Rajoy ve las reformas de Mohamed VI como un ejemplo para el mundo ¨¢rabe
Rabat recibe a Rajoy con honores tras abuchearle hace un a?o ¡°No hay pa¨ªs m¨¢s interesado que Espa?a en un Marruecos democr¨¢tico", declara el presidente
Aquel pol¨ªtico espa?ol cuyo nombre era abucheado hace tan solo 14 meses por el Gobierno marroqu¨ª en las calles de Casablanca se convirti¨® hoy en el mejor amigo de Marruecos al que puso incluso de ejemplo para el mundo ¨¢rabe, donde los cambios han sido convulsos. En su primer viaje al extranjero, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se deshizo en elogios en Rabat de la senda reformista emprendida por el vecino del sur al que anunci¨® su abnegado apoyo.
¡°Me considero un amigo de Marruecos¡±, afirm¨® de entrada Rajoy, en la declaraci¨®n sin preguntas que ¨¦l y su hom¨®logo marroqu¨ª, el islamista Abdelil¨¢ Benkiran, hicieron a la prensa tras su almuerzo en el que participaron otros cinco miembros del Gobierno. Previamente hab¨ªa sido recibido por el rey Mohamed VI.
¡°Apoyo con firmeza las reformas¡± que el monarca ha efectuado y que ¡°han puesto a Marruecos a la vanguardia del mundo ¨¢rabe¡±, continu¨® Rajoy. Ahora es ¡°un ejemplo a seguir para muchos pa¨ªses del mundo¡±, a?adi¨® leyendo una declaraci¨®n que trajo escrita de Madrid, mientras que Bekiran improvis¨® a partir de unas notas. Las palabras de Rajoy son semejantes a las que Felipe Gonz¨¢lez o Jos¨¦ Lu¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero pudieron pronunciar en Rabat a?os atr¨¢s.
Las reformas a las que se refer¨ªa Rajoy son la adopci¨®n, en julio, de una nueva Constituci¨®n que transfiere algunos de los poderes del soberano al jefe del Ejecutivo. En las elecciones de noviembre, las m¨¢s transparentes de cuantas ha conocido Marruecos, los islamistas moderados resultaron vencedores y, por primera vez, el jefe del Gobierno y m¨¢s de un tercio de los ministros pertenecen a ese partido.
Benkiran dej¨® claras sus convicciones religiosas salpicando su intervenci¨®n con frases como ¡°si Dios lo quiere¡± o ¡°Dios mediante¡±. Asegur¨® haber descubierto en su hu¨¦sped un pol¨ªtico¡°simp¨¢tico, amable y con mucha capacidad para ejercer el cargo¡± que ostenta. Satisfecho, Rajoy invit¨® a los periodistas a anotar esas palabras.
Lejos est¨¢n los d¨ªas, de finales de noviembrede 2010, cuando una enorme muchedumbre, encabezada por el entonces primer ministro, Abbas el Fassi, recorr¨ªa las calles de Casablanca abucheando el nombre de Rajoy y del Partido Popular, a los que acusaban de ¡°atentar contra la integridad territorial¡± de Marruecos. Hab¨ªan criticado el desmantelamiento por la fuerza del campamento de protesta saharaui en las afueras de El Aai¨²n.
El apoyo espa?ol a Marruecos obedece a razones estrat¨¦gicas. ¡°No hay pa¨ªs m¨¢s interesado que Espa?a en contar con un Marruecos democr¨¢tico, pr¨®spero y estable¡±, resalt¨® Rajoy. ¡°La seguridad, la estabilidad y la prosperidad de Marruecos son la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de Espa?a¡±, recalc¨®.
Adem¨¢s de los 800.000 inmigrantes marroqu¨ªes en Espa?a hay, record¨® Rajoy, 800 empresas espa?olas instaladas en Marruecos y otras 20.000 que exportan productos a un mercado que para Espa?a ya es el tercero fuera de la Uni¨®n Europea. Se le olvid¨® que las grandes empresas espa?olas, como Telef¨®nica o el Santander, han desinvertido recientemente en Marruecos.
Acaso porque ambos llevan barba, como escrib¨ªa Abdal¨¢ Damoun, director del diario Al Massae de Casablanca, porque tienen la misma edad o porque Bekiran es un hombre jovial y extrovertido, o porque el rey le habl¨® en espa?ol, lo cierto es que Rajoy pareci¨® sentirse a gusto durante su visita de menos de siete horas a Rabat.
Adem¨¢s Mohamed VI ni Bekiran le sacaron arelucir su reivindicaci¨®n sobre Ceuta y Melilla. Desde que fue entronizado, Mohamed VI la ha mencion¨® solo cuando se ha visto obligado ¨Cpor ejemplo tras la visita de los Reyes de Espa?a a ambas ciudades en 2007- pero se ha esforzado m¨¢s bien en desarrollar el entorno de ambas ciudades.
Rajoy, por su parte, s¨ª mencion¨® su deseo de que Rabat se preste a negociar un nuevo acuerdo de pesca con la Uni¨®n Europea despu¨¦s de que, hace un mes, el Parlamento Europeo abortarse la pr¨®rroga del anterior, del que se beneficiaban ante todo los pescadores andaluces y canarios.
Como en los tiempos de prosperidad Rajoy evoc¨® el deseo de reforzar la cooperaci¨®n cultural y la difusi¨®n del espa?ol, que, seg¨²n ¨¦l, hablan ¡°entre 5 y 6 millones de marroqu¨ªes¡±, una estimaci¨®n algo v¨¢lida acaso hace 20 a?os, pero que ahora es exagerada. Marruecos es, exceptuando los microcr¨¦ditos, el principal destinatario de la cooperaci¨®n espa?ola, probablemente la pol¨ªtica que va a sufrir el mayor recorte. De ah¨ª que esas aspiraciones dif¨ªcilmente podr¨¢n ser puestas en pr¨¢ctica.
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