El PP valenciano da carpetazo a la era Camps

Alberto Fabra fue elegido ayer presidente de los populares valencianos con un 81,3% de los votos. Hubo un 18,7% de voto en blanco causado por el malestar existente en distintos sectores del partido por la designaci¨®n del consejero de Gobernaci¨®n, Seraf¨ªn Castellano, como nuevo n¨²mero dos. Desde la etapa de Zaplana, los l¨ªderes del PP valenciano hab¨ªan sido elegidos por m¨¢s del 98%, excepto Camps en el congreso de 2004, que obtuvo un 78% por su enfrentamiento con Zaplana.

El malestar procedi¨® ayer, sobre todo, de los seguidores del presidente provincial del PP y de la Diputaci¨®n de Valencia, Alfonso Rus, que considera la elecci¨®n de Castellano un primer paso para intentar desalojarlo del poder, y de sectores exzaplanistas y campistas de la provincia de Alicante. El descontento se amplificar¨¢, probablemente, en los congresos provinciales de Valencia y Alicante, previstos para julio.

La elecci¨®n de Fabra, que sucedi¨® a Francisco Camps tras su dimisi¨®n hace casi un a?o en la presidencia de la Generalitat por el esc¨¢ndalo del caso G¨¹rtel, supone dar carpetazo a una era a la que puso fin un tibio aplauso. El PP valenciano es una estructura que Camps logr¨® controlar pese a las resistencias de Eduardo Zaplana en el congreso de Castell¨®n de 2004, no sin esfuerzo, y sobre la que ejerci¨® un aut¨¦ntico cesarismo a partir del c¨®nclave de Valencia de 2008 hasta su ca¨ªda en julio del a?o pasado.

Ayer la huella de Camps, que no ha acudido al 13? congreso del PP de la Comunidad Valenciana, era casi como si no hubiera existido. Su ausencia en el c¨®nclave que se celebra en el Auditorio de la Diputaci¨®n de Alicante se cubri¨® con una menci¨®n del secretario general saliente, Antonio Clemente, y unos tibios aplausos.

¡°Camps supo en cada momento lo que necesitaba el partido y no dud¨® en hacer sacrificios, pues renunci¨® a sus responsabilidades de Gobierno y de partido para defender su honorabilidad, buscar la verdad y no perjudicar a su partido ni a su Comunidad¡±, dijo Clemente, casi a modo de responso. ¡°Has dejado una huella imborrable en nuestro partido y en esta comunidad, a ti Paco, muchas gracias¡±, a?adi¨®.

Para el PP es dif¨ªcil de calibrar la herencia recibida de Camps porque ni los proyectos fara¨®nicos de los que hizo su estandarte ¡ªahora imposibles de sostener con la crisis econ¨®mica y la mayor¨ªa en venta¡ª, ni los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n ¡ªque condicionar¨¢n al partido varios a?os¡ª permiten aventurar qu¨¦ quedar¨¢ de su impronta en una formaci¨®n que presume de tener 142.000 afiliados, que sostuvo a Mariano Rajoy durante su particular traves¨ªa del desierto en la oposici¨®n y que gobierna con mayor¨ªa absoluta.

La necesidad de limpiar la imagen del partido de los manchurrones de la corrupci¨®n de los a?os de Camps es una de las obsesiones del c¨®nclave, que se clausura hoy. Ninguno de los miembros de la direcci¨®n que design¨® el anterior presidente regional y que, a partir del mi¨¦rcoles, empezar¨¢n a desfilar por el Tribunal Superior de Justicia para declarar por la supuesta financiaci¨®n ilegal del partido, est¨¢ ya en el organigrama.