¡°A los cad¨¢veres se les echaba cal viva y se les juntaba como si fueran arenques¡±
El ¨²ltimo testigo del juicio relata los fusilamientos de la tapia del cementerio de Ciriego (Cantabria)
Los tres ¨²ltimos testigos del juicio que se sigue en el Tribunal Supremo contra el juez Baltasar Garz¨®n reclamaron este martes que la justicia act¨²e contra los cr¨ªmenes del franquismo, despu¨¦s de que representantes de la Memoria Hist¨®rica hayan relatado estos d¨ªas algunos de los m¨¢s dram¨¢ticos episodios que tuvieron que vivir a ra¨ªz de las sacas y traslados de sus progenitores, a los que nunca volvieron a ver. ¡°La consigna era que de los rojos no quedase ni rastro y hab¨ªa que hacerlos desaparecer. Era la muerte f¨ªsica adem¨¢s de la desaparici¨®n jur¨ªdica¡±. As¨ª lo ha explicado el ¨²ltimo testigo en comparecer, Antonio Onta?¨®n Toca, presidente de la asociaci¨®n H¨¦roes de la Rep¨²blica, de Cantabria.
Este testigo, autor del libro Rescatados del olvido, en el que ha plasmado una investigaci¨®n de 30 a?os, afirm¨® que a todas las v¨ªctimas se les trat¨® como ¡°desconocidos¡±. ¡°En aplicaci¨®n de la consigna de que de los rojos no quedase ni rastro, lo que se hac¨ªa en la tapia oeste del cementerio de Ciriego era la ejecuci¨®n y simult¨¢neamente la desaparici¨®n. Los ejecutados, a continuaci¨®n, eran desaparecidos¡±, relat¨® Onta?¨®n ante los magistrados del Supremo.
¡°Una vez celebrados los consejos sumar¨ªsimos urgentes y dictadas las condenas¡±, sigui¨® el testigo, ¡°la fecha de la ejecuci¨®n se personaba en la prisi¨®n el jefe del piquete a las seis de la ma?ana ¡ªlas ejecuciones eran a las siete¡ª y el director le entregaba el n¨²mero de presos a ejecutar. La media de ejecuciones era en torno a los 13 a 16, precisamente la cabida de cada cami¨®n, aunque hubo d¨ªas de 42 ejecuciones¡±.
¡°Desde agosto de 1937, el capell¨¢n castrense del cementerio de Ciriego, que era tambi¨¦n el encargado del registro general, segu¨ªa la consigna de que hab¨ªa que desaparecerlos. Al final de cada mes, consignaba el n¨²mero de ejecutados y la fosa a la que eran arrojados. Las fosas eran zanjas comunes, se cavaban para cada 100 ejecutados. A los cad¨¢veres se les acaldaba, se les echaban paletadas de cal viva y se les distribu¨ªa capa a capa, como a los arenques, para que hubiera cabida suficiente. As¨ª hasta que se cubr¨ªa a unos cien por zanja¡±, prosigui¨® Onta?¨®n.
En el sal¨®n de plenos se hab¨ªa hecho un silencio impresionante mientras el testigo desgranaba pausadamente sus averiguaciones: ¡°Como m¨ªnimo hay 12 zanjas con 100 cad¨¢veres en cada una. A todos ellos se les desconoc¨ªa. No hay constancia escrita de los nombres de los ejecutados, porque lo previsto era ejecutarlos y desaparecerlos¡±, termin¨® Onta?¨®n.
El presidente de la asociaci¨®n de Cantabria explic¨® que decidieron personarse en la Audiencia Nacional al enterarse por la prensa de las denuncias por desapariciones. ¡°Nos falt¨® tiempo para personarnos en las actuaciones. Tenemos conocimiento de que son cr¨ªmenes de lesa humanidad que no prescriben, y queremos adherirnos para que esto se investigue¡±.
Onta?¨®n explic¨® despu¨¦s que en Cantabria solo han podido hacer identificaciones de campo. ¡°Pero tenemos¡±, a?adi¨®, ¡°un compromiso moral y ¨¦tico con los desaparecidos para investigar hasta donde sea humanamente posible para encontrarlos y si es posible devolv¨¦rselos a las familias. En una primera aproximaci¨®n hay unos 2.500 desaparecidos en Cantabria¡±, concluy¨®.
El primero de los testigos en declarar este martes, Antonio Solsona, de la asociaci¨®n de Memoria Hist¨®rica de Castell¨®n, explic¨® que a su padre le aplicaron la ¡°ley de fugas¡± por dar de comer a los maquis. ¡°El 4 de octubre de 1947, alrededor del mediod¨ªa, se present¨® un capit¨¢n de la Guardia Civil y se lo llevaron a ¨¦l y a un vecino, Salvador Cabrera. No dieron ninguna raz¨®n oficial¡±, sigui¨® el testigo, que declar¨® visiblemente nervioso.
El defensor de Garz¨®n, Gonzalo Mart¨ªnez-Fresneda, trat¨® de encauzar el interrogatorio preguntando a Solsona si su padre ¡°ten¨ªa relaci¨®n con los maquis¡±. ¡°Ninguna, pero les dio de comer en las tres o cuatro ocasiones que fueron por casa. Supongo que esa fue la raz¨®n. De mi padre sabemos que est¨¢ muerto, pero el cad¨¢ver no lo hemos recuperado. En el atestado pusieron que intent¨® escaparse¡±. Solsona, sin embargo, est¨¢ convencido de que a su padre le aplicaron la ley de fugas.
Emilio Silva Barrera, de la Asociaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica de todo el Estado, explic¨® que es nieto de un desaparecido y que en la fosa en la que se encontr¨® a su abuelo, en Priaranza del Bierzo (Le¨®n), aparecieron otros 12 hombres de los que no se conoce la identidad de todos
Silva explic¨® que la asociaci¨®n surgi¨® de las demandas de la gente y que lo que quieren es que la Justicia act¨²e, aunque sea en el extranjero. ¡°Queremos que la Justicia act¨²e¡±, manifest¨®, ¡°porque las exhumaciones ya las llevamos nosotros. Son una parte del problema, pero queremos que la justicia act¨²e como cuando a alguien lo secuestran, lo torturan y aparece con dos tiros en la cabeza¡±.
Coautor del libro Las fosas de Franco, Silva dijo que despu¨¦s de que Garz¨®n se inhibiese de la causa de la Memoria Hist¨®rica, han seguido con las exhumaciones y est¨¢n personados en Argentina en una causa que se lleva all¨ª.
A preguntas del fiscal, precis¨® que su asociaci¨®n est¨¢ personada en Argentina, ¡°porque entendemos que las desapariciones pueden ser materia de justicia universal¡±. Ese proceso abierto en Argentina se est¨¢ investigando desde 1936 hasta 1977. ¡°Igual que Espa?a ha aplicado la justicia universal, si una juez Argentina va a ser la que investigue esos cr¨ªmenes, nosotros queremos estar ah¨ª. La juez argentina ha pedido informaci¨®n al Gobierno espa?ol a mediados de diciembre, pero que nosotros sepamos no ha habido respuesta¡±, indic¨®.
El testigo agreg¨® que su asociaci¨®n ha presentado un archivo en Naciones Unidas con ¡°m¨¢s de 12.000 casos de desaparecidos¡±.
En agosto de 2002 presentaron en Ginebra una primera denuncia sobre 64 casos de desaparecidos. ¡°No sab¨ªamos c¨®mo hacer, ha sido un proceso de maduraci¨®n. Muchos han tenido que pasar una traves¨ªa de muchos a?os, de muchos miedos, de muchos a?os de esfuerzo. Estaban educados para callarse, como ha sido mi caso. Hay que reunir fuerzas para llegar a hacer una denuncia colectiva¡±, manifest¨®.
El juicio concluir¨¢ previsiblemente este mi¨¦rcoles, con la presentaci¨®n de los informes finales de la defensa, el fiscal y la acusaci¨®n de Manos Limpias. El abogado de este pseudosindicato de ultraderecha intent¨® aplazar su informe hasta el lunes, a lo que el presidente del tribunal le espet¨®: ¡°Completamente imposible¡±. Por tanto, este mi¨¦rcoles elevar¨¢ a definitivas sus conclusiones provisionales, en las que pide para el juez Baltasar Garz¨®n la pena m¨¢xima para el delito de prevaricaci¨®n, 20 a?os de inhabilitaci¨®n.
El defensor de Garz¨®n, Gonzalo Mart¨ªnez-Fresneda, reclamar¨¢ la libre absoluci¨®n por inexistencia de delito, lo mismo que el ministerio fiscal. Existe expectaci¨®n sobre el informe del fiscal Luis Navajas, que en la presentaci¨®n de las cuestiones preliminares expuso con una inusual contundencia su convencimiento de que la actuaci¨®n del juez instructor, Luciano Varela, ¡°ins¨®lita e insostenible¡±, abocaba irremediablemente la instrucci¨®n de la causa a la nulidad de actuaciones.
Este martes, en el curso de la prueba documental, Manos Limpias propuso la lectura del auto por el que Garz¨®n rechaz¨® investigar una querella contra Santiago Carrillo por los fusilamientos de Paracuellos del Jarama. El propio Garz¨®n explic¨® en su interrogatorio del pasado d¨ªa 31 que rechaz¨® esa querella porque en ese asunto no hab¨ªa nada que se refiriese a un delito contra altos organismos de la naci¨®n, mientras que en el caso del franquismo la querella contemplaba un ¡°plan sistem¨¢tico¡± para eliminar a dirigentes de la Segunda Rep¨²blica leg¨ªtimamente elegidos. Por tanto, los cr¨ªmenes de Paracuellos deb¨ªan ser investigados por el juzgado del lugar en que fueron cometidos. ¡°Se puede aceptar o no, pero est¨¢ perfectamente explicado y razonado¡±, dijo entonces Garz¨®n.
A propuesta del abogado de Garz¨®n, Gonzalo Mart¨ªnez-Fresneda, se dio lectura al voto particular de tres magistrados de la Audiencia Nacional que respaldaron la investigaci¨®n de Garz¨®n y disintieron de la opini¨®n del pleno de la Audiencia de archivar la causa.
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