15-M Bis
El clima depresivo es tan abrumador que deprime el ejercicio del derecho de manifestaci¨®n
?ltimamente los acontecimientos se encadenan en racimos para provocar conmociones sist¨¦micas. As¨ª ocurri¨® hace poco m¨¢s de un mes, cuando se produjo la coincidencia de las elecciones andaluzas, la huelga general y el anuncio de los presupuestos del Estado. Aquella conjunci¨®n astral result¨® fat¨ªdica, poniendo fin a la luna de miel del Gobierno de Rajoy. Y ahora acaba de suceder algo parecido en siete d¨ªas de mayo. Hace una semana, la victoria de Hollande solemniz¨® en p¨²blico como nueva verdad oficial lo que todo el mundo descontaba en privado, a saber: que la pol¨ªtica europea de austeridad fiscal, a la que est¨¢ religiosamente afiliado el Gobierno de Rajoy, es un error patol¨®gico que est¨¢ condenando a hundirse en la recesi¨®n a los pa¨ªses perif¨¦ricos, entre los que destaca el nuestro.
Justo un d¨ªa despu¨¦s estallaba la forzada dimisi¨®n de Rato al frente de Bankia que abri¨® una cascada de reacciones en cadena, desde la nacionalizaci¨®n de la quebrada entidad hasta la nueva reforma del sistema financiero improvisada por el Gobierno, ante la desconfianza general de los mercados y de nuestros socios europeos. Y al mismo tiempo se iniciaban los actos conmemorativos del primer aniversario del 15-M: la masiva movilizaci¨®n de resistencia civil contra las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas que est¨¢n hundiendo en la depresi¨®n a la democracia espa?ola.
Semejante conjunci¨®n astral no podr¨ªa ser m¨¢s simb¨®lica y significativa, pues si el 15-M ten¨ªa motivos para protestar el a?o pasado, hoy los tiene mucho m¨¢s que entonces, dado el cl¨ªmax depresivo de s¨²bito desastre y emergencia nacional que se cierne sobre la actualidad espa?ola. En efecto, en el transcurso de un a?o, las condiciones materiales de vida todav¨ªa se han deteriorado m¨¢s, dado el agravamiento de la recesi¨®n causado por la austeridad. Sobre todo para los j¨®venes que protagonizan las movilizaciones, cuya tasa de desempleo ha escalado hasta el 60% pendiendo sobre ellos la amenaza de convertirse en una generaci¨®n perdida. Pero eso no es todo, pues por si fuera poco, ese entorno econ¨®micamente depresivo a¨²n se ha agudizado m¨¢s por razones pol¨ªticas, dada la injusta cruzada de ajuste a cualquier coste ejecutada por el Gobierno del PP, que est¨¢ recortando salvajemente todos los derechos sociales, como el de la salud, y especialmente el que m¨¢s afecta al futuro de los j¨®venes: la educaci¨®n.
De modo que las condiciones objetivas actuales son las m¨¢s propicias para que las manifestaciones de este mayo sobrepasen a las del a?o pasado. Pero no parece que vaya a ser as¨ª. Por el contrario, se dir¨ªa que el clima depresivo es tan abrumador que est¨¢ deprimiendo el ejercicio del derecho de manifestaci¨®n (adem¨¢s de que lo est¨¦ reprimiendo tambi¨¦n el Ministerio del Interior). ?Qu¨¦ razones explican la d¨¦bil respuesta a una movilizaci¨®n cuya causa est¨¢ hoy m¨¢s justificada que nunca? Creo que hay tres explicaciones relacionadas entre s¨ª. La primera es la propia gravedad de la coyuntura econ¨®mica, con el caso Bankia desencadenando un posible colapso sist¨¦mico del sistema financiero espa?ol. Y ante tama?a conmoci¨®n, que amenaza con agravar mucho m¨¢s todav¨ªa la depresi¨®n espa?ola, la conmemoraci¨®n del 15-M es comparativamente un acontecimiento menos relevante.
La segunda es el ¨¦xito de la pol¨ªtica del miedo esgrimida por los gobiernos conservadores europeos (con Merkel a la cabeza y un Rajoy que la secunda m¨¢s papista que el papa), que esperan amedrentar a la poblaci¨®n forz¨¢ndola a prestar su conformista consentimiento a la draconiana austeridad fiscal. Es la administraci¨®n del miedo que denuncia Virilio como medicina terap¨¦utica y tratamiento de choque. Por eso no resulta extra?o que, tras sufrir la terapia de intimidaci¨®n punitiva administrada por Merkel y Rajoy, muchos de los indignados de hace un a?o se hayan convertido en los resignados de hoy.
Pero hay otro modo de entenderlo, y es contemplarlo en perspectiva temporal. Hace un a?o nos hall¨¢bamos ante el final del ciclo socialista y en lo que entonces parec¨ªa la pr¨®xima salida de la crisis. De ah¨ª que crey¨¦ramos encontrarnos en un momento esperanzador, tras despertar de un mal sue?o y a la espera del reinicio inaugural de un nuevo ciclo pol¨ªtico en el que todo resultar¨ªa posible. Ese fue el ¨¢nimo posibilista que entusiasm¨® al 15-M, haci¨¦ndole creer que podr¨ªa regenerar la vida p¨²blica espa?ola. Pero un a?o despu¨¦s ya sabemos que no era as¨ª. Por el contrario, la recesi¨®n ha retornado para demostrarnos que lo peor no ha pasado sino que todav¨ªa va a empeorar m¨¢s. Es la fat¨ªdica depresi¨®n sist¨¦mica que ha terminado por precipitarse sobre nosotros. Una depresi¨®n ante la que no hay nada que hacer, y que condena a la impotencia tanto al 15-M como al gobierno Rajoy.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Crisis econ¨®mica
- Mariano Rajoy
- Opini¨®n
- Recortes sociales
- Manifestaciones
- PP
- Movimiento 15-M
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Bankia
- Gobierno de Espa?a
- Protestas sociales
- Movimientos sociales
- Coyuntura econ¨®mica
- Pol¨ªtica social
- Malestar social
- Gobierno
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Empresas
- Administraci¨®n Estado
- Problemas sociales
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sociedad