?Previsible?
M¨¢s que un tipo decidido, lo que parece ahora mismo el err¨¢tico Rajoy es un imprudente aventurero, que amenaza con agravar todav¨ªa m¨¢s la inminente recesi¨®n
Las primeras decisiones fulminantemente adoptadas por el Gobierno de Rajoy nos han tomado a todos por sorpresa, dej¨¢ndonos descolocados a propios y extra?os pues constituyen una refutaci¨®n en toda regla de casi todas las expectativas que se abrigaban respecto a lo que cab¨ªa esperar de ¨¦l. La primera expectativa que ha quedado refutada es el mito del supuesto car¨¢cter indeciso de Rajoy. Un mito en el que yo tambi¨¦n cre¨ª, contribuyendo a realimentarlo con columnas como esta en las que le acusaba de inhibirse con pasividad e indolencia, dado que por temor a equivocarse prefer¨ªa dejar pudrir los problemas antes que decidirse a resolverlos. Pues bien, hoy toca reconocer aquel error, pues para deshacer semejante mito, Rajoy ha comenzado a actuar desde las primeras de cambio como un decidido hombre de acci¨®n, con capacidad de iniciativa para asumir riesgos adelant¨¢ndose a los acontecimientos. ?Sabr¨¢ seguir as¨ª durante mucho m¨¢s tiempo?
La segunda ruptura de las expectativas que se refutan es el mito de la presunta previsibilidad de Rajoy. Un mito que ¨¦l mismo se encarg¨® de propagar, cuando alardeaba de que su mayor virtud era precisamente la previsibilidad, como mejor ant¨ªdoto para combatir la incertidumbre y crear confianza. Pero ahora ya no podr¨¢ decir lo mismo. ?Previsible, un gobernante cuya primera medida de subir los impuestos rompe radicalmente con las expectativas que ¨¦l mismo hab¨ªa creado al prometer que jam¨¢s los subir¨ªa, y que al rev¨¦s, los bajar¨ªa en cuanto pudiera? S¨®lo le falt¨® decir ¡°lean mis labios¡±. Mientras que ahora, en cambio, ¡°donde dije digo, digo diego¡±. En efecto, su primer golpe de tim¨®n ha sido una sorpresa total, pues nadie pod¨ªa prever que el predecible Rajoy se desdecir¨ªa a s¨ª mismo. Es m¨¢s, tan imprevisible resulta su decisi¨®n que, si lo sumamos a la precipitaci¨®n con que la adopt¨®, obtenemos como resultado algo demasiado parecido a las famosas improvisaciones y ocurrencias que ¨¦l mismo reprochaba, y con bastante raz¨®n, a su predecesor Zapatero. M¨¢s que un tipo decidido, lo que parece ahora mismo el err¨¢tico Rajoy es un imprudente aventurero, que amenaza con agravar todav¨ªa m¨¢s la inminente recesi¨®n.
Pero estas dos refutaciones de su indecisi¨®n y su previsibilidad no resultan demasiado relevantes, al ser meramente caracteriol¨®-gicas y no afectar m¨¢s que a la reputaci¨®n de Rajoy, distorsionando la imagen medi¨¢tica que proyecta en p¨²blico. En cambio, lo que s¨ª parece tener mucho mayor inter¨¦s, porque afecta de lleno a la realidad pol¨ªtica, es la tercera ruptura de las expectativas abrigadas que voy a comentar: la que se refiere al presunto car¨¢cter ¡°socialdem¨®crata¡± que, al decir de los cr¨ªticos neoliberales que desde sus propias filas le han salido, ha impreso Rajoy a su decisi¨®n de subir los impuestos directos (el IRPF) en lugar de los indirectos (el IVA). Y debe reconocerse que aqu¨ª aparece una inversi¨®n de las expectativas absolutamente imprevista. Esa medida hubiera sido esperable de haber ganado Rubalcaba las elecciones, aunque es dudoso que se hubiera atrevido a tanto. Y en tan contraf¨¢ctico supuesto, un Rajoy apocal¨ªptico se lo habr¨ªa reprochado desde la oposici¨®n con dram¨¢tico alarmismo, profetizando los peores males por tan suicida error fiscal. Mientras que ahora nos encontramos en un mundo al rev¨¦s con los papeles cambiados: Rubalcaba criticando las subidas de impuestos directos y Rajoy defendiendo la progresividad fiscal (aunque sin osar a¨²n hacerlo en p¨²blico).
?C¨®mo entender esta imprevista propensi¨®n de Rajoy a la socialdemocracia tributaria? La explicaci¨®n m¨¢s sencilla es que todos roban. Sobre todo en esta democracia vol¨¢til donde los partidos c¨®gelo-todo se hacen pol¨ªticamente cada vez m¨¢s promiscuos y ad¨²lteros, tratando de seducir sin escr¨²pulos a las bases electorales de sus rivales. Zapatero le rob¨® al PP su programa pol¨ªtico conservador de austeridad fiscal en mayo de 2010, esperando resta?ar as¨ª su inevitable hemorragia electoral. Pero ya lo hab¨ªa hecho antes, cuando trataba de pescar votos en los caladeros de la derecha, al pronunciar su c¨¦lebre sentencia: ¡°bajar impuestos es de izquierdas¡±. Y ahora Rajoy devuelve la pelota robando al PSOE su programa fiscal socialdem¨®crata, esperando no perder demasiados votos por sus recortes del gasto social. ?Se atrever¨¢ tambi¨¦n a sostener que subir impuestos es de derechas? ?Estar¨¢ reinventando la Tercera V¨ªa neoliberal-progresista?
Pero hasta para robar programas hay que tener rigor profesional, lo que exige hacerlo en sentido contrac¨ªclico. Los impuestos solo se deben subir en ¨¦poca de auge y solo se pueden bajar en ¨¦poca de crisis. Justo al rev¨¦s de como suelen hacer nuestros pol¨ªticos partidistas, cuya miop¨ªa electoral les hace caer en el peor oportunismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.