Gu¨ªa para no perderse entre trajes y cohechos
Despu¨¦s de tres d¨ªas de juicio van encajando las piezas del complejo mecanismo utilizado para la apropiaci¨®n ilegal de fondos p¨²blicos
Tres d¨ªas despu¨¦s de que se iniciara el juicio a una etapa de Gobierno (2004-2008) en la Comunidad Valenciana, van encajando las piezas del complejo mecanismo utilizado para la apropiaci¨®n ilegal de fondos p¨²blicos. Son las que siguen:
1.- Los jefes del PP valenciano (que manda en esa comunidad desde hace 18 a?os) y del Gobierno valenciano, se vest¨ªan en una tienda de ropa de Madrid por recomendaci¨®n de quien era su amigo, ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes.
2.- El Bigotes lleg¨® a Valencia a finales de 2003 para dirigir una empresa de nueva creaci¨®n llamada Orange Market, perteneciente al imperio de Francisco Correa, con negocios en numerosas administraciones gobernadas por el PP. Desde el primer d¨ªa, El Bigotes hizo caja con Orange Market gracias a la generosidad del Gobierno valenciano (ocho millones de euros de facturaci¨®n en cuatro a?os). Casi todas las consejer¨ªas del Gobierno del PP le adjudicaron contratos, la mayor¨ªa a dedo. Adem¨¢s, El Bigotes y su empresa organizaron en exclusiva todos los actos que celebraba el PP valenciano (varios millones de euros en facturaci¨®n cada a?o).
La persona que viv¨ªa de los contratos que le adjudicaba el Gobierno valenciano y de los actos que le encargaba el PP valenciano, se hizo muy amigo del presidente valenciano y del secretario general del PP valenciano, a los que asesoraba sobre trajes y agasajaba con otros art¨ªculos exclusivos.
3.- Francisco Camps adquiri¨® trajes en la tienda de Madrid que aconsejaba El Bigotes. Era austero en su vida -¡°racanillo¡±, seg¨²n su abogado- pero no en su indumentaria. Compraba sus trajes habitualmente en El Corte Ingl¨¦s a una media de 1.500 y 2.000 euros la pieza. Pero en Madrid (Milano o Forever Young) costaban la mitad y por eso se anim¨® a seguir los consejos de El Bigotes, seg¨²n explic¨® ¨¦l mismo al juez. Cuenta que los pag¨® siempre en efectivo con dinero que la mujer sacaba de la caja de la farmacia que regenta en el centro de Valencia. En toda la causa (19.000 folios) no existe ni un solo testimonio de personal de la tienda de ropa que as¨ª lo acredite. Adem¨¢s, no guarda ninguna factura porque nunca las pide para que nadie piense que las carga al erario p¨²blico. Aunque los establecimientos comerciales no necesitan que el cliente pida el recibo, pues lo emiten, se lo dan en mano o lo meten en la bolsa donde va la mercanc¨ªa adquirida. Pero tampoco las tiendas guardan copia de los recibos emitidos a Camps.
4.- La tienda Forever Young guarda numerosos documentos (albaranes, hojas de pedido, certificados de pago, trasferencias bancarias) con la historia comercial del cliente Camps. Ninguno de esos documentos acredita que el ex presidente valenciano pagara sus trajes, sino todo lo contrario. Hay trasferencias bancarias y apuntes manuscritos de la propia tienda que probar¨ªan que esos trajes se pagaron con fondos de las empresas de la denominada red G¨¹rtel.
5.- Con Ricardo Costa pasa lo mismo. Hay m¨²ltiples documentos de la tienda de ropa sobre varios trajes, pero el ex secretario general del PP valenciano asegura que solo compr¨® uno y para acreditarlo muestra que sac¨® 1.000 euros de una cuenta corriente de su propiedad. Sus conversaciones con El Bigotes destapan una relaci¨®n de compadreo muy especial.
6.- Una directiva de la trama, Isabel Jordan, fue el primer hilo que dirigi¨® la investigaci¨®n hacia la Comunidad Valenciana y Francisco Camps. En una conversaci¨®n que le grab¨® un compa?ero, Jordan se quejaba de que la empresa que dirig¨ªa (Easy Concept, una firma de la red corrupta) ten¨ªa que asumir en sus cuentas el pago de regalos de trajes al ex presidente valenciano, Francisco Camps. Ella ha declarado ante el juez que lo dijo porque as¨ª se lo dijo quien llevaba las cuentas, Javier Nombela, otro trabajador de la trama, pero que no puede confirmarlo. La confirmaci¨®n de eso que ella dijo sin tener las pruebas, solo la sospecha, lleg¨® a trav¨¦s de la investigaci¨®n judicial, que recab¨® los documentos y los testimonios que acreditan aquello que declar¨® en su d¨ªa Jordan a un compa?ero que la grab¨®.
7.- Francisco Camps asegur¨® que su ¨²nica relaci¨®n con El Bigotes ten¨ªa que ver con los actos que organizaba para el PP de la Comunidad Valenciana. Las grabaciones escuchadas en el juicio demuestran c¨®mo El Bigotes ten¨ªa poder e influencia en el Gobierno valenciano, al que le preparaba numerosos actos y le gestionaba entrevistas con distintas personas.
8.- Los acusados demostraron en sus a?os de negocio en la Comunidad Valenciana un criterio muy lucrativo para elegir a los corrompidos. Los que recibieron trajes, seg¨²n la investigaci¨®n judicial fueron:
- Rafael Betoret era jefe de gabinete de la consejer¨ªa de Turismo del Gobierno valenciano. Ten¨ªa un cargo muy menor pero fue el que logr¨® m¨¢s trajes gratis. Su departamento fue el que m¨¢s dinero adjudic¨® a la trama corrupta (m¨¢s de la mitad de todo lo facturado en cuatro a?os). Desde que El Bigotes lleg¨® a Valencia no hubo ninguna empresa distinta a la suya que hiciera para la Comunidad Aut¨®noma el pabell¨®n tur¨ªstico con el que presum¨ªan en las distintas ferias.
- Ricardo Costa era jefe del PP valenciano, un cliente seguro con el que Orange Market facturaba varios millones de euros al a?o.
- Y Francisco Camps y Victor Campos eran presidente y vicepresidente del Gobierno aut¨®nomo.
9.- Los empresarios corruptos que supuestamente sobornaron a pol¨ªticos se han sentado en el banquillo de los testigos, porque los jueces que instruyeron en Valencia esta causa saparada de la rama general del caso G¨¹rtel, consideraron que no se pod¨ªan sentar en el mismo banquillo de los juzgados por cohecho impropio. El Tribunal Superior de Justicia de Valencia celebra un juicio donde se sientan unos pol¨ªticos por aceptar regalos. Y sin embargo, quienes pagaron esos regalos para sobornar a los pol¨ªticos, acuden como testigos. Pero estos empresarios corruptos, obligados por la Ley a decir la verdad como testigos, han preferido guardar silencio para evitar que su testimonio pueda ser utilizado en su contra en los juicios que tienen pendientes por id¨¦ntico motivo en otros tribunales.
10.- Lo que ol¨ªa a podrido antes de comenzar el juicio, sabe a podrido tres d¨ªas despu¨¦s. Quedan algunas sesiones para que concluya la primera causa importante abierta a un presidente auton¨®mico desde 1998, cuando el socialista Gabriel Urralburu, jefe del Ejecutivo navarro, fue condenado a 11 a?os de prisi¨®n y casi cinco millones de euros de multa por cohecho y fraude (cobr¨® comisiones millonarias por adjudicar obras p¨²blicas a determinadas constructoras). A Camps, la acusaci¨®n particular le pide tres a?os de c¨¢rcel y la fiscal¨ªa una multa de cinco meses y 15 d¨ªas (41.250 euros).
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