Las elecciones del 25-M, a destiempo para los contendientes
Rajoy, Rubalcaba, Cayo Lara y Rosa D¨ªez hacen campa?a ¡°nacional¡±
Un sinvivir hasta que llegue el pr¨®ximo domingo 25 de marzo y se cuenten las papeletas en Andaluc¨ªa y Asturias. S¨ª, las encuestas parecen claras en la comunidad m¨¢s poblada de Espa?a -y menos en Asturias por la complejidad de los pactos-, pero ya hubo un espejismo en 1996 cuando los sondeos dieron vencedor al PP en Andaluc¨ªa y no fue as¨ª. En el PP se reconoce cierta inquietud, y en el PSOE e IU hay un hilo de esperanza, a veces invisible para el ojo demosc¨®pico. UPyD tiene expectativas en las dos comunidades. Al PP estas elecciones le llegan a destiempo, porque en su cuadro ideal se ten¨ªan que haber celebrado el pasado 20 de noviembre, con las elecciones generales, como siempre hab¨ªa sido; y ya estar¨ªa todo resuelto con el mapa cerrado con sus colores. El PSOE, por su parte, siente a¨²n en el cogote el aliento de esa derrota, cuyas causas el PP no va a permitir que se olviden. El 25-M est¨¢ demasiado cerca de su debacle, lamentan los socialistas.
Con estas circunstancias, los partidos mayoritarios encaran la ¨²ltima semana de campa?a tan a cara de perro como fueron las elecciones generales de hace cuatro meses. Todas las acciones pol¨ªticas de las ¨²ltimas semanas, y as¨ª ser¨¢ hasta el s¨¢bado pr¨®ximo, d¨ªa de reflexi¨®n, tienen un claro componente electoralista. El diario de sesiones del Congreso y del Senado de la ¨²ltima semana est¨¢n plagados de referencias a estas elecciones. Todo lo que han dicho los dos grandes partidos ha pasado por Andaluc¨ªa y Asturias, y as¨ª se lo han afeado desde la tribuna de oradores los representantes de los grupos nacionalistas CiU y PNV, molestos por esa utilizaci¨®n.
En ambos partidos lo reconocen y, no por casualidad, la proliferaci¨®n de portavoces andaluces en la semana parlamentaria ha sido muy llamativa, as¨ª como los temas que han sacado a la palestra. Desde el PSOE, la reforma laboral, - que la izquierda llama ¡°la ley del despido¡± -, el copago farmac¨¦utico y ¡°la amenaza¡± de los recortes que vendr¨¢n en los Presupuestos del Estado, cuya presentaci¨®n ser¨¢ cinco d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, han sido y ser¨¢n elementos constantes de denuncia pol¨ªtica hasta que se apaguen las luces de la campa?a en la medianoche del pr¨®ximo viernes. Es una campa?a nacional, y nadie lo niega. A Javier Arenas, candidato a la presidencia de Andaluc¨ªa por el PP, las medidas de recortes dr¨¢sticos en Catalu?a por el Gobierno de CiU con la colaboraci¨®n imprescindible del PP catal¨¢n, le resultan del todo inconvenientes, porque el adversario las utiliza como si las fuera a tomar Mariano Rajoy para toda Espa?a.
Por eso el PP no puede disminuir las dosis de recuerdo sobre la herencia recibida. Si hay que tomar medidas dr¨¢sticas es por culpa de los socialistas, proclaman. Pero hay otras opciones y otras alternativas, tratan de hacerse o¨ªr los socialistas. En Izquierda Unida, por esta vez, el objetivo no es el PSOE sino el PP y se presentan como la garant¨ªa de ¡°parar a la derecha¡±, en Andaluc¨ªa y en Asturias. Mariano Rajoy, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Cayo Lara y Rosa D¨ªez, est¨¢n tan en campa?a como hace cuatro meses.
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