PSC en transici¨®n

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) concluy¨® ayer su 12? congreso con una soluci¨®n de compromiso entre las distintas familias, en el primer c¨®nclave socialista posterior a la derrota electoral del 20 de noviembre. La elecci¨®n del alcalde de Terrassa, Pere Navarro, como primer secretario y la constituci¨®n de un directorio ¡ªdentro de la ejecutiva¡ª guiar¨¢n una traves¨ªa del desierto que se augura larga. La nueva c¨²pula representa todas las sensibilidades del socialismo catal¨¢n y trata de expresar la voluntad de unidad.

Esa diversidad muestra la grandeza y la debilidad de un partido federado con el PSOE, en una relaci¨®n no exenta de tensiones. El congreso del PSC ha desterrado la creaci¨®n de un grupo parlamentario propio, que ya existi¨® desde el inicio de la democracia y desapareci¨® en 1981, v¨ªctima indirecta del fallido golpe de Estado de Tejero de 1981. Mientras los socialistas catalanes contaron con grupo propio, votaron disciplinadamente con el PSOE. Ahora el proceso del Estatuto catal¨¢n, iniciado en 2004, ha abierto algunas heridas entre ambas familias socialistas.

En los ¨²ltimos meses, el PSC ha llegado a votar distinto en el Parlamento catal¨¢n y en el Congreso de los Diputados. Eso ha sucedido con el pre¨¢mbulo del Estatuto y con la petici¨®n al Gobierno de Zapatero del fondo de competitividad para Catalu?a. As¨ª las cosas, el congreso del PSC del pasado fin de semana ha buscado la f¨®rmula de compromiso para que, cada vez que haya una situaci¨®n susceptible de conflicto con el PSOE, una comisi¨®n mixta institucional se encargue de encontrar soluciones y, en caso de no hallarla, que los diputados catalanes puedan decidir el sentido de su voto.

Esta era la ¨²nica propuesta de compromiso que el PSC pod¨ªa adoptar sin violentar a las distintas familias que acoge. Es de prever que, estando en la oposici¨®n, no resultar¨¢ dif¨ªcil encontrar una soluci¨®n de convergencia de intereses. En todo caso, los socialistas catalanes deben ser conscientes de que ahora en Catalu?a, con el crecimiento del sentimiento independentista, son el ¨²nico puente s¨®lido que queda con el resto de Espa?a. La posibilidad de barajar con ¨¦xito el mestizaje de sentimientos catal¨¢n y espa?ol es una habilidad que no se da en ning¨²n otro partido. Por eso se hace un flaco favor a ese entendimiento si se cuestiona que un socialista catal¨¢n pueda llegar a liderar el PSOE. Hasta ahora Catalu?a ha sido un fiel granero de votos socialista gracias precisamente a que esa complejidad ha sabido vadearse con inteligencia.

El congreso del PSC ha sabido superar esa delicada situaci¨®n y, aunque abra una etapa de transici¨®n, ha aprobado la propuesta de celebrar unas primarias abiertas, al estilo del Partido Socialista franc¨¦s, para que la ciudadan¨ªa decida qui¨¦n ser¨¢ el candidato a la presidencia de la Generalitat. Habr¨¢ probablemente que esperar a esa cita para saber con exactitud qui¨¦n va a liderar al PSC.