Parados gallegos sin prestaciones llevan dos meses pagando sus f¨¢rmacos

E.N.G, vecina de A Coru?a, lleva m¨¢s de tres a?os en paro, pero nunca imagin¨® que se quedar¨ªa sin cobertura sanitaria sin previo aviso del Sergas (el servicio gallego de salud). Hace casi dos meses que se paga sus medicamentos y este jueves, para vacunarse contra la gripe, ya no se pas¨® por el centro de salud, fue directamente a la farmacia. ¡°Tuve que comprar yo la vacuna. En la farmacia llamaron a un practicante para que me la pusiera, aunque no me quiso cobrar¡±, cuenta. Esta mujer de 61 a?os, enferma cr¨®nica, cumple la condici¨®n que rese?an todos los pacientes parados que estos d¨ªas descubren que su tarjeta sanitaria est¨¢ desactivada: ha agotado su prestaci¨®n por desempleo hace m¨¢s de 12 meses. No tiene derecho a consulta con su m¨¦dico de cabecera y si durante los dos o tres meses que tardar¨¢ el Sergas en tramitarle una tarjeta PSR (para personas sin recursos) tiene que acudir a urgencias, deber¨¢ firmar un compromiso de pago. Aunque la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, ha repetido hasta la saciedad que solo los extranjeros que no acrediten derecho a asistencia estar¨¢n obligados a firmar dicho documento, la informaci¨®n que E.N.G recibe de los portavoces del Sergas encargados de sus tr¨¢mites dice todo lo contrario. ¡°A m¨ª lo que me dijeron es que por urgencias ¡ªla ¨²nica asistencia a la que sigue teniendo derecho¡ª me van a cobrar, que tengo que cubrir un compromiso de pago¡±, relata.

El ir y venir de E. desde su centro de salud de O Venturillo a la delegaci¨®n de Hacienda y el Ayuntamiento de A Coru?a comenz¨® hace algo menos de dos meses, cuando intent¨® comprar los f¨¢rmacos que le hab¨ªa recetado el m¨¦dico. ¡°Como estoy enferma y tomo mucha medicaci¨®n, voy a la farmacia con frecuencia, por eso me enter¨¦¡±. El boticario no pudo acceder a la receta electr¨®nica que deb¨ªa contener su tarjeta, ya anulada. En el centro de salud le dieron un n¨²mero de tel¨¦fono para que aclarase su situaci¨®n. ¡°Me dijeron que el Sergas ten¨ªa una lista con la gente que se quedaba sin seguridad social, y que yo estaba en esa lista¡±. Los trabajadores del Sergas le indicaron tambi¨¦n con qu¨¦ opciones contaba para recuperar su derecho a la asistencia gratuita. Una de esas alternativas, la de incluirse en la tarjeta de un familiar, no le sirve porque vive sola y todos sus familiares est¨¢n empadronados en otras ciudades, por eso se ha decantado por la tarjeta para personas sin recursos. La solicit¨® el 4 de octubre, pero todav¨ªa no ha recibido nada. El jueves intent¨® pedir cita para comprobar si su tr¨¢mite estaba ya completo ¡ªseg¨²n Farjas, todas las tarjetas bloqueadas se est¨¢n activando ¡°de oficio¡±. Pero su nombre sigue sin figurar.

Tampoco tiene su tarjeta activada Mercedes Amaral, la primera ciudadana en denunciar el fin sorpresivo de su derecho a la asistencia sanitaria el pasado viernes. Parada de larga duraci¨®n y a tratamiento por una depresi¨®n, Amaral asegura que su nueva tarjeta PSR no llegar¨¢ antes de seis u ocho meses. Por ahora, mientras el Sergas no la da de alta, paga sus medicinas. Tendr¨¢ que presentar, como el resto de los afectados, una justificaci¨®n de ingresos que demuestre que su ¨²nica v¨ªa para recobrar la asistencia sanitaria es la de solicitar tarjeta destinada a las personas sin recursos. El Sergas le exige, adem¨¢s, un certificado de empadronamiento. ¡°?Qu¨¦ est¨¢ pasando aqu¨ª? Desde hace unas semanas no deja de llegar gente por este asunto de la tarjeta¡±, le pregunt¨® a principios de octubre una trabajadora del Ayuntamiento de A Coru?a cuando E, la paciente de O Ventorrillo, le explic¨® que necesitaba un certificado de empadronamiento para recuperar su tarjeta.

¡°Hasta puedo entender que tenga que pagar las consultas, pero no que me quiten el m¨¦dico¡±. Luis (nombre ficticio) se enter¨® hace 17 d¨ªas de que su tarjeta estaba bloqueada. Hace tiempo que a este vecino de A Coru?a le van mal los negocios, tanto que ya ni siquiera puede pagar la Seguridad Social. ¡°Declaro mis impuestos, pero el negocio es un desastre¡±, se lamenta. El cruce de datos que le hizo hace dos semanas una trabajadora del Sergas cuando llam¨® para enterarse de su situaci¨®n revel¨® el diagn¨®stico esperado. Su tarjeta sanitaria estaba desactivada. Ahora tramita su declaraci¨®n como SPR y mientras paga sus medicinas. Nada es peor, asegura, que haber perdido el derecho a pedir una cita con el m¨¦dico.

¡°Desde el momento en el que me dan de baja no recib¨ª ning¨²n tipo de notificaci¨®n¡±, cuenta Marcos Otero, tambi¨¦n residente en A Coru?a, que teme que los pr¨®ximos meses se conviertan en un ir y venir del centro de salud solo para presentar papeles ¡°y sin cobertura¡±. A diferencia de los casos anteriores, Otero, que actualmente estudia para sacarse una oposici¨®n y es demandante de empleo, llevaba un tiempo con la mosca detr¨¢s de la oreja. Casi no va al m¨¦dico, pero hace un mes pidi¨® cita para una consulta porque ten¨ªa molestias en un pie. No se la pudieron dar porque no ten¨ªa un m¨¦dico adjudicado desde agosto. ¡°Pens¨¦ que era algo ajeno a m¨ª, un error administrativo¡±, explica. Hasta la semana pasada no fue consciente de lo que le pasaba. ¡°Soluci¨®n no me han dado ninguna, m¨¢s que pasarme a la tarjeta de alg¨²n familiar¡±. Tampoco en esta ocasi¨®n se cumple la promesa de Farjas de reactivar autom¨¢ticamente las tarjetas bloqueadas, un acto del que la Conselleira culpa ahora al Gobierno central.