El ¨²ltimo salto mortal
Tom¨¢s G¨®mez se ha labrado la imagen de ser el bar¨®n territorial del PSOE que va a la contra Tambi¨¦n a base de poner sobre la mesa propuestas innovadoras en las maneras de hacer pol¨ªtica El l¨ªder del PSM declin¨® conceder a este diario una entrevista solicitada en reiteradas ocasiones
Tom¨¢s G¨®mez, de 43 a?os, vive desde julio de 2007 en constante huida hacia adelante. Las circunstancias le han abocado, desde que ese a?o se convirti¨® en secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), a optar entre el salto mortal para tener alguna opci¨®n de caer de pie o la retirada. No en vano se ha enfrentado en cinco a?os a cuatro congresos y unas primarias. As¨ª ha sido cuando tras las generales de 2008, menos de un a?o despu¨¦s de llegar al cargo, se enfrent¨® a la primera revuelta interna de los grupos de la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, elegidos en unas listas que ¨¦l hab¨ªa heredado de su antecesor, Rafael Simancas; cuando en 2010 le dijo no a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y forz¨® unas primarias, que gan¨® por la m¨ªnima, contra la candidata a la que apoyaba la direcci¨®n federal, Trinidad Jim¨¦nez; cuando hace un mes se situ¨® en estudiado silencio junto a Carme Chac¨®n y frente a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba en la carrera por suceder a Zapatero al frente del partido. Y, tambi¨¦n ahora, cuando est¨¢ a punto de comenzar el congreso ordinario en el que para mantener el liderazgo est¨¢ obligado a reforzar su posici¨®n interna.
Y, porque no ten¨ªa nada que perder, todas esas veces G¨®mez ha optado por la pirueta. Las mismas batallas que lo han convertido en un superviviente, le han labrado la imagen en la arena pol¨ªtica nacional del bar¨®n que siempre va a la contra, pero tambi¨¦n el abanderado de las propuestas m¨¢s innovadoras en el partido: ¨¦l puso sobre la mesa las primarias a la francesa que ha adoptado el PSOE, la creaci¨®n de un banco p¨²blico y tambi¨¦n los debates internos entre candidatos, que Madrid ha estrenado esta semana.
Esa obstinaci¨®n de G¨®mez viene marcada por dos circunstancias que han marcado a fuego su manera de actuar en pol¨ªtica. Una es haber sido alcalde desde muy joven, sin haber estado nunca en la oposici¨®n en el Ayuntamiento de Parla, donde fue dos veces el alcalde m¨¢s votado de Espa?a. Y se acostumbr¨® a hacer pol¨ªtica desde el poder, sin que nadie le tosiera y rodeado de aduladores. De ah¨ª que G¨®mez se comporte en pol¨ªtica como si gobernara, m¨¢s que como l¨ªder de la oposici¨®n, pese a que la debacle electoral del PSOE en las auton¨®micas del pasado 22 de mayo le otorg¨® el record de ser el candidato socialista a la presidencia de Madrid con el peor resultado de la historia (26,23%). Tambi¨¦n por eso proyecta una imagen displicente, incluso para sus propios compa?eros. ¡°Ya sabes c¨®mo es el jefe¡±, es desde hace a?os uno de los comentarios recurrentes de sus colaboradores a modo de disculpa del car¨¢cter de su l¨ªder. Prueba de ello es tambi¨¦n la p¨²blica enemistad entre G¨®mez y el portavoz de IU, Gregorio Gordo, que deber¨ªa ser un aliado en la oposici¨®n a Esperanza Aguirre.
La otra circunstancia que le ha marcado es haber vivido como una traici¨®n el enfrentamiento que tuvo con su primer secretario de Organizaci¨®n, Paco P¨¦rez, amigo desde la ¨¦poca de Juventudes Socialistas. En marzo de 2008, tras las elecciones generales, en las que Zapatero tuvo sus peores resultados en Madrid, P¨¦rez pag¨® con su cabeza los primeros movimientos internos para reprochar al secretario general que no se hab¨ªa hecho un esfuerzo suficiente. G¨®mez le declar¨® enemistad eterna y se convirti¨® en un l¨ªder desconfiado, con un c¨ªrculo cerrado de colaboradores, que decide en solitario y, sobre todo, un pol¨ªtico cuya ense?a es ¡°conmigo o contra m¨ª¡±. Y as¨ª resulta que el l¨ªder madrile?o no despierta sensaciones templadas: o desata adhesiones inquebrantables o un rechazo cercano al odio en sus propias filas. Mientras algunos colaboradores cercanos lo definen como una persona cari?osa, incluso detallista en las relaciones personales, con buen sentido del humor y muy trabajador; sus detractores lo describen como una persona dictatorial, con nulas cualidades para el trabajo en equipo, reservado y de mal car¨¢cter.
?Con qu¨¦ imagen quedarse? G¨®mez es un hombre muy estricto consigo mismo: padece hipertensi¨®n, lo que le obliga a ser absolutamente riguroso con su dieta, comer con frecuencia y no fumar ni beber. Apenas necesita unas seis horas de descanso y, en cuanto puede, se castiga en el gimnasio. No tiene hijos y est¨¢ separado, por lo que reparte su escaso tiempo libre entre sus dos mayores aficiones: la pintura y las escapadas en moto. Desde hace unos a?os, compagina su actividad pol¨ªtica con la docencia como profesor a tiempo parcial de la facultad de Econ¨®micas en la Universidad Carlos III.
Como pol¨ªtico ha ganado muchas tablas: se notan en que tiene una buena oratoria, un discurso propio -con algunos bandazos desde posiciones m¨¢s centradas hasta el ala m¨¢s a la izquierda- y se desenvuelve bien en las intrigas palaciegas propias de los fontaneros de los partidos. Es el candidato favorito, porque controla el aparato regional y en este congreso votan 963 delegados ¨Cen su mayor¨ªa cuadros de las agrupaciones a los que ¨¦l coloc¨®- y no los 18.000 militantes de Madrid. Tiene en contra que ya ha perdido unas elecciones y que ha pisado demasiados callos en el partido. Si gana, buscar¨¢ ser la punta de lanza en la oposici¨®n interna a Rubalcaba para optar a ser el recambio en el futuro. Si pierde, no le quedar¨¢n v¨ªas de escape.
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