Los acusadores ven ¡°monstruoso¡± que Garz¨®n grabase sus charlas con los presos
La acusaci¨®n pide la condena y que se delimite "qu¨¦ se puede hacer y no en una investigaci¨®n".
¡°Monstruoso¡±, ¡°infamante¡±, ¡°injusto¡±, ¡°barbaridad¡± ¡°inconstitucional¡±¡ Los abogados que acusan al juez Baltasar Garz¨®n no se han ahorrado descalificaciones al presentar al acusado como un juez prevaricador y violador sistem¨¢tico de todos los derechos constitucionales, ¡°una suerte de Gran Hermano que todo lo escucha y todo lo ve¡±. Eso s¨ª, siempre entre cantos al compa?erismo y siempre lamentando la ¡°ingrata tarea¡± y el ¡°gran malestar¡± que les produce tener que acusar a un compa?ero como Garz¨®n, con el compartieron tantas tareas en la Audiencia Nacional. Pero como hoy visten la toga que visten, pues no tiene m¨¢s remedio que evitar que se violen sus derechos constitucionales.
Esa fue la t¨®nica de los informes del exfiscal Ignacio Pel¨¢ez y el exjuez Jos¨¦ Antonio Chocl¨¢n, excompa?eros de Garz¨®n, que se tiraron a deg¨¹ello contra el acusado entre lamentaciones sobre su propia suerte.El acusador Pel¨¢ez hizo una extensa disertaci¨®n victimista sobre la violaci¨®n de sus derechos como abogado, se?alando que, si present¨® ¡°en soledad¡± y ¡°sin que nadie le acompa?ase¡± la querella contra Garz¨®n, fue porque se violaron sus derechos b¨¢sicos en el ejercicio de la abogac¨ªa. Pel¨¢ez neg¨® que con la querella buscase la nulidad del caso G¨¹rtel o que represente los intereses del Partido Popular y critic¨® al Colegio de Abogado por no querellarse junto a ¨¦l ¡°en defensa del ejercicio de la profesi¨®n de la abogac¨ªa¡±.
Tras reafirmar que no siente ning¨²n deseo de que se condene a Garz¨®n ¡°de forma represiva¡±, Pel¨¢ez se present¨® como un ciudadano de a pie ¡°nacido en Zamora, que quiere vivir en un Estado de derecho y ejercer en libertad su trabajo para ganarse la vida¡±. Por eso defiende el derecho a hablar de forma confidencial con su defendido y no tener que escribir un folio para que su defendido lo lea a trav¨¦s de un cristal, ¡°como si estuvi¨¦ramos en un Estado policial¡±.
El acusador sostuvo que no necesitaba permiso para entrevistarse con los dirigentes de la trama G¨¹rtel, Correa y Crespo, en la prisi¨®n de Soto del Real (Madrid), porque estaba all¨ª como abogado ¡°expresamente llamado¡± y consider¨® ¡°lamentable¡± y ¡°rid¨ªculo¡± que la Fiscal¨ªa no expurgase una conversaci¨®n mantenida por ¨¦l en la c¨¢rcel, con la se querr¨ªa dar a entender que fue elegido como abogado para hacer tr¨¢fico de influencias en la Audiencia Nacional.
Entrando por fin en los hechos, Pel¨¢ez calific¨® el auto de Garz¨®n ordenando las escuchas de ¡°doloso¡±, ¡°burdo¡±, ¡°claramente prevaricador y contrario a derecho¡± y ¡°limitador de derechos fundamentales¡±. "Me da exactamente igual qui¨¦n tom¨® la iniciativa, si fue la fiscal nerviosa o la polic¨ªa. El ¨²nico que tiene capacidad para limitar derechos es el juez. No hay duda sobre el autor¡±.
El abogado dijo que Garz¨®n no solo hab¨ªan violado el secreto de las comunicaciones del abogado con su cliente sino tambi¨¦n los derechos a la intimidad y el derecho de defensa, e incluso el derecho del detenido a no confesarse culpable. Adem¨¢s, acus¨® al magistrado de no haber garantizado la cadena de custodia de las escuchas y calific¨® de ¡°aut¨¦ntico desprop¨®sito¡± que las conversaciones sigan en los discos duros a disposici¨®n de Instituciones Penitenciarias, y no bajo custodia judicial.
Sobre el expurgo de las conversaciones ordenado por Garz¨®n, dijo que no le importaba que desgajen ¡°unas conversaciones que ya se han escuchado¡±. ¡°No hac¨ªa falta expurgo, no ten¨ªa que haber habido escucha, se debi¨® destruir todo¡±, tron¨® Pel¨¢ez. Seg¨²n el acusador, la fiscal¨ªa incumpli¨® su obligaci¨®n de velar por la legalidad y los derechos de los imputados al no recurrir el auto de Garz¨®n. Al tiempo, tach¨® de ¡°surrealista¡± que la fiscal de la Audiencia Nacional se arrogase, a su juicio, la potestad de decidir qu¨¦ es o no el derecho de defensa. ¡°Pido una sentencia condenatoria y que se nos d¨¦ amparo y se establezcan l¨ªmites b¨¢sicos sobre qu¨¦ se puede hacer y no en una investigaci¨®n penal¡±, ha terminado.
El ex juez Jos¨¦ Antonio Choc¨¢n, que representa al m¨¢ximo implicado del caso G¨¹rtel, Francisco Correa, calific¨® de ¡°falacia¡± sostener que la legalidad distinga derechos seg¨²n la gravedad de los hechos imputados, y que a aludir a ¡°organizaci¨®n criminal¡± o a "estructura internacional de blanqueo", etc¨¦tera, es ¡°invocar la raz¨®n de Estado, lo contrario del Estado de derecho. Chocl¨¢n expres¨® su ¡°gran malestar" al sentirse "sujeto pasivo de una investigaci¨®n¡± y critic¨® la ausencia del Colegio de Abogados en el banco de la acusaci¨®n. El acusador consider¨® que el delito est¨¢ ¡°documentado¡±. ¡°Basta leer auto¡±, dijo.
¡°El juicio que tiene que hacer la sala es qu¨¦ permite el auto. ?Es razonable generalizar sobre la base de una conjetura de que los letrados personados u otros puedan servir a una organizaci¨®n criminal?", se pregunt¨®. Al abogado le pareci¨® ¡°monstruoso¡± que, como dijo este mi¨¦rcoles un funcionario del juzgado de Garz¨®n, fuese la fiscal la que expurgase los p¨¢rrafos de las transcripciones. ¡°Se desmoronar¨ªa el Estado de derecho si cualquier ciudadano se sometiese a un proceso judicial en el que no hay derecho procesal que no se haya lesionado¡±.
Chocl¨¢n insisti¨® en que era ¡°extravagante¡± pensar que todos los abogados puedan ser instrumento de una organizaci¨®n ilegal. ¡°Ah¨ª reside la prevaricaci¨®n¡±, dijo, ¡°porque si se permite, la consecuencia es absolutamente lesiva para el sistema de valores constitucionales¡±. El tercero de los abogados de la acusaci¨®n, Pablo Rodr¨ªguez Mourullo, que representa a Pablo Crespo, dijo que Garz¨®n era como ¡°el Gran Hermano que todo lo ve y todo lo escucha¡±, y ratific¨® su petici¨®n de 15 a?os de inhabilitaci¨®n para el juez.
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