Nos lo ocultan, ?por qu¨¦?
Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s opacos de Europa y de los ¨²ltimos sin ley de transparencia Las administraciones esconden datos p¨²blicos de sanidad, medioambiente, justicia¡
Tal vez usted quiere saber cu¨¢ntos robos de coches ha habido en su barrio o cu¨¢ntas veces los agentes de polic¨ªa de su comunidad dispararon su arma reglamentaria en acto de servicio. Quiz¨¢s desee conocer el n¨²mero de personas que han fallecido en el quir¨®fano del hospital m¨¢s cercano a su casa, cu¨¢ntas operaciones de cadera han salido bien en ese centro, o si la residencia de ancianos donde vive su padre ha sido sancionada. O es posible que quiera tener datos sobre c¨®mo gastan los partidos pol¨ªticos o los sindicatos el dinero p¨²blico que reciben. Puede que usted quiera trabajar con estas cifras, cruzarlas con otras y analizarlas, o puede que simplemente quiera saciar su curiosidad. En cualquier caso, no podr¨¢ obtenerlas en Espa?a, uno de los pa¨ªses m¨¢s opacos de Europa.
La falta de transparencia parece ser algo instaurado en la cultura pol¨ªtica espa?ola, algo que va m¨¢s all¨¢ de los Gobiernos, sean del color que sean. A veces, incluso cuando ya se ha producido la publicaci¨®n de una informaci¨®n, el Gobierno no tiene tapujos en afirmar que los datos no deber¨ªan haber visto la luz. Es el caso del Ministerio de Industria, que la semana pasada emiti¨® un comunicado de prensa reprochando a la Comisi¨®n Nacional de Energ¨ªa (CNE) la publicaci¨®n de un informe sobre posibles medidas para resolver el d¨¦ficit de las tarifas el¨¦ctricas. El Ministerio lamentaba las consecuencias que la divulgaci¨®n del informe causaba a terceros. Pero la CNE es un organismo independiente que publica informes no vinculantes, incluso si estos afectan a empresas que cotizan en bolsa.
La plataforma Coalicci¨®n Pro Acceso, que integra a 54 organizaciones, hizo a principios de 2010 un experimento. Se llam¨® la Campa?a de las 100 preguntas y trataba de medir la transparencia de las administraciones. En marzo de ese a?o, un ciudadano pregunt¨® al Ministerio de Sanidad: ¡°?Cu¨¢ntas vacunas se compraron para luchar contra la gripe A?, ?a qu¨¦ coste? ?cu¨¢ntas vacunas se han utilizado?, ?cu¨¢ntas han sobrado y qu¨¦ se va a hacer con ellas?¡±. Otro envi¨® en abril al Ministerio de Defensa: ¡°N¨²mero de militares espa?oles fallecidos as¨ª como heridos (de gravedad, leves) en Afganist¨¢n, Irak y L¨ªbano en los ¨²ltimos cinco a?os¡±. En la mayor¨ªa de los casos no hubo respuesta (50%). Silencio administrativo. Solo el 20% de las respuestas fue satisfactorio.
La falta de transparencia parece ir m¨¢s all¨¢ de los Gobiernos, sean del color que sea
Espa?a no se ha subido al carro de los pa¨ªses que han apostado por eso que se ha dado en llamar Open Government (Gobierno Abierto). Estados Unidos, Reino Unido, los pa¨ªses n¨®rdicos, Bulgaria y varios pa¨ªses latinoamericanos poseen leyes de transparencia y acceso a la informaci¨®n. En muchos de esos pa¨ªses empieza a ser posible saber al detalle qu¨¦ es lo que los gobernantes han hecho con el dinero de los contribuyentes. ¡°La falta de voluntad pol¨ªtica de nuestros gobernantes y la secular inercia negativa y resistencia al cambio en las instituciones p¨²blicas ha hecho imposible que contemos con una ley como la que existe en otros pa¨ªses¡±, se?ala Jes¨²s Lizcano, catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y presidente de la ONG Transparencia Internacional Espa?a.
La palabra m¨¢s usada por los Gobiernos que s¨ª se han decidido a abrir las puertas de las administraciones es accountability, concepto que no existe en espa?ol y que suele traducirse como ¡°rendir cuentas con responsabilidad¡±. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es un adalid de la causa. ¡°Para rendir cuentas¡±, dec¨ªa Obama al principio de su mandato, ¡°es necesario transparencia¡±. Algunas de las cosas que permite la iniciativa es consultar en una misma p¨¢gina web (www.data.gov) qui¨¦nes han visitado la Casa Blanca, en qu¨¦ fechas, y si esas personas han donado dinero a las campa?as electorales.
El Gobierno de Mariano Rajoy tiene planeado aprobar en las pr¨®ximas semanas la Ley de Transparencia y Buen Gobierno. La idea es presentarla oficialmente el 17 de abril en Brasilia en un foro internacional impulsado por Estados Unidos y Brasil para fomentar el acceso a la informaci¨®n. Si finalmente es as¨ª, Espa?a dejar¨¢ de ser el ¨²nico pa¨ªs de Europa con m¨¢s de un mill¨®n de habitantes sin ley de transparencia ¡ªLuxemburgo, Chipre y Malta tampoco la tienen. El expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se hab¨ªa comprometido en 2004 a cambiar esa situaci¨®n, pero no lo cumpli¨® en su primera legislatura. En la segunda, el Gobierno socialista lleg¨® a redactar un anteproyecto de ley pero el adelanto de las elecciones tir¨® por los suelos la iniciativa.
Existen todav¨ªa muchas dudas de que la nueva legislaci¨®n vaya a convertir a Espa?a en un pa¨ªs abierto
Existen todav¨ªa muchas dudas de que la nueva legislaci¨®n vaya a convertir a Espa?a en un pa¨ªs abierto que permita a sus ciudadanos consultar todos los datos que no sean confidenciales. El Gobierno del PP ha dicho que Espa?a se pondr¨¢ con la norma a la ¡°vanguardia mundial¡±, pero la Coalici¨®n Pro Acceso asegura que no servir¨¢ de mucho si no se cumplen diez principios b¨¢sicos. ¡°Entre ellos, dos muy importantes: la creaci¨®n de un ¨®rgano independiente que garantice el cumplimiento de la ley y que esta sea considerada como derecho fundamental¡±, se?ala Victoria Anderica, coordinadora de campa?a de Access Info Europe, uno de los fundadores de la plataforma.
Para la Coalici¨®n, estos dos principios son esenciales para que la transparencia no afecte solo a la labor del Gobierno, sino tambi¨¦n a la de las comunidades aut¨®nomas, los jueces y los parlamentarios. Fuentes del Gobierno aseguran que la ley reforzar¨¢ la transparencia de la actividad p¨²blica de todas las administraciones y poderes del Estado, incluido el judicial. Las mismas fuentes se?alan que no es necesario crear un nuevo ¨®rgano que vele por el cumplimiento de la norma sino que se dar¨¢ competencias a uno ya existente.
En teor¨ªa, la ley, que est¨¢ siendo ultimada por el equipo de la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, permitir¨¢ a los ciudadanos preguntar por aquello que no tenga el sello de confidencialidad.
Con ese esp¨ªritu de convertir a los ciudadanos en fiscalizadores del trabajo de los pol¨ªticos, surgi¨® en Reino Unido el lema They work for you, es decir, ¡°ellos [funcionarios p¨²blicos y pol¨ªticos] trabajan para ti [ciudadano]¡±. Esa es una de las webs (www.theyworkforyou.com) del proyecto My Society, fundado en 2003 con la intenci¨®n de dar herramientas en Internet para que los ciudadanos preguntaran al Gobierno lo que quisieran, para controlar el trabajo de los funcionarios o simplemente para comunicarles qu¨¦ arreglos necesitaban las calles. Estando en Londres, David Cabo, un inform¨¢tico espa?ol, vio las distintas webs. ¡°La gente pod¨ªa preguntar cualquier cosa y el Gobierno les respond¨ªa. Eran los pioneros. Yo ni siquiera sab¨ªa lo que era una ley de acceso a la informaci¨®n¡±. A su regreso a Espa?a, Cabo conoci¨® a los responsables de Access Info Europe, una organizaci¨®n con sede en Madrid y proyecci¨®n europea, que batallaba para conseguir que la informaci¨®n de los Gobiernos fuera m¨¢s accesible a los ciudadanos. Del trabajo de ambos, Cabo y Acces Info, nacer¨¢ esta semana una nueva p¨¢gina, tuderechoasaber.es . El objetivo de la web ¡ªque ha conseguido 6.100 euros de financiaci¨®n a trav¨¦s de donaciones que pueden consultarse en la p¨¢gina¡ª es explicar la ley de Transparencia y velar por su cumplimiento. Los usuarios de la p¨¢gina podr¨¢n enviar preguntas a los distintos organismos a trav¨¦s de ella. Las respuestas ser¨¢n publicadas en el mismo lugar. ¡°Sin la presi¨®n social de las preguntas, la ley ser¨¢ una ley m¨¢s sin cumplir¡±, se?ala Cabo.
En teor¨ªa, la ley permitir¨¢ a los ciudadanos preguntar por aquello que no tenga sello de confidencialidad
Hay cientos de historias que han salido de las cuestiones planteadas a los Gobiernos. Muchas de ellas fueron hechas por periodistas. En 2008, la reportera freelance danesa Brigitte Alfter y otros colegas belgas y holandeses, se valieron de la transparencia otorgada por las leyes danesas y holandesas para conseguir algunos informes de las compa?¨ªas farmac¨¦uticas sobre los efectos secundarios de medicamentos. Los informes eran enviados a la Comisi¨®n Europea y los Gobiernos, que los manten¨ªan en secreto. ¡°Estas leyes son extremadamente importantes para nuestro trabajo como periodistas¡±, dice Alfter, que menciona que en pa¨ªses como Suecia, el acceso a la informaci¨®n es un derecho reconocido en la Constituci¨®n desde 1766. ¡°Tenemos el derecho de comprobar lo que se hace exactamente con nuestros impuestos. Mi experiencia me dice que los Gobiernos acaban consider¨¢ndolo parte de la democracia¡±, concluye Alfter, que precisa que es necesario hacer un uso responsable de las peticiones por todo el esfuerzo que supone para los Gobiernos atender las demandas de los ciudadanos.
Andrew Ronnan es otro caso de lo que un simple ciudadano puede llegar a conseguir si sabe c¨®mo y d¨®nde pedir los datos. A Ronnan, un brit¨¢nico al que le gusta la cerveza b¨¢vara, se le ocurri¨® importarla a su pa¨ªs. Pero muchos pubs ten¨ªan acuerdos con los proveedores brit¨¢nicos y no pod¨ªan servir cerveza extranjera. La Comisi¨®n Europea estudi¨® si el caso afectaba a la libre competencia. Ronnan solicit¨® participar en las reuniones de la Comisi¨®n. No le dejaron. Entonces pidi¨® saber los nombres de los participantes, empresarios que trataban de presionar para que las leyes siguieran como estaban. Ronnan llev¨® el asunto a los jueces del Tribunal Europeo. En primera instancia gan¨® y obtuvo el aplauso de todas las organizaciones que piden m¨¢s transparencia. En verano de 2010 los jueces le quitaron la raz¨®n alegando que Ronnan ten¨ªa que probar que ten¨ªa una buena raz¨®n para que se desvelara el nombre de quienes participaban en las reuniones. Ronnan ya no importa cerveza. Ahora le gusta correr maratones.
The Guardian ha montado una p¨¢gina web espec¨ªfica que ayuda a sus lectores a pedir dato
Son los peri¨®dicos brit¨¢nicos quienes est¨¢n exprimiendo las leyes aprobadas en 2005 en Reino Unido. Al igual que otros medios de comunicaci¨®n, el diario The Guardian ha montado una p¨¢gina web espec¨ªfica que ayuda a sus lectores a pedir datos. Simon Rogers es quien se encarga del blog Datablog, donde publica informaci¨®n sobre los datos que est¨¢n accesibles. ¡°Se ha instalado en Reino Unido una cultura donde todos vemos que tenemos derecho a una informaci¨®n que los Gobiernos quer¨ªan mantener fuera del alcance. Los pol¨ªticos lo odian. Es dif¨ªcil luchar contra el libre acceso a la informaci¨®n. ?C¨®mo se puede ser dem¨®crata y estar en contra?¡±
La nueva ley, que tendr¨ªa que estar lista en semana y media si Rajoy quiere cumplir su promesa de aprobarla en los primeros 100 d¨ªas de su Gobierno, puede suponer un cataclismo en el mundo de la informaci¨®n.
Falta por ver todav¨ªa su contenido, cu¨¢nto dinero costar¨¢ y si el Gobierno podr¨¢ responder a todas las preguntas. En ¨²ltima instancia, la ley no solo servir¨¢ para controlar al Estado sino tambi¨¦n para medir el nivel de exigencia de los ciudadanos. El n¨²mero y la calidad de las preguntas y respuestas determinar¨¢n la salud de la democracia en Espa?a.
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