El Ejecutivo est¨¢ dispuesto a flexibilizar la pol¨ªtica de presos

Ni la proximidad de las elecciones vascas, que previsiblemente se convocar¨¢n para el oto?o, ni las presiones pol¨ªticas m¨¢s radicales o de algunas asociaciones de v¨ªctimas paralizar¨¢n la consolidaci¨®n del final del terrorismo. El ministro y el consejero vasco de Interior, Jorge Fern¨¢ndez y Rodolfo Ares, respectivamente, coincidieron este domingo, en una reuni¨®n celebrada en Bilbao, en la necesidad de impulsar la flexibilizaci¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria mediante la reinserci¨®n individual de los presos, aunque el ministro pide tiempo. Ambos est¨¢n de acuerdo en tratar de evitar que, tras semanas de par¨¢lisis, se frustren las expectativas generadas por la declaraci¨®n de ETA de cese definitivo de la violencia el pasado 20 de octubre.

Fern¨¢ndez, que reclama tiempo, y Ares est¨¢n de acuerdo en impulsar esa consolidaci¨®n en una doble direcci¨®n: el mensaje a ETA y a la izquierda abertzale de que la v¨ªa de la negociaci¨®n con el Ejecutivo est¨¢ cerrada, al igual que la posibilidad de una amnist¨ªa o un indulto general para sus presos, y que su ¨²nica soluci¨®n es la asunci¨®n de su reinserci¨®n individual, como marca la ley. Una propuesta que cuenta con el respaldo de la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica vasca, seg¨²n encuestas recientes del CIS y del Euskobar¨®metro.

A su vez, el Gobierno central realizar¨¢ una pol¨ªtica penitenciaria m¨¢s activa a partir del plan de reinserci¨®n para los presos de ETA anunciado por Fern¨¢ndez hace tres semanas. A¨²n es necesario perfilar los detalles, y estos ser¨¢n fundamentales a la hora de determinar el alcance del mismo, por lo que este fue uno de los temas centrales de la reuni¨®n de de este domingo.

Ares sugiere a Fern¨¢ndez un acercamiento selectivo de presos

Ares sugiri¨® al ministro que los acercamientos de presos de ETA a las c¨¢rceles vascas no se condicionen a su desvinculaci¨®n de la banda, como plantea el plan de reinserci¨®n, y defendi¨® que los trasladados, puestos en contacto con reclusos reinsertados, podr¨ªan evolucionar hacia su desvinculaci¨®n de la banda. Y no al rev¨¦s. Quieren que el ministro estudie las f¨®rmulas posibles, dentro de la legalidad, para que el plan consiga realmente su objetivo: lograr que un n¨²mero significativo de presos se adhiera a los itinerarios de reinserci¨®n.

El ministro se?al¨®, que, en todo caso, en este tema se debe actuar con tiempo y sin prisas.

La opci¨®n del Gobierno por la reinserci¨®n es n¨ªtida. ¡°Vamos a apostar claramente por esa pol¨ªtica¡±, asegur¨® tajante el ministro durante la clausura del congreso, a?adiendo que ¡°es la que m¨¢s se ajusta a la que quieren la sociedad espa?ola y la vasca¡±. Estas frases fueron improvisadas por Fern¨¢ndez en el discurso, posterior a su reuni¨®n con Ares, ya que no se encuentran en el texto que llevaba preparado y que colg¨® el Ministerio del Interior en su web.

La reinserci¨®n tiene un amplio apoyo en el Pa¨ªs Vasco, seg¨²n las encuestas

El Congreso sobre Memoria y Convivencia, celebrado la pasada semana en Bilbao y patrocinado por el Gobierno vasco, ha ratificado tambi¨¦n esta posici¨®n pol¨ªtica, la de la reinserci¨®n individual de los presos de ETA. Y lo ha hecho apostando por la f¨®rmula italiana aplicada a los presos disociados de las Brigadas Rojas, que implica el reconocimiento del da?o causado y el compromiso de rechazo de la violencia, pero que excluye la delaci¨®n. La apuesta por el modelo italiano contradice el camino seguido en Irlanda del Norte, donde se opt¨® por una soluci¨®n colectiva para los presos del IRA.

En 1982, los presos de ETA-pm tambi¨¦n se acogieron a una reinserci¨®n individual, aunque las condiciones legales fueron menos estrictas que las requeridas hoy. Entonces bast¨® un compromiso de rechazo del terrorismo para obtener la reinserci¨®n.

Pese a la ruptura del pacto de Gobierno entre el PSE y el PP hace dos semanas, el consenso entre ambos partidos en pol¨ªtica antiterrorista, y m¨¢s espec¨ªficamente en la penitenciaria, se mantiene en lo fundamental. La imagen, en el congreso de Bilbao, del consejero socialista de Interior, Rodolfo Ares, en frecuente compa?¨ªa de los dirigentes del PP vasco Antonio Basagoiti e I?aki Oyarz¨¢bal, es expresiva de la situaci¨®n: se trata de una ruptura electoralista, motivada por las distintas pol¨ªticas frente a la crisis econ¨®mica, pero a la que no afecta lo que fue la base del pacto, la pol¨ªtica antiterrorista.

Ni las elecciones ni las presiones impedir¨¢n el plan de reinserci¨®n

La novedad es que el Gobierno central pretende recobrar el pulso perdido en las ¨²ltimas semanas. As¨ª lo perciben el Partido Socialista de Euskadi y el PNV. La manera precipitada en la que el ministro del Interior plante¨® su plan de reinserci¨®n coloc¨® al Ejecutivo a la defensiva tras la dura reacci¨®n de algunos dirigentes de asociaciones de v¨ªctimas, de medios influyentes de la derecha medi¨¢tica y de ciertos sectores del PP. Y provoc¨® que desde Interior se tomaran decisiones reactivas para calmar las presiones.

Por otro lado est¨¢ el caso Otegi. El Tribunal Supremo ha dictado sentencia condenando a seis a?os y medio de prisi¨®n al l¨ªder de la izquierda abertzale por colaboraci¨®n con banda armada en el caso Bateragune. Algunos votos particulares consideran que supone una contradicci¨®n con el hecho de que Bildu, creaci¨®n de la Bateragune de Otegi, sea legal desde hace un a?o.

Estos hechos han generado una seria preocupaci¨®n en el PNV y en el PSE, que temen que el malestar causado en el Pa¨ªs Vasco por esta decisi¨®n pueda beneficiar la izquierda abertzale al situarla en posici¨®n de v¨ªctima a pocos meses de las elecciones vascas. Esa inquietud se la han trasladado al Gobierno central.

El Ejecutivo quiere convencer a los presos de que no hay salidas colectivas

Mientras tanto, la izquierda abertzale y ETA han aprovechado esta situaci¨®n para pasar a la ofensiva. El dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria y la banda han lanzado un ¨®rdago, al proponer un di¨¢logo Gobierno-ETA con una propuesta para abordar el desarme y la cuesti¨®n de los presos, con el que pretenden ganar la batalla de la imagen.