Mar¨ªa Mart¨ªn, 81 a?os, al Supremo: "?Quieren que esperemos 75 a?os m¨¢s?"
Con un hilo de voz, rodeada de togas, esta mujer ha relatado por qu¨¦ hace seis a?os acudi¨® a la justicia, para encontrar a su madre, fusilada en 1936
"A mi madre la mataron en el 36..." ha empezado Maria Mart¨ªn L¨®pez, de 81 a?os, a relatar su historia esta ma?ana ante el Supremo. Rodeada de togas, esta mujer de 81 a?os, ha explicado con un hilo de voz -"disc¨²lpenme, estoy un poco af¨®nica"- por qu¨¦ hace casi seis a?os acudi¨® a la? Audiencia Nacional. "Yo lo que quiero es que me ayuden a encontrar a mi madre para poder enterrarla. Nada m¨¢s y nada menos", explicaba despu¨¦s a este diario.
-"?A usted la han ayudado hasta ahora a encontrar a su madre?", le ha preguntado el abogado del juez Baltasar Garz¨®n.
-"No".
"?Quieren que esperemos 75 a?os m¨¢s?", se preguntaba ya en su casa, en Toledo, despu¨¦s de haber contado su historia ante los magistrados del Supremo. "Yo no llego".
En el juicio no ha podido contar todo lo que quer¨ªa. "Se han quedado muchas cosas en el tintero", lamentaba. Pero s¨ª lo principal, "A mi madre la fusilaron en 1936, con otros 27 hombres y tres mujeres", ha relatado ante los magistrados.No le ha dado tiempo a explicar que ella ten¨ªa entonces seis a?os, una hermana de 12 y otra de dos. Que su padre estaba segando cuando mataron a su mujer. "Tambi¨¦n fueron a por ¨¦l y lo llevaron preso. Mis hermanas y yo nos quedamos con mi t¨ªa. Hasta que lo dejaron libre. El d¨ªa que volvi¨® de la c¨¢rcel me abraz¨® y no me solt¨® en horas. Mi hermana peque?a muri¨® pocos d¨ªas despu¨¦s".
Iba tranquila al juicio: "Yo no he hecho nada malo. Y Garz¨®n tampoco", explicaba. Conoc¨ªa bien los nombres de los magistrados del Supremo. Al instructor de la causa contra el juez de la Audiencia Nacional por abrir una investigaci¨®n sobre los cr¨ªmenes del franquismo, Luciano Varela, le escribi¨® un d¨ªa explic¨¢ndole por qu¨¦ hab¨ªa acudido a la justicia e intentando hacerle ver que "si fuera su madre" la desaparecida, estar¨ªa moviendo cielo y tierra por encontrarla. No le contest¨®.
Al salir de la sala, no le ha gustado ver a dos miembros de asociaciones para la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica discutiendo. "Esto es una cosa muy seria. Es un entierro sin muertos".
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