La RTVE del PP
El modelo de radio televisi¨®n p¨²blica del Partido Popular es un instrumento de propaganda y proselitismo pol¨ªtico
El modelo de radio televisi¨®n p¨²blica del Partido Popular es un instrumento de propaganda y proselitismo pol¨ªtico a favor del gobierno que sustenta. Lo fue con el Gobierno de Aznar y, todo indica, con las medidas adoptadas por el Ejecutivo de Rajoy estos d¨ªas, que lo volver¨¢ a ser. Ese modelo de televisi¨®n de partido se reproduce en aquellas comunidades aut¨®nomas donde gobierna el PP. Claros ejemplos son Telemadrid o Canal 9.
Los populares tienen una enorme dificultad para gobernar sin controlar la radio televisi¨®n p¨²blica. No saben gobernar sin ella. Necesitan su control. Para ellos es una herramienta clave de gesti¨®n de la opini¨®n p¨²blica que complementa su acci¨®n de gobierno. Forma parte de su cultura pol¨ªtica.
La estrategia de los populares ante el actual servicio p¨²blico de radio televisi¨®n heredado es clara. Se desarrolla en torno a dos l¨ªneas de acci¨®n: la asfixia econ¨®mica y la mordaza pol¨ªtica de RTVE.
El recorte de los 204 millones de euros que ha impuesto el Gobierno en 2012 a la Corporaci¨®n RTVE va m¨¢s all¨¢ del l¨®gico ajuste presupuestario como consecuencia de la crisis. Esta reducci¨®n, en un presupuesto de 1.200 millones de euros, solo puede concretarse a corto plazo en un ajuste del coste de contenidos, ya que se acaba de salir de un ERE que ha afectado a 4.000 trabajadores y en materia de personal debiera haber poco margen. Con esta medida caer¨¢ la calidad de RTVE y, con ello, su audiencia, como ya est¨¢ ocurriendo con los ajustes aplicados hasta el momento: La 1 ha dejado de ser l¨ªder este ¨²ltimo mes, despu¨¦s de 53 meses consecutivos de liderazgo.
De esta manera, se avanza hac¨ªa una televisi¨®n p¨²blica con un bajo presupuesto, de baja audiencia, que no haga sombra a las privadas y orientada a difundir acontecimientos institucionales. Y se da un gran paso hac¨ªa la ¡°eliminaci¨®n de las televisiones p¨²blicas¡±, como afirmaba un alto dirigente popular antes de llegar al Gobierno. Para el PP el concepto de servicio p¨²blico de la radio y televisi¨®n estatal encomendado a la Corporaci¨®n RTVE no requiere de espacios que a¨²nen altas audiencias, ni mantener un p¨²blico fiel a una programaci¨®n de informaci¨®n y cultura. Se trata de llegar a una radio televisi¨®n p¨²blica sin p¨²blico, lo que se traducir¨¢, antes o despu¨¦s, en un importante ajuste de personal ante la ca¨ªda en picado de su cuota de audiencia, y con ella la de los informativos, su aut¨¦ntico objetivo pol¨ªtico.
A corto plazo, el reciente real decreto ley aprobado y convalidado establece una mordaza pol¨ªtica. Con ¨¦l se quiebra el amplio consenso pol¨ªtico exigido por la ley que regula el servicio p¨²blico de radio televisi¨®n de titularidad estatal en torno a la designaci¨®n del presidente y Consejo de Administraci¨®n. Un golpe institucional en toda regla, que significa un paso atr¨¢s en la independencia, neutralidad y pluralismo consagrado por las reformas de Zapatero, que nos devuelve a la televisi¨®n de Aznar y Urdaci. Se vuelve a gubernamentalizar la radio televisi¨®n p¨²blica y todo indica que su mayor¨ªa les llevar¨¢ a modificar el papel del Consejo de Informativos y el Mandato Marco dado por el Parlamento.
Durante las ¨²ltimas semanas, el PP y sus cargos institucionales han realizado una aut¨¦ntica ofensiva contra la televisi¨®n p¨²blica. Se trataba de una campa?a burda orquestada para legitimar una decisi¨®n que ya ten¨ªan tomada de antemano y que se ha materializado en uno de sus m¨²ltiples ¡°decretazos¡± que acompa?an su acci¨®n de gobierno. La mentira y la crisis econ¨®mica han sido una vez m¨¢s los argumentos utilizados para justificar su acci¨®n. Rajoy y los suyos no han querido negociar la representaci¨®n en RTVE, lo mismo que posiblemente no har¨¢n con el resto de los ¨®rganos constitucionales. Su cultura pol¨ªtica les impide gobernar con consensos, acuerdos y admitir la cr¨ªtica. No saben. Para ello es clave controlar la RTVE; y est¨¢n en ello.
RTVE fue durante mucho tiempo la asignatura pendiente de la democracia espa?ola. Despu¨¦s de 30 a?os de televisi¨®n de partido, el Gobierno socialista apost¨® a partir de 2004 por un servicio p¨²blico que garantiza la independencia y sostenibilidad econ¨®mica de la radio y televisi¨®n p¨²blica de titularidad estatal, siguiendo las pautas de los principales pa¨ªses de Europa, como Reino Unido, Francia, Alemania o Italia. Una reforma basada en la idea de dotarla de una aut¨¦ntica independencia pol¨ªtica y econ¨®mica.
Los beneficios y la rentabilidad pol¨ªtica que puede producir su control han impulsado al PP a dar un paso atr¨¢s. Utilizar¨¢ la RTVE en beneficio propio, como ya hizo antes. Y para ello han contado con el apoyo de CiU, que de esta forma legitima su modelo de televisi¨®n p¨²blica en Catalu?a. Pero con ello no solo pierde la democracia, sino todos los espa?oles. Se renuncia a la rentabilidad social y a la cohesi¨®n social y territorial que proporciona un servicio p¨²blico de radio televisi¨®n como el actual. Se renuncia a m¨¢s Espa?a por m¨¢s PP.
Juan Luis Gordo P¨¦rez es diputado PSOE por Segovia y portavoz de la Comisi¨®n de Control de RTVE del GPS.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.