¡°La campa?a debe durar m¨¢s¡±
El teniente general jefe de la UME aboga por adaptar el inicio y el final del periodo oficial de lucha contra los incendios a las nuevas circunstancias
No hay ninguna urgencia que atender y la ma?ana est¨¢ tranquila en la Unidad Militar de Emergencias (UME). En la sala desde la que se coordinan todas sus actuaciones, y en la que cuando hay alguna intervenci¨®n se vive una gran actividad, cinco hombres se entrenan con programas de simulaci¨®n. Esa tranquilidad durar¨¢ poco. Al d¨ªa siguiente, la UME tendr¨¢ que intervenir en la extinci¨®n de dos de los peores incendios que han azotado Valencia. Se unir¨¢ luego a uno en Zaragoza y otro en Murcia, con lo que emplear¨¢ el 79% de su capacidad en la lucha contra incendios forestales. El verano se presenta peligroso.
¡°El panorama no es muy optimista¡±, reconoce el jefe de la UME, el teniente general Jos¨¦ Emilio Rold¨¢n Pascual, sentado en la sala de reuniones contigua a su despacho. Este hombre, que habla de forma pausada, gestiona a su equipo desde la madrile?a base a¨¦rea de Torrej¨®n de Ardoz (Madrid), una de las siete localizaciones en las que est¨¢ desplegada la unidad. Pese a esa distribuci¨®n geogr¨¢fica, Rold¨¢n explica que la UME trabaja como una unidad, de forma que, si es necesario, los batallones acuden a atender emergencias en cualquier punto de Espa?a, independientemente de su ubicaci¨®n. Son 3.682 hombres y mujeres, de los cuales cada verano 3.000 forman parte del dispositivo contra incendios forestales. 1.500 luchan directamente contra las llamas, sobre el terreno. Otros 1.500, en la retaguardia, para realizar labores de apoyo. Los medios a¨¦reos se componen de 12 aviones anfibios y cuatro helic¨®pteros.
En un momento de ajustes, la pregunta es obligada: ?Este dispositivo se ha visto reducido respecto a a?os anteriores? ¡°En absoluto. La unidad est¨¢ al completo. Hemos sufrido recortes, sobre todo en inversiones, pero no afectan al n¨²mero de efectivos que tengo en el campo, ni a su instrucci¨®n, ni a su adiestramiento ni a su operatividad¡±, responde con rotundidad el teniente general Rold¨¢n. Sin aportar cifras concretas, a?ade: ¡°Los recortes, que han afectado a infraestructuras o materiales, son asumibles. Lo importante es conservar la operatividad de la unidad, y eso lo hemos logrado al cien por cien¡±.
Hemos sufrido recortes pero no afectan al n¨²mero de efectivos¡±
S¨ª hay algo que Rold¨¢n considera que habr¨ªa que ampliar: la duraci¨®n de la campa?a oficial contra los incendios forestales. Esta arranca el 15 de junio y finaliza el 30 de septiembre. Este militar, de 62 a?os y cuatro al frente de la unidad, asegura que, por la experiencia que tiene la UME, ese periodo deber¨ªa ser m¨¢s largo. ¡°Cada a?o empezamos antes y terminamos m¨¢s tarde. El a?o pasado ya se demostr¨®. A finales de octubre est¨¢bamos con 1.000 personas de la UME luchando contra los incendios de Ourense y El Bierzo, cuando la campa?a hab¨ªa acabado te¨®ricamente el 30 de septiembre. Hasta esa fecha hab¨ªan ardido 46.000 hect¨¢reas y en octubre ardieron otras 22.000 solo en esa zona¡±, recuerda.
Este a?o precisamente ha arrancado con una virulencia inusual. En los cinco primeros meses se han registrado 10 grandes incendios, de los que arrasan m¨¢s de 500 hect¨¢reas, frente a los tres de media en el ¨²ltimo decenio. ¡°En nuestro hangar de alerta hay 25 personas las 24 horas y salen en 15 minutos hacia donde haga falta. Este elemento lo tenemos configurado respecto a la emergencia m¨¢s probable, que en invierno son inundaciones o nevadas. Estos primeros incendios nos han llevado por ejemplo a cambiar la configuraci¨®n de alg¨²n batall¨®n, pero cumplimos los plazos igual. Ahora los tenemos todos configurados contra incendios. Si surgiera otro tipo de emergencia, el cambio es muy r¨¢pido¡±.
Junto a una campa?a m¨¢s extensa, habr¨ªa que ahondar en la concienciaci¨®n social. El responsable de la unidad destaca como ¡°factor positivo¡± que ¡°la gente est¨¢ m¨¢s concienciada de cara a las imprudencias¡±, pero a¨²n ¡°hay en determinadas zonas una cultura del fuego importante¡±: ¡°Se piensa que la renovaci¨®n de pastos o la retirada de rastrojos se hacen mediante el fuego. Es una cultura que lleva much¨ªsimos a?os y es dif¨ªcil combatirla. Se tardar¨¢ un tiempo en reconvertir a la gente. Se hacen campa?as de quemas controladas en unas ¨¦pocas en las que vigilamos que no se haga sin control¡±. Preguntado por la limpieza de los montes, contesta: ¡°Es un tema muy complejo y econ¨®micamente casi inviable¡±.
Rold¨¢n se despide con un mensaje de optimismo: ¡°Ha habido a?os en los que tambi¨¦n se consider¨® que la situaci¨®n iba a ser muy peligrosa y al final no se cumplieron los malos presagios¡±. Pero el verano ha comenzado mal.
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