?Ecuador?

Cunde la percepci¨®n de que la semana pasada podr¨ªa haberse cruzado el ecuador de la crisis de la deuda soberana denominada en euros, como los mercados creyeron intuir al hacer descender m¨¢s de un punto porcentual (110 puntos b¨¢sicos) la prima de riesgo del bono espa?ol. Pero claro, como los mercados ¨²ltimamente est¨¢n siempre hist¨¦ricos, esto podr¨ªa deberse a un fugaz espejismo, sin que puedan descartarse nuevos repuntes de nuestro riesgo soberano. Todo depender¨¢ de lo que pase esta misma semana con la reuni¨®n en la cumbre del Consejo Europeo, que deber¨ªa confirmar los presuntos avances acaecidos en la anterior. Unos avances por lo dem¨¢s completamente enigm¨¢ticos, pues no sabemos en realidad cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias ¨²ltimas de todo lo que pas¨®. Veamos los puntos m¨¢s incisivos.

Ante todo, los electores helenos optaron por darle la mayor¨ªa al mismo partido conservador que hab¨ªa creado la crisis griega incumpliendo sus responsabilidades y falsificando las cuentas. Algo que fue recibido con mal disimulado alivio por el resto de europeos, dado que cualquier otro resultado electoral hubiera creado una gran incertidumbre agravando la crisis del euro y amenazando con hacer estallar la moneda ¨²nica. Lo cual implica una hip¨®crita falacia, pues si bien ese resultado nos resultaba beneficioso a los dem¨¢s en t¨¦rminos econ¨®micos, desde la ¨®ptica del civismo y la ¨¦tica signific¨® un aut¨¦ntico desastre moral, por cuanto implicaba el triunfo definitivo de la pol¨ªtica del amedrentamiento. Sencillamente, los griegos se dejaron intimidar por las mal disimuladas amenazas del directorio europeo, renunciando a la resistencia para refugiarse en la resignaci¨®n y el sometimiento.

Pero por una vez, esto confirma el aforismo de que no hay mal que por bien no venga. Pues superada la encrucijada griega, se ha iniciado un aparente cambio de rumbo en la deriva de la crisis sist¨¦mica. Primero fue la cumbre del G-20 en Los Cabos (M¨¦xico), donde la canciller Merkel se qued¨® sola defendiendo su porfiada insistencia en el tr¨¢gico error de la austeridad fiscal, pues todos los actores de la cumbre, desde Obama hasta los poderosos pa¨ªses emergentes, le insistieron en la necesidad acuciante de cambiar de estrategia. Y aunque de momento la canciller no pareci¨® darse por aludida,sin embargo algo debi¨® cambiar en ella. Pues en efecto al final de la semana, en la cumbre informal de Roma entre los cuatro grandes de la eurozona, Merkel vino a dar su brazo a torcer, aceptando supeditar la austeridad fiscal a la prioritaria recuperaci¨®n del crecimiento. ?Ya era hora! Aunque veremos si es verdad, pues dada la experiencia previa, tampoco ser¨ªa extra?o que pese a todo prosiga imponiendo su rigor mortis a los dem¨¢s. ?Qu¨¦ ha pasado para que Berl¨ªn acepte cambiar de estrategia? Hay varias razones, entre las que destacan las condiciones impuestas por el SPD en el Bundestag y la amenaza de una pr¨®xima ca¨ªda en el crecimiento alem¨¢n. De ah¨ª que Merkel aprovechase el resultado electoral griego para escenificar su giro pol¨ªtico sin perder la cara.

Y entretanto prosigue el arriesgado pulso que el presidente Rajoy le ha echado al directorio europeo, tras solicitar formalmente una l¨ªnea de cr¨¦dito blando para rescatar a la banca espa?ola insolvente. Aqu¨ª las espadas siguen en alto en el mismo punto en que quedaron hace dos semanas, cuando Rajoy alarde¨® de que hab¨ªa presionado con ¨¦xito para obtener unas condiciones de pr¨¦stamo extraordinariamente favorables. Se recordar¨¢ que (como expuse aqu¨ª entonces) la jugada se plante¨® como una artima?a legal, canalizando el rescate a trav¨¦s del FROB para que formalmente fuese un cr¨¦dito al Estado espa?ol pero en la pr¨¢ctica recayese sobre los bancos sin afectar el d¨¦ficit ni a la deuda p¨²blica. Pues bien, ahora sabemos que Merkel no se dej¨® enga?ar por la trampa de Rajoy, pues sigue insistiendo en que el rescate vaya al Estado en vez de a la banca, como record¨® el viernes de nuevo en Roma. Y su argumento es que debe ser el Estado espa?ol, y no Bruselas, quien se responsabilice de controlar a los bancos rescatados. ?Bienvenida sea esa profesi¨®n de fe liberal en la regulaci¨®n estatal!

Pero Rajoy sigue dando largas, porfiando en su pulso contra Merkel sin descubrir las cartas con que juega. ?A qu¨¦ se debe esta arriesgada apuesta de Rajoy? ?Solo al trasnochado orgullo del hidalgo espa?ol, como cree el estereotipo de la prensa for¨¢nea? No, se trata de una apuesta pol¨ªtica. Rajoy sabe que Zapatero se hundi¨® por someterse mansamente al dictado del directorio europeo (subida del IVA y bajada del sueldo a los funcionarios). Y Rajoy quiere escenificar que es capaz de resistir la presi¨®n de Merkel y Bruselas. ?Lo lograr¨¢? ?Estamos tambi¨¦n a punto de cruzar el ecuador de la crisis espa?ola?