El fiscal pide la entrega de los asesinos del diplom¨¢tico Carmelo Soria bajo Pinochet
El Ministerio P¨²blico los considera autores de los delitos de genocidio, asesinato y detenci¨®n ilegal Agentes de la DINA lo torturaron y asesinaron en 1976 haci¨¦ndolo pasar por un accidente de tr¨¢fico
¡°Pobre Chile¡¡±. Esas fueron las ¨²nicas palabras que el diplom¨¢tico espa?ol Carmelo Soria fue capaz de articular durante el tormento de golpizas y torturas al que le sometieron los agentes de la temida Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA), la polic¨ªa secreta que la dictadura de Augusto Pinochet utiliz¨® como uno de sus principales instrumentos de represi¨®n pol¨ªtica. La fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional ha solicitado al juez Pablo Ruz que reclame a Chile y a Estados Unidos la extradici¨®n de los siete miembros de ese cuerpo que secuestraron y mataron a Soria el 14 de julio de 1976 y dicte una orden de busca y captura internacional contra todos ellos.
Los reclamados, todos ellos en su d¨ªa pertenecientes a la Brigada Mulchen, son Jos¨¦ Remigio R¨ªos San Mart¨ªn, Jaime Lepe Orellana, Guillermo Humberto Salinas Torres, Pablo Blemar Labbe y Patricio Quilhot, todos ellos de nacionalidad chilena, al que se suma el estadounidense Michael Vernon Townley, tambi¨¦n empleado de la DINA.
R¨ªos y Lepe, vestidos de carabineros, fueron los que dieron el alto a Soria con la excusa de una infracci¨®n de tr¨¢fico. Despu¨¦s, lo condujeron a una vivienda que ocupaba Townley. Desde las seis de la tarde de ese d¨ªa hasta la diez de la noche, los esbirros del r¨¦gimen lo mantuvieron maniatado y con la cara vendada. Le rompieron todas las costillas para obligarle a confesar sus relaciones con el Partido Comunista de Chile. Antes de estrangularlo le inyectaron o hicieron beber media botella de pisco para que su muerte pasara por un accidente de tr¨¢fico.
Esa misma madrugada introdujeron el cad¨¢ver de Soria en su coche y lo condujeron hasta un canal donde tiraron el cuerpo y el veh¨ªculo. En el interior de ¨¦ste dejaron media botella de licor y metieron una nota mecanografiada en el bolsillo del diplom¨¢tico espa?ol en la que un supuesto amigo le contaba te¨®ricas infidelidades de su esposa. Esa nota, seg¨²n los investigadores, fue redactada por los propios torturadores. ¡°El cad¨¢ver apareci¨® con las manos crispadas, signo de gran dolor o sufrimiento que es inusual en los accidentes de tr¨¢fico¡±, explica el fiscal en su escrito.
La fiscal¨ªa considera que esos hechos ser¨ªan constitutivos de los delitos asesinato, detenci¨®n ilegal y genocidio ya que se produjeron en un contexto de ¡°represi¨®n sistem¨¢tica y eliminaci¨®n de opositores al r¨¦gimen militar¡±. El Ministerio P¨²blico considera que Espa?a es competente para investigarlos debido a la nacionalidad espa?ola de Soria y a que el proceso que se abri¨® en Chile fue archivado en 1996 aplicando un decreto-ley de 1978 considerado ¡°un acto material de autoamnist¨ªa de la dictadura chilena que se camufl¨® bajo la apariencia de norma jur¨ªdica¡±.
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