Trajes para un gran museo
?Qu¨¦ hace el juzgado ahora con las cuatro americanas, los 11 trajes, los dos abrigos y el pantal¨®n acreditados en las facturas intervenidas a Betoret?
?Qu¨¦ destino hay que dar a los trajes regalados por la trama G¨¹rtel? Es la pregunta que el magistrado Juan Climent, que juzgar¨¢ a partir del 12 de diciembre al expresidente valenciano Francisco Camps por el caso de los trajes, ha trasladado a las partes despu¨¦s de que el exjefe de gabinete de la Consejer¨ªa de Turismo de la Generalitat valenciana, Rafael Betoret, haya devuelto las 18 prendas con las que fue obsequiado por las empresas de Francisco Correa.
Betoret, que ha tenido que abonar una multa de 9.600 euros, pudo haber pagado las prendas, como le propon¨ªa el juez (13.449 euros) o entregarlas en el juzgado. Y al optar por la opci¨®n que menos gasto le acarrea ha creado un problema. ?Qu¨¦ hace el juzgado ahora con las cuatro americanas, los 11 trajes, los dos abrigos y el pantal¨®n acreditados en las facturas intervenidas a Betoret?
Suerte que el exvicepresidente del Consell, V¨ªctor Campos, tambi¨¦n condenado, ha decidido pagarlos a cuenta de la fianza de 46.666 euros que se le impuso. De lo contrario, el juez tendr¨ªa ahora, adem¨¢s, dos trajes, dos pantalones, una americana y un chaqu¨¦.
El problema se acrecentar¨ªa en el supuesto de que el exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, y el expresidente Camps, siguiendo la estela de los dos anteriores, fueran declarados culpables y para ahorrarse un pico optaran por devolver lo que presuntamente recibieron de la trama: cuatro trajes y seis pantalones (Costa) y otros 12 trajes, otras cuatro americanas, cinco pares de zapatos y cuatro cobatas (Camps).
Con todo este colosal fondo de armario se pueden hacer varias cosas: desde una subasta ben¨¦fica a una magna exposici¨®n. Y quiz¨¢ no fuera descabellado, si se opta por esta ¨²ltima propuesta, fundar de paso un museo de la corrupci¨®n en el que, adem¨¢s de satisfacer curiosidades y crear atractivos al turismo, se hiciera pedagog¨ªa sobre el uso del dinero p¨²blico.
Incluso se podr¨ªa enriquecer con materiales procedentes del caso Brugal (tambi¨¦n cuenta con un importante apartado de indumentaria y complementos), del caso Emarsa o del caso Fabra. La Comunidad Valenciana tiene ah¨ª un verdadero fil¨®n por explotar.
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