¡°La culpa fue nuestra y solo nuestra¡±
Caride Sim¨®n, exjefe del comando Barcelona, ha reconocido ante las v¨ªctimas su responsabilidad y el sinsentido de los cr¨ªmenes terroristas
"Me gustar¨ªa saber c¨®mo un gallego se va a Catalu?a a matar a gente de toda Espa?a porque un vasco que vive en Francia le dice que tiene que hacerlo¡±. Es una de las preguntas que Roberto Manrique, v¨ªctima de Hipercor, ten¨ªa preparadas para Rafael Caride Sim¨®n, de 67 a?os, jefe del comando Barcelona en 1987 y condenado a 790 a?os de c¨¢rcel por el coche bomba que mat¨® a 21 personas e hiri¨® a otras 45. Hay m¨¢s datos extra?os en su biograf¨ªa: fue un etarra tard¨ªo que se integr¨® en la organizaci¨®n en la treintena, casado y con dos hijos.
Caride, aunque era gallego, emigr¨® al Pa¨ªs Vasco en los setenta. Comenz¨® a trabajar en una f¨¢brica y se afili¨® al sindicato LAB, cercano a la izquierda abertzale. De ah¨ª, el contacto con ese mundo y con miembros de ETA le llev¨® a integrarse en una organizaci¨®n terrorista siendo ya un adulto de cierta edad. Ven¨ªa de la lucha antifranquista en Galicia, y seg¨²n explic¨® a Manrique en su visita, en ese momento entendi¨® ¡°que ten¨ªa que hacerlo¡±.
Huy¨® a Francia en 1983; dos a?os despu¨¦s se integr¨® en el comando Barcelona y otros dos m¨¢s tarde regres¨® a suelo franc¨¦s. En 1993 fue detenido en un bar de Toulouse y encarcelado; finalmente, en 2000 fue extraditado a Espa?a. Lleva 19 a?os en prisi¨®n. Mucho tiempo para pensar en el pasado y en el presente¡ tiempo durante el cual su ideario ha evolucionado hasta darse cuenta del sinsentido del grav¨ªsimo atentado ¡ªentre otros¡ª que perpetr¨® en 1987.
Veinticinco a?os despu¨¦s de la matanza, Caride se ha reunido con dos de sus v¨ªctimas. Lo hizo con una mujer llamada Rosa en noviembre y con Roberto Manrique el pasado viernes. Caride culminaba as¨ª un largo proceso de desvinculaci¨®n de la banda terrorista, accediendo a reunirse con v¨ªctimas que le iban a enfrentar al dolor que provoc¨® lo que ¨¦l, en ese momento, consideraba una ¡°lucha necesaria¡±. Ha sido el final de una reflexi¨®n interna complicada. Dif¨ªcil de digerir personalmente y m¨¢s a¨²n de exteriorizar. Porque si desvincularse de una banda terrorista nunca es f¨¢cil, cuando se trata de ETA la decisi¨®n se complica al m¨¢ximo. El control f¨¦rreo de la organizaci¨®n sobre sus reclusos dificulta cualquier iniciativa de autocr¨ªtica. Porque las consecuencias de abandonar la organizaci¨®n no son solo para ellos, que pierden ayudas econ¨®micas y jur¨ªdicas, sino tambi¨¦n para sus familias. Muchos no dan el paso por el miedo de que sus padres y hermanos puedan sufrir rechazo social.
Manrique sali¨® del encuentro convencido de que la reflexi¨®n de Caride era sincera. Le dijo que empez¨® a darse cuenta del horror de la matanza que hab¨ªa cometido en 1996, tres a?os despu¨¦s de su detenci¨®n en Francia, aunque, seg¨²n fuentes cercanas a Caride, ya en el momento del arresto dudaba de que ETA debiera continuar con la violencia. Poco a poco se fue convenciendo de que matar para conseguir objetivos pol¨ªticos estaba mal, y, adem¨¢s, no serv¨ªa para nada. ¡°Frente a su actitud en el juicio, en el que culpaba a la polic¨ªa por no haber desalojado el centro comercial a pesar de que hab¨ªan avisado, el viernes reconoci¨® que la culpa hab¨ªa sido solo suya por poner la bomba. Creo que, aunque los cr¨ªmenes son irreparables, ¨¦l honestamente piensa que se equivoc¨®¡±. ETA tard¨® a?os en echarle del colectivo, a pesar de que su desvinculaci¨®n era evidente, por miedo a la repercusi¨®n que podr¨ªa tener la expulsi¨®n de un miembro tan relevante como ¨¦l. Cuando ya estaba en la c¨¢rcel de Nanclares de Oca (?lava), un d¨ªa desapareci¨® de la lista del colectivo oficial de reclusos de la banda. Fue en octubre de 2010.
Pero Caride representa a una exigua minor¨ªa. Junto a ¨¦l fueron condenados por el atentado de Hipercor Domingo Troiti?o, Josefina Ernaga (ambos sentenciados en 1989 a 794 a?os de prisi¨®n) y Santiago Arr¨®spide Sarasola, Santi Potros, condenado tambi¨¦n en 2003 a 790 a?os de c¨¢rcel por ordenar el atentado. Aunque Santi Potros fue trasladado a la c¨¢rcel de Zuera (Zaragoza) en 2009 despu¨¦s de mostrar su desacuerdo con la ruptura de la tregua de 2006, por el momento todos siguen siendo miembros de un colectivo de presos que se niega a hacer una autocr¨ªtica profunda.?
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