20-N, qu¨¦ hacer
Rajoy y Zapatero deber¨ªan dar un mensaje conjunto de que se adoptar¨¢n medidas para mantener el barco a flote
Los resultados electorales vienen a demostrar que se han cumplido los pron¨®sticos demosc¨®picos y la percepci¨®n ciudadana que, desde hace ya tiempo, ven¨ªan se?alando la inevitabilidad de un cambio pol¨ªtico en Espa?a. Los alquimistas electorales de los partidos no han podido mover el veredicto cantado desde hace tiempo.
La incontestable victoria del Partido Popular y el evidente destrozo del Partido Socialista conducen a Espa?a a un funcionamiento pol¨ªtico de unipartidismo hegem¨®nico o predominante que, hoy por hoy, tan solo podemos esperar sea atemperado por la prudencia y la responsabilidad del pr¨®ximo Presidente de Gobierno.
Apelando a esa responsabilidad, y en el actual contexto de acorralamiento sin precedentes de la econom¨ªa Espa?ola, har¨ªan bien Rajoy y Zapatero en enviar ahora un mensaje conjunto a la sociedad espa?ola y a las instituciones Europeas en el sentido de que se adoptar¨¢n y apoyar¨¢n cuantas medidas sean necesarias para mantener el barco a flote, reforzando el saneamiento de nuestras entidades financieras, desarrollando programas de consolidaci¨®n fiscal, aspirando a pol¨ªticas de crecimiento y profundizando en las reformas emprendidas.
Que Espa?a es un proyecto com¨²n de todos, que nuestro sistema de bienestar se ancla en la ecuanimidad y debe ser capaz degenerar empleo, que nuestro sistema pol¨ªtico es fiable y que la ley esta por encima de la mayor¨ªa absoluta, ser¨¢n tareas del pr¨®ximo Gobierno y requisitos para mantener la confianza obtenida por ¨¦ste.
?Por su parte el PSOE ha obtenido un penoso resultado electoral. La perfecta tormenta econ¨®mica, la incapacidad de su n¨²cleo dirigente para articular un relato coherente de la situaci¨®n y el distanciamiento, desde hace tiempo, del patr¨®n socialdem¨®crata inspirador del centro izquierda pol¨ªtico, han conseguido fracturar un caudal pol¨ªtico acumulado, por derecho propio, al menos desde la transici¨®n democr¨¢tica.
Como es natural, a pesar de ello, los casi 7 millones de votantes que han confiado en el PSOE, han de ser atendidos y representados por el Grupo Parlamentario que se conforme tras la constituci¨®n de las Cortes Generales. Pero esos votantes, y los Espa?oles en general, se merecen algo m¨¢s.
- Y ese algo m¨¢s tiene que ver con la responsabilidad de los socialistas que deben demostrar saber que el mejor funcionamiento del Partido Socialista es esencial no solo para sus seguidores sino para los dem¨®cratas en general. El PSOE debe seguir siendo una instituci¨®n b¨¢sica para el buen equilibrio del sistema de partidos y para el funcionamiento correcto de la competici¨®n pol¨ªtica en Espa?a.
Si son conscientes de esta responsabilidad trascendente de sus propios l¨ªmites partidarios, los socialistas no deben conformarse con un cierre falso e improvisado de una crisis tan potente como la que acaba de aflorar.
El ya anunciado Congreso del PSOE, en las actuales circunstancias, no puede ser un tr¨¢mite r¨¢pido y precipitado para continuar por el mismo camino, sino el inicio de un proceso constituyente (ll¨¢mese como se quiera) del Partido Socialista que, salvando las distancias, recuerde el hist¨®rico punto y aparte marcado en S¨²rennes.
El partido socialista no debe, en ese congreso, finalizar un proceso sino iniciarlo con una direcci¨®n org¨¢nica de transici¨®n que tenga por objetivo hacer permeable la composici¨®n y estructura del partido,procurando una afiliaci¨®n significativa de simpatizantes, se?alando el ¨ªndice de una agenda para la innovaci¨®n pol¨ªtica y convocar una siguiente convenci¨®n en la que, entonces s¨ª, se inicie un nuevo camino fortalecido con ideas y portavoces renovados.
En fin, el conocimiento perfecto es algo a lo que los mortales no podemos aspirar y la ¡°falsa precisi¨®n¡± tan solo es propia de los opinadores totalitarios, pero intuyo que el camino por recorrer no va a ser tan sencillo como para que en un urgente y atropellado acto congresual de fin de semana se proclame aquello de que ¡°aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria¡±.
Igual que no hace falta estar familiarizado con los cl¨¢sicos griegos para saber que si la vida no se somete a examen, la verdad es que no vale demasiado, no resulta arriesgado afirmar que los recientes acontecimientos pol¨ªticos deben provocar en la izquierda una reflexi¨®n profunda, un examen contundente, sobre lo que permanece valido de su bagaje y lo que necesita innovar.? Va en ello su propia capacidad de legitimaci¨®n y el debido respeto a los ciudadanos.
Y eso lleva su tiempo y enormes dosis de generosidad personal.
Eduardo Garc¨ªa Espinosa es fundador y director de Ancha Asesores-Abogados y Asesores Tributarios. Ha sido diputado en el Congreso. Es analista del programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser
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