El ¨®rdago de Rubalcaba a los socialistas: revisar el acuerdo con la Santa Sede
El candidato ensalza el pasado del PSOE y lanza gui?os a todos para amarrar el voto
Por primera vez en media vida dedicada al PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, es hoy solo ¨¦l. Ni el portavoz de Felipe Gonz¨¢lez, ni el vicepresidente de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ni el candidato natural del partido, sin pasar por primarias, en las elecciones suicidas del 20-N. Hoy es el candidato a dirigir el PSOE y en su discurso ha lanzado todos los ¨®rdagos para amarrar hasta el ¨²ltimo voto: ha elogiado hasta la saciedad al presidente andaluz, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, y la imprescindible federaci¨®n andaluza ¨Cque se disputa con Carme Chac¨®n-, ha recordado a todos y cada uno de los 956 delegados con voto lo importantes que son ¨Chasta el punto de nombrarlos a todos herederos directos de Pablo Iglesias-, ha lanzado gui?os a las mujeres, a los alcaldes de pueblos peque?os que hab¨ªan reclamado atenci¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas, a los j¨®venes y a los mayores, al ¡°militante 2.0¡±. Ha reivindicado el felipismo y el zapaterismo, ha recordado la derrota de ETA que lleg¨® con ¨¦l de ministro del Interior (aunque le ha pasado el m¨¦rito a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero) y, como broche inesperado, ha soltado la bomba que ha puesto en pie a gran parte del auditorio: si el PP sigue su plan para ¡°hacer retroceder Espa?a 30 a?os¡±, el PSOE se replantear¨¢ revisar el concordato con la Santa Sede que se firm¨® en la Transici¨®n. El mismo que nunca hab¨ªa cuestionado un partido que lleva a?os -tambi¨¦n en los Gobiernos de Zapatero- prometiendo separar definitivamente los asuntos religiosos de los civiles y aparcando siempre ese compromiso.
LA LLAVE ANDALUZA. Una hora de discurso, con papeles en el atril pero sin leer, que Rubalcaba ha comenzado con una frase: ¡°Compa?eros, yo quiero mucho a este partido¡±. Ha ensalzado la campa?a de primarias que Chac¨®n y ¨¦l han llevado ¡°con respeto y elegancia¡± -¡°bueno¡ ella solo ha dicho 58 veces que yo soy el pasado y yo solo he dicho 60 veces que tengo m¨¢s experiencia que ella, pero respeto y elegancia¡±, ha bromeado-. Y, casi sin tomar respiro, ha empezado el cortejo a Andaluc¨ªa, como luego tambi¨¦n har¨ªa Chac¨®n: hasta cuatro veces ha dado Rubalcaba las gracias a Gri?¨¢n y al PSOE andaluz por todo: por cambiar Andaluc¨ªa, por organizar el congreso en Sevilla, por acogerlos a todos¡ Y le ha prometido su apoyo en la campa?a auton¨®mica. ¡°Sevilla es la capital del socialismo. Hemos venido a decirles a los socialistas andaluces que estamos con vosotros, Pepe. Como siempre pero m¨¢s que nunca. El PSOE andaluz es el coraz¨®n y la columna vertebral del PSOE. Hemos confiado muchas veces y volvemos a confiar en los socialistas andaluces¡±, ha dicho el candidato. La federaci¨®n andaluza aporta casi el 25% de los delegados del congreso federal y, aunque Gri?¨¢n no ha comprometido p¨²blicamente su apoyo a nadie, su equipo s¨ª se ha manifestado a favor de Chac¨®n en la recta final. ¡°Pepe, cualquiera que sea el resultado, desde el lunes yo ser¨¦ el primer activista a favor de la victoria electoral de los socialistas de Andaluc¨ªa. El primero, de la ma?ana a la noche¡±, ha prometido Rubalcaba. Luego le ha dicho lo mismo, con bastante menos ¨¦nfasis, a los socialistas de Asturias, donde tambi¨¦n se celebran elecciones el 25 de marzo.
Cualquiera que sea el resultado, desde el lunes yo ser¨¦ el primer activista a favor de la victoria electoral de los socialistas de Andaluc¨ªa"
DELEGADOS CON 130 A?OS. En el emplazamiento a los delegados, Rubalcaba ha aprovechado para echar un vistazo al pasado del PSOE y reivindicarlo. Si la m¨¢xima de su rival es ¡°entrar en un tiempo nuevo¡±, ¨¦l ha querido subrayar de d¨®nde viene el partido y lo que ha hecho. Lo que ha hecho de bueno. ¡°Sent¨ªos orgullosos y responsabilizados¡±, ha dicho a los delegados que en unos minutos tendr¨¢n la cartulina de voto en la mano: ¡°Es muy importante la tarea que vais a representar¡±. ?La del voto para elegir secretario general? No. ¡°Represent¨¢is el sue?o de libertad y de justicia de muchos espa?oles. Somos herederos de miles y millones de personas que se levantaron contra la injusticia, herederos de militantes socialistas que lo hicieron a la luz y en la oscuridad, en las ¨¦pocas de la represi¨®n. Gente que se levant¨® con determinaci¨®n en pos de una Espa?a y una Andaluc¨ªa mejor. ?Vamos a escribir una p¨¢gina nueva del socialismo espa?ol! Somos herederos de un partido con 130 a?os, de sus fundadores y de quienes dieron su vida por ¨¦l. Los administradores de un legado que durante estos ¨²ltimos a?os ha hecho la mayor transformaci¨®n de Espa?a¡±, ha proseguido el candidato entre aplausos del auditorio.
L?GRIMAS TRAS EL FIN DE ETA. Rubalcaba no ha dejado pasar la ocasi¨®n de recordar que con el PSOE en el Gobierno ha llegado el ¡°cese definitivo de la violencia¡± de ETA. ?l era ministro del Interior, algo que todo el mundo en la sala sab¨ªa aunque ¨¦l no lo ha mencionado. Todo el m¨¦rito, para Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. ¡°Esto ha sido muy duro, compa?eros. Yo soy de l¨¢grima f¨¢cil, pero Jos¨¦ Luis no. Jos¨¦ Luis no llora nunca y yo solo lo he o¨ªdo llorar una vez: cuando ETA declar¨® el fin de la violencia¡±. Gran aplauso y m¨¢s piropos al expresidente (que hoy no estaba en el plenario): por hacer una oposici¨®n ¡°inteligente y ¨²til¡± entre 2000 y 2004, por traer la victoria despu¨¦s, por ¡°anteponer los intereses del conjunto de los ciudadanos a los de su partido¡±. ¡°Ese es el mejor legado para nuestro partido, el mejor que nos puede dejar: el de la lealtad a Espa?a¡±, ha dicho. Pero no solo ha habido piropos a Zapatero; tambi¨¦n, muchos, a Felipe Gonz¨¢lez y a Alfonso Guerra, al pasado y la trayectoria entera del partido.
Nos equivocamos en no meter mano a los especuladores y a los banqueros. No nos puede volver a pasar"
¡°YO ODIO EL SECTARISMO¡±. Y, de los piropos a otros, a los propios. Rubalcaba ha explicado c¨®mo ser¨ªa ¨¦l en la secretar¨ªa general del PSOE: ¡°No creo que sea el momento de los liderazgos personalistas. Nunca he cre¨ªdo en salvadores, y ahora menos que nunca. Necesitamos muchos l¨ªderes, tantos como pueblos y ciudades hay en Espa?a. Se trata de una tarea colectiva, no cabe un liderazgo personalista ni carism¨¢tico. Emplear¨¦ muchas veces el nosotros y muy pocas el yo¡±, ha prometido. Pero ¡°liderazgo colectivo no significa liderazgo d¨¦bil. Al rev¨¦s, un partido fuerte necesita un liderazgo fuerte. Yo ser¨¦ un l¨ªder fuerte, a m¨ª no me van a quebrar. A m¨ª no me van a hacer dar ni un solo paso atr¨¢s¡±. Y m¨¢s: ¡°Yo odio el sectarismo. No soy sectario ni con quienes lo son. Si alguien os dice ¡®v¨®tame e ir¨¢s en tal lista¡¯, o ¡®si no me votas no ir¨¢s en cual lista¡¯, estad seguros de que no lo hace en mi nombre. ?No en mi nombre! Si yo soy secretario general, no habr¨¢ rubalcabismo en el partido, no reconocer¨¦ otro carn¨¦ que no sea el del PSOE, no emitir¨¦ salvoconductos ni cobrar¨¦ facturas¡±. Rubalcaba ha reclamado, adem¨¢s, "austeridad", limpieza y ejemplaridad a los cargos p¨²blicos socialistas. Sin mencionar en ning¨²n momento el caso de los ERE fraudulentos en la Junta de Andaluc¨ªa.
EL PROYECTO: ¡°P-S-O-E¡±. ¡°Hace pocos d¨ªas un banquero [Emilio Bot¨ªn] dijo que los pol¨ªticos nos hab¨ªamos equivocado. Creo que algo de raz¨®n ten¨ªa: nos equivocamos en no meter mano a los especuladores y a los banqueros. No nos puede volver a pasar. Tenemos que volver¨¢ afirmar que la pol¨ªtica es m¨¢s fuerte que los mercados¡±, ha dicho Rubalcaba, vicepresidente en el Gobierno que, seg¨²n ¨¦l, no lo hizo. Ha pedido hacer m¨¢s por fomentar la competitividad en Espa?a y por defender "a los excluidos, por supuesto, pero tambi¨¦n a las clases medias, ?os suenan? Las clases medias, a las que tambi¨¦n nos dirigimos con nuestras pol¨ªticas".
Y no solo en la pol¨ªtica econ¨®mica hay que rectificar: el candidato quiere ahora ¡°restablecer la unidad y la coherencia del discurso¡±. Sobre todo, el territorial. ¡°Lo hemos perdido, o se ha ido difuminando¡±. ¡°Hemos presumido de ser el partido que vertebra Espa?a, el estado de las autonom¨ªas. Tenemos que reivindicarlo. Nuestro c¨®digo gen¨¦tico no debemos cambiarlo¡±. ¡°No debemos jugar con el PSOE¡±, ha subrayado, sin se?alar directamente la deriva soberanista que una parte de los socialistas ven el PSC de Carme Chac¨®n: ¡°Somos Partido, Socialista, Obrero y Espa?ol, y a ninguna de las cuatro cosas tenemos que renunciar¡±. Si ¨¦l gana, en la ejecutiva federal del partido las federaciones tendr¨¢n ¡°peso¡±, pero con un l¨ªmite: ¡°No podemos traspasar la l¨ªnea que separa un partido federal de una confederaci¨®n de partidos¡±. Ah¨ª se han escuchado ¡°bravos¡± entre el p¨²blico. ¡°Si soy elegido, habr¨¢ personas de todas las federaciones y edades. Pero no estar¨¢n para defender ni a los territorios ni a las federaciones. Ser¨¢n parte de un equipo ¨²nico y reconocible del Partido-Socialista-Obrero-Espa?ol¡±, ha casi silabeado.
¡°SI RETROCEDEMOS, RETROCEDAMOS EN TODO¡±. ¡°En 30 d¨ªas han hecho un retroceso de 30 a?os¡±, ha arremetido el exvicepresidente contra el Gobierno del PP. Y ah¨ª ha lanzado una advertencia dirigida, m¨¢s que al PP, a los delegados socialistas, hambrientos de pol¨ªticas socialistas: ¡°Si cada vez que la derecha llega al poder vuelve a imponer dogmas que son solo de algunos, nosotros tendremos que revisar tambi¨¦n algunas normas de la Transici¨®n. El PSOE se replantear¨¢ seriamente la revisi¨®n del acuerdo con la Santa Sede [que concede beneficios econ¨®micos a la Iglesia cat¨®lica en Espa?a]. ?Seriamente! Si quieren retroceder 30 a?os, retrocedamos en todo. Si quieren vulnerar todos los consensos, aceptamos el reto: volveremos a hace 30 a?os y nos replantearemos nuestras posiciones¡±.
CAMBIAR PARA SER LO MISMO. ¡°He servido a mi partido desde muchos sitios, en muchas responsabilidades distintas. Nunca imagin¨¦ que optar¨ªa a ser secretario general. Si me dais la confianza, responder¨¦ con trabajo para conseguir esto: cambiar el PSOE para que siga siendo el PSOE¡±, ha terminado Rubalcaba parafraseando a Lampedusa. A eso le ha seguido un minuto de aplausos, con buena parte del auditorio en pie. ?l saludaba desde su butaca, justo al lado de Alfonso Guerra, que le sonre¨ªa con las dos manos apoyadas sobre las rodillas.
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