Rajoy nombra a Posada para presidir el Congreso y a Garc¨ªa Escudero el Senado

En su primera decisi¨®n sobre la siempre complicada pol¨ªtica de nombramientos, el l¨ªder del PP se ha mojado finalmente y ha nombrado esta ma?ana a dos veteranos con un perfil muy poco pol¨¦mico para presidir el Congreso de los Diputados y el Senado: Jes¨²s Posada y P¨ªo Garc¨ªa Escudero. El futuro presidente del Gobierno va a proponer al vitoriano Alfonso Alonso y al gallego Jos¨¦ Manuel Barreiro como portavoces, el primero en la c¨¢mara baja y el segundo en el Senado.

Mariano Rajoy ha comunicado estos nombramientos al final de su muy esperada intervenci¨®n ante los miembros de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular, reunida en Madrid. Jes¨²s Posada y P¨ªo Garc¨ªa Escudero tomar¨¢n ma?ana posesi¨®n de sus cargos en las sesiones de constituci¨®n de ambas c¨¢maras. Como vicepresidenta primera del Congreso se nombrar¨¢ a Celia Villalobos y como vicepresidente primero del Senado a Juan Jos¨¦ Lucas. Celia Villalobos, Dolors Montserrat, Ignacio Gil L¨¢zaro y Santiago Cervera completan la lista de la Mesa del Congreso, y Ramon Rabanera y Matias Conde la del Senado.

Lo m¨¢s relevante de estos nombramientos, adem¨¢s del tipo de pol¨ªtico que Rajoy cree adecuado para dirigir los debates en las c¨¢maras, es tambi¨¦n lo que significa por los descartes ante su inminente Gobierno. Es decir, se hab¨ªa especulado con la posibilidad de que pudiera presidir el Congreso, por ejemplo, su amiga Ana Pastor, exministra de Sanidad en la ¨¦poca de Aznar, e incluso el actual alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Ambos son candidatos ahora para el Gobierno. Tambi¨¦n se hab¨ªa barajado la posibilidad de que el actual portavoz oficial del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons, pudiera recalar como portavoz del Congreso. Pons entra ahora en la quiniela de los ministrables.

Las claves de los nombramientos hay que buscarlas en la obsesi¨®n de Rajoy por templar una legislatura que se espera muy delicada. Con un parlamento muy fragmentado, con Amaiur en el Congreso como gran protagonista, y una crisis econ¨®mica y la previsi¨®n de tomar "medidas dif¨ªciles" de recortes y reformas pol¨¦micas como la laboral o la posibilidad del llamado banco malo, el l¨ªder del PP ha elegido a Posada, un hombre tranquilo que nunca se altera por nada, y a Alonso, un pol¨ªtico con experiencia y perfil negociador, para intentar calmar unas aguas que ya vendr¨¢n revueltas por la situaci¨®n econ¨®mica. Perfiles como el de Fern¨¢ndez, por ejemplo, habr¨ªan quedado as¨ª fuera por su impronta muy conservadora y sus dificultades para ser visto como un hombre de consenso. A Posada y a Alonso les sobra mano izquierda. Rajoy quiere intentar evitar que el PP asuma en soledad el coste de la crisis, como le ha pasado al PSOE entre otras cosas porque los populares votaron en contra de sus medidas de recorte. Alonso ser¨¢ el encargado de intentar que partidos como CiU apoyen las medidas del PP. Nada m¨¢s ser nombrado pronunci¨® varias veces la palabra "di¨¢logo". En clave interna, Soraya Saenz de Santamar¨ªa refuerza su poder ya que, como se esperaba, tiene en el portavoz a una persona de su absoluta confianza, de su n¨²cleo duro.

El l¨ªder del PP ha querido lanzar un mensaje en este sentido a sus dirigentes, en el que les ha insistido mucho, tal vez pensando en la situaci¨®n del PSOE, en que no deben abandonar el partido ahora que llegan al Gobierno, deben cuidarlo para que siga siendo fuerte. En un d¨ªa en que arrancaba el juicio a Francisco Camps, al que el PP ha dejado solo despu¨¦s del apoyo sin fisuras que Rajoy le ofreci¨® hasta que dimiti¨® en julio, el futuro presidente del Gobierno no cit¨® el caso, pero s¨ª pidi¨® a sus dirigentes ejemplaridad en sus comportamientos. "El PP tiene la responsabilidad de gobernar en muchas instituciones.

No se va a entender que hagamos cosas de las que tengamos que avergonzarnos. Os pido que seamos austeros en el manejo de dinero publico, pero tambi¨¦n con actitudes y gestos. Hoy eso es mas importante que nunca. Debemos darle toda la trascendencia".

Rajoy ha trufado de algunos golpes de humor la tensi¨®n vivida por muchos dirigentes del PP esta ma?ana ante la abarrotada sala de la Junta Directiva del partido. Primero ha dejado las sorpresas de los nombres para el final y luego ha empezado esa parte anunciando un acuerdo global... con el PSOE. Un acuerdo, sin embargo, solo para el reparto de los cargos en ambas c¨¢maras y que significar¨¢ que el PP dispondr¨¢ de 5 de los nueve cargos del Congreso, tres el PSOE y uno CiU. Ese reparto en el Senado ser¨¢ de 4 puestos para el PP, dos para el PSOE y uno para CiU:

En el PP todo el mundo lo sab¨ªa y lo dice hace muchos a?os, pero desde hace unas semanas empiezan a darse cuenta tambi¨¦n los que est¨¢n fuera: Mariano Rajoy es el ¨²nico que manda en el partido. Lo demostr¨® hace tres a?os y medio, cuando eligi¨® como portavoz parlamentaria a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa frente a los pesos pesados. Hoy lo ha vuelto a hacer.

Hab¨ªa muchas quinielas y casi todas apuntaban en el mismo sentido. Lo que s¨ª estaba claro es que Rajoy iba a empezar hoy a molestar a mucha gente, precisamente lo que siempre intenta evitar. Porque hoy se han entregado, en el esquema de un partido con mayor¨ªa absoluta como el PP, los premios menores. Casi todo el mundo prefiere ser ministro, y los que se han nombrado hoy quedar¨¢n descartados para el Gobierno, que se conocer¨¢ el d¨ªa 22 de diciembre. Ese casi va es por P¨ªo Garc¨ªa Escudero, uno de los pocos pol¨ªticos de nivel, y el ¨²nico miembro de la c¨²pula del PP, que hab¨ªa dejado muy claro que no ansiaba ser ministro, sino presidente del Senado. Y ese ser¨¢ su destino. A¨²n as¨ª, Rajoy incluso esta vez ha evitado grandes pol¨¦micas, y aunque por supuesto hay frustrados que no tienen el puesto que quer¨ªan, los dos principales miembros de su c¨²pula que no quer¨ªan quedarse en el Congreso, Gallard¨®n y Gonz¨¢lez Pons, han logrado evitarlo, por lo que el futuro presidente ha evitado de momento un problema. Pero sin duda lo tendr¨¢ al hacer el Gobierno, porque hay, como es l¨®gico y sucede en todos los partidos, muchos m¨¢s aspirantes que puestos de ministro disponibles.