Muchos focos para la clandestinidad

Si la redacci¨®n del manifiesto Mucho PSOE por hacer se hizo de forma clandestina, la reuni¨®n de sus firmantes, un d¨ªa despu¨¦s de darse a conocer el documento, no ha podido ser m¨¢s p¨²blica. No escogieron Ferraz como punto de encuentro sino la sala de un lujoso hotel, bastante cercano a la sede del PSOE, no obstante. Una forma velada, quiz¨¢s, de dar a entender que los dirigentes que suscriben el texto quieren guardar las distancias con la direcci¨®n del partido pero sin mostrarse demasiado lejanos.

Uno a uno llegaron los dirigentes firmantes, la mayor¨ªa de fuera de Madrid, la mayor¨ªa caras poco conocidas, nada que ver con las que se pasean todos los d¨ªas por Ferraz. Todos mostraron aparente sorpresa ante la multitud de medios de comunicaci¨®n que les aguardaba en el hall. Las luces de los flashes y las c¨¢maras no pararon de multiplicarse en los espejos y las impolutas paredes del hall, cada vez que uno de ellos asomaba por la puerta. A las de la prensa se sumaron la de algunos clientes japoneses que, curiosos, empezaron a sacar sus m¨®viles para grabar semejante escena. Carme Chac¨®n, la m¨¢s esperada, pareci¨® sentirse cohibida ante tanto resplandor. No obstante salud¨® a todos los periodistas para luego decir con humildad que ella acud¨ªa al encuentro como ¡°una m¨¢s¡±.

A Juan Fernando L¨®pez Aguilar y a Cristina Narbona el fulgor de las c¨¢maras no les deslumbr¨® tanto como a la exministra de Defensa y se pararon tranquilamente a explicar el objetivo del manifiesto. Otros pasaron de largo, como el exministro de Justicia, Francisco Caama?o. Javier Rojo, expresidente del Senado, lleg¨® muy acelerado porque acudi¨® con mucho retraso.

Tras poco menos de una hora encerrados en una sala, Carlos Mart¨ªnez, el joven alcalde de Soria, y Cristina Narbona, una de las m¨¢s cercanas colaboradoras de Rubalcaba en la campa?a, sal¨ªan a dar explicaciones a la prensa. Un l¨ªder joven y exitoso ¨Cgan¨® las municipales por mayor¨ªa absoluta- junto a otro veterano. Otro posible mensaje subliminal. Pudiera ser que, malacostumbrados a tratar de pasar desapercibidos para poder perge?ar con m¨¢s tranquilidad el manifiesto, los firmantes no esperaran una asistencia tan masiva de los medios de comunicaci¨®n. Eso es, al menos, lo que alegaron para justificar que no ofrecieran una rueda de prensa al uso. Acorralados contra unos cuadros por una mara?a multicolor de micr¨®fonos y grabadoras, apenas si pudieron responder a unas pocas cuestiones de unos angustiados periodistas que parec¨ªan fichas de tetrix apelotonados a los pies de los dirigentes. ¡°Cre¨ªa que me met¨ªais dentro de la pintura¡±, coment¨® Mart¨ªnez. Quiz¨¢ para evitar aglomeraciones semejantes hayan decidido optar por la red para celebrar las pr¨®ximas reuniones.

Aunque el encuentro oficial se dio por terminado tras la comparecencia de los dos dirigentes socialistas, el hecho es que los firmantes prorrogaron su estancia en la sala unas horas m¨¢s. Lo que hicieran dentro es una inc¨®gnita pero no parece que todos se dedicaran a lo mismo. Cuando sali¨® Chac¨®n y se le pregunt¨® por su sucesor en Defensa, Pedro Moren¨¦s, declar¨® no poder valorar el nombramiento porque ¡°no se hab¨ªa enterado de nada¡±. Sin embargo, L¨®pez Aguilar y Cristina Narbona, como a la entrada del hotel, no tuvieron inconveniente en felicitar a los nuevos titulares de las carteras que antes ocuparon ellos mismos, Justicia y Medio Ambiente.