Interior concede su segundo tercer grado a un preso de la v¨ªa Nanclares
Prisiones tambi¨¦n aleja del Pa¨ªs Vasco a un recluso de la banda por no rechazar la violencia El Gobierno insiste en que no habr¨¢ ning¨²n tipo de beneficio penitenciario sin autocr¨ªtica
El Gobierno ha concedido el segundo tercer grado en menos de dos meses a un preso disidente de ETA recluido en la c¨¢rcel alavesa de Zaballa (que ha sustituido a la antigua prisi¨®n de Nanclares de Oca). Se trata de Joseba Andoni D¨ªaz Urrutia, condenado a seis a?os de c¨¢rcel por pertenecer al entramado de la banda, sin delitos de sangre. En noviembre de 2011 el juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional ya le aplic¨® el art¨ªculo 100.2 del reglamento penitenciario para permitirle salir cada d¨ªa de prisi¨®n por haber cumplido con todos los requisitos que exige la ley a los presos por terrorismo: pedir perd¨®n a las v¨ªctimas, rechazar la violencia y comenzar a hacer frente a las indemnizaciones. El paso dado por Prisiones le permitir¨¢ adem¨¢s iniciar los tr¨¢mites para obtener la libertad condicional.
Se trata del tercer preso disidente de ETA que alcanza esta situaci¨®n en los ¨²ltimos meses. Los otros son Fernando de Luis de Astarloa, que accedi¨® al tercer grado con el Gobierno socialista, y Juan Manuel Fern¨¢ndez P¨¦rez, primer recluso al que el Ejecutivo de Mariano Rajoy concedi¨® esta medida, ambos acogidos a la v¨ªa Nanclares de rechazo individual de la violencia. El colectivo oficial de presos de ETA no acepta esta v¨ªa. Con decisiones como esta el Gobierno quiere dejar claro que es el ¨²nico camino posible para acogerse a beneficios.
Interior tambi¨¦n ha trasladado desde Zaballa a la prisi¨®n de Topas (Salamanca) a Ekaitz Samaniego, miembro de Segi arrestado el pasado enero y condenado por el Supremo a seis a?os de c¨¢rcel por atacar una parada del tranv¨ªa de Vitoria en 2009. El alejamiento de Euskadi obedece a su no rechazo a la violencia.
El palo y la zanahoria
La idea que pretende transmitir el Gobierno es clara: no habr¨¢ acercamientos a Euskadi, ni siquiera en los casos de delitos menos graves, sin renuncia expl¨ªcita del terrorismo. Pero la aplicaci¨®n de la ley ser¨¢ generosa con los que abandonen las directrices de la banda. La misma l¨ªnea de palo y zanahoria que estableci¨® el anterior Gobierno socialista, aunque ahora, tras el comunicado del fin de la violencia, el PSE y el PNV piden al Ejecutivo del PP alg¨²n paso m¨¢s.
El Gobierno asegura que no har¨¢ nada m¨¢s antes de que ETA se disuelva. Pero s¨ª tuvo, la semana pasada, un t¨ªmido gesto hacia los presos del colectivo oficial trasladando a Basauri (Bizkaia) a un recluso con una grave enfermedad mental. Desde el ministerio se insiste en que eso no supone m¨¢s que cumplir con la ley y que la cuesti¨®n de los enfermos se estudiar¨¢ caso por caso.
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