Las protestas en las calles crecen y acaban con cargas policiales

¡°Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra¡±. Esta consigna, que los mineros convirtieron en uno de sus lemas m¨¢s emblem¨¢ticos durante la marcha negra hacia Madrid y que este viernes los funcionarios hicieron suya en las protestas contra los recortes, ilustra el sentir mayoritario de los empleados p¨²blicos: ¡°No vamos a quedarnos con los brazos cruzados mientras nos quitan los derechos¡±, asegur¨® este viernes una funcionaria que particip¨® en una de las protestas convocadas este viernes en la capital.

Los funcionarios de La Moncloa se han concentrado a las puertas del palacio y han abucheado al Gobierno

Las concentraciones espont¨¢neas del jueves, se convirtieron este viernes en protestas m¨¢s organizadas y no cesaron durante toda la jornada. Pero fue de nuevo la movilizaci¨®n frente a la sede nacional del PP, en la calle G¨¦nova de Madrid, convocada por Democracia Real Ya, la que aglutin¨® la movilizaci¨®n de mayor tensi¨®n. Lo que comenz¨® con centenares de personas concluy¨® con una marea de miles de ciudadanos que recorri¨® el centro de Madrid, pas¨® por la sede del PSOE en la calle Ferraz, tom¨® Gran V¨ªa e intent¨® llegar hasta el Congreso, cuyos accesos estaban fuertemente custodiados.

El fuerte blindaje policial ¡ªtres furgones vigilaban el edificio del PP y otros seis intentaban mantener a los concentrados en la acera de enfrente¡ª no pudo impedir que los manifestantes, alrededor de un millar, cortaran el tr¨¢fico de la calle G¨¦nova. Al menos una persona fue detenida tras una carga policial. ¡°Esto nos pasa por un Gobierno facha¡±, ¡°Mariano Rajoy aprovecha y vete hoy¡± o ¡°el pr¨®ximo parado que sea un diputado¡± gritaban los concentrados, que no se olvidaron en sus c¨¢nticos de la diputada del PP Andrea Fabra. Los socialistas le atribuyen la frase ¡°que se jodan¡±, en alusi¨®n a los parados, que ver¨¢n recortada su prestaci¨®n por desempleo, aunque los populares lo niegan.

El PSOE tambi¨¦n fue objetivo de protestas. Una vez concluida la concentraci¨®n en la calle G¨¦nova, los manifestantes emprendieron, de forma espont¨¢nea, la marcha hacia la calle Ferraz, donde se encuentra la sede del PSOE. En el camino, los manifestantes se cruzaron con la delegada de Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, a quien abuchearon. El lanzamiento de una botella desencaden¨® cargas policiales. Varias personas resultaron heridas y al menos hubo tres detenidos, entre ellos, una mujer de avanzada edad.

La ma?ana fue mucho m¨¢s tranquila. Los funcionarios se manifestaron frente a sus centros de trabajo y volvieron a cortar de nuevo el tr¨¢fico en calles c¨¦ntricas de Madrid como el paseo de la Castellana ¨Cunos minutos¨C, la calle Alcal¨¢ o la plaza del Cristo Rey ¨Cen torno a media hora¨C. En la Puerta del Sol, varios cientos de empleados p¨²blicos, la mayor¨ªa liberados sindicales, exigieron la dimisi¨®n de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre.

Las concentraciones llegaron incluso a La Moncloa, donde sus trabajadores se manifestaron frente a las puertas del palacio y abuchearon a los miembros del Ejecutivo a su llegada a la reuni¨®n del Consejo de Ministros, el mismo que ayer aprob¨® el paquete de recortes m¨¢s duro de la democracia.

Muchos de los funcionarios de Nuevos Ministerios, y sus vecinos de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y de Empleo de la Comunidad de Madrid, vistieron de negro ¡°como se?al de luto¡±.

Las movilizaciones de Madrid fueron las m¨¢s numerosas, porque la capital concentra la mayor¨ªa de las Administraciones. Pero tambi¨¦n hubo protestas en otras ciudades. En Valencia, unos dos centenares de trabajadores p¨²blicos se concentraron frente a la sede de la Ciudad de la Justicia al grito de ¡°Manos arriba, esto es un atraco¡±.

Tambi¨¦n tomaron las calles en Catalu?a. Los trabajadores de los diferentes organismos p¨²blicos se concentraron durante unos 15 minutos en sus centros de trabajo como muestra de rechazo al ¡°nuevo ataque¡± del Ejecutivo a la funci¨®n p¨²blica.

¡°El problema es que nosotros no somos el problema. Cuando se pone a la gente contra la pared, es el momento de decir ya basta¡±. Jos¨¦ Miguel Zapatero, economista y funcionario del Ministerio de Agricultura, se muestra indignado con lo que considera ¡°un insulto a la inteligencia¡±. Zapatero piensa que, con las medidas relativas a los funcionarios, no es que se toque el bolsillo: van a afectar al ¡°pan de la gente¡±. Este empleado p¨²blico lleva 27 a?os trabajando en la Administraci¨®n y gana 940 euros mensuales. Hace falta recordar, insiste, que en este colectivo est¨¢n ¡°el m¨¦dico que te cura; el bombero que te apaga el fuego¡± y ¡°el profesor que da clase a tus hijos¡±.

Mientras, los sindicatos no se rinden. Su objetivo final es la huelga. Las centrales sindicales de la funci¨®n p¨²blica est¨¢n en pie de guerra contra el Gobierno central desde el anuncio el mi¨¦rcoles de medidas que les afectan en el salario ¡ªpierden la paga extra de Navidad¡ª y en sus condiciones laborales ¡ªla reducci¨®n de moscosos¡ª. Hasta ahora, CC OO y UGT han ido juntas, en tanto que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) ha ido por su cuenta y casi siempre alejada de las dos centrales anteriores. La situaci¨®n ahora es de m¨¢xima gravedad, seg¨²n la viven los funcionarios, y creen que ha llegado la hora de la unidad.

Todos tienen su cuota que aportar y aunque la CSI-F se va a adelantar en el anuncio de una huelga general para septiembre, no hay duda de que el resto de las centrales sindicales estar¨¢n en la misma posici¨®n. ¡°Se trata de crear una plataforma sindical que englobe a todas las organizaciones de empleados p¨²blicos para aunar fuerzas¡±. Esta es la pretensi¨®n de los responsables sindicales, seg¨²n indicaron a EL PA?S en UGT, CC OO y la CSI-F. Pero son muchos m¨¢s los sindicatos que representan a los funcionarios: dispersos por comunidades aut¨®nomas y por sectores profesionales.

Hasta entonces, hasta septiembre, los funcionarios no estar¨¢n quietos y, como se comprobar¨¢ la pr¨®xima semana, ya tienen previstas algunas acciones de protesta. Cuentan con el apoyo de los partidos de izquierda, que el pr¨®ximo mi¨¦rcoles aprovechar¨¢n la sesi¨®n de control al Gobierno para insistir en la protesta de los empleados p¨²blicos.

Con informaci¨®n de Anabel D¨ªez, F. J. Barroso, Flor Gragera y Carlos Rico.