªa en juego su misma subsistencia.
El factor emigraci¨®n
En 2008, 111.000 emigrantes gallegos participaron en las elecciones. En las de hoy, solo 33.000 han formalizado su solicitud, por lo que se perder¨¢n al menos 77.000 sufragios. En principio, un problema m¨¢s para el PSOE, que en las ¨²ltimas generales acumul¨® casi el 60% de un voto tradicionalmente progubernamental. Claro que el desgaste del Ejecutivo de Zapatero es tal que, desde el lado del PP, se asegura que son votos que dejar¨¢n de caer del lado de Mariano Rajoy.
Si saber a qui¨¦n perjudica la ca¨ªda del voto de la emigraci¨®n, determinar a qui¨¦n beneficia es bien sencillo. El de los gallegos en el exterior es un voto que tradicionalmente le ha dado la espalda al BNG, con muchas m¨¢s dificultades para hacer llegar sus mensajes fuera de las fronteras. Tanto es as¨ª que en las ¨²ltimas generales, el Bloque cerr¨® la noche electoral con un 12% de apoyos, que se redujeron al 11,5% cuando el recuento del voto emigrante les cost¨® medio punto.
Los efectos que pueda tener este descenso del voto emigrante se mitigan por el hecho de que buena parte de esos sufragios corresponden a la circunscripci¨®n de Ourense, una provincia donde queda poco margen para las sorpresas. Poco provecho podr¨¢ extraer el BNG, cuyas posibilidades de sumar un diputado en Ourense son pr¨¢cticamente nulas.
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