Espionaje ¡°ingente¡± en las entra?as del Estado
La trama desarticulada por la polic¨ªa dispon¨ªa de un ej¨¦rcito de soplones tanto en la Administraci¨®n central como en empresas de telefon¨ªa, el¨¦ctricas y compa?¨ªas a¨¦reas
La red de tr¨¢fico de datos desarticulada recientemente por la polic¨ªa en la Operaci¨®n Pitiusa manejaba un ¡°ingente¡± volumen de informaci¨®n, seg¨²n consta en el sumario que instruye un juzgado de Barcelona y al que ha tenido acceso EL PA?S. La trama ten¨ªa comprado a un ej¨¦rcito de informadores en Hacienda, Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, Guardia Civil, Instituto Nacional de Empleo, el catastro, la Seguridad Social, Sanidad, Hacienda vasca, Tr¨¢fico, Registro de la Propiedad, juzgados, entidades bancarias, compa?¨ªas el¨¦ctricas, empresas de alquiler de coches, agencias de viaje, compa?¨ªas a¨¦reas, Movistar, Orange e, incluso estaban a punto de conseguir un infiltrado en Visa y otras firmas similares.
La Unidad Territorial de Seguridad Privada de Barcelona inici¨® en mayo pasado una redada que hasta el momento se ha saldado con la detenci¨®n o imputaci¨®n de unas 150 personas. Gran parte de ellas son detectives privados que hab¨ªan tejido una inmensa telara?a de la que formaban parte decenas de funcionarios de la Administraci¨®n central y auton¨®mica, as¨ª como empleados de empresas que manejan datos personales.
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Otra pieza clave en la organizaci¨®n es Mat¨ªas Bevilacqua, un ingeniero inform¨¢tico, un h¨¢bil hacker, capaz de penetrar en cualquier ordenador y piratear todo su contenido. Este hombre ha trabajado para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), seg¨²n ha confirmado a la polic¨ªa el propio servicio de espionaje.
Contaban con tan buenos informantes que incluso alg¨²n sopl¨®n les alert¨® en diciembre pasado de que la polic¨ªa estaba tras sus pasos. As¨ª, en el sumario consta la transcripci¨®n de una llamada en la que uno de los sospechosos habla con otra persona y le avisa: ¡°Al loro y calladita... A m¨ª me acaban de llamar y me han dicho que iba a haber... A m¨ª lo ¨²nico que me ha llegado es que va a haber algo. Cuidado con los aparatos y con todo. Va a haber algo. Seguro al cien por cien¡±.
En otro pinchazo telef¨®nico, otros dos implicados se avisan mutuamente de que la polic¨ªa prepara ¡°una movida muy gorda a nivel nacional¡± y deciden empezar a destruir pruebas y a borrar los indicios incriminatorios que tengan en los discos duros de sus ordenadores.
Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, todav¨ªa no han podido averiguar qui¨¦n dio el chivatazo a los detectives implicados en la trama. No obstante, consideran que se trata de un hecho ¡°muy grave¡±, que, de confirmarse, probar¨ªa que la red contaba con un infiltrado pr¨®ximo a los encargados de las pesquisas.
Un informe de la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Blanqueo de Capitales resalta: ¡°Los detectives de turno o intermediarios cuentan con un capital humano captado en puntos estrat¨¦gicos de la Administraci¨®n, a trav¨¦s de servidores p¨²blicos que a la postre se prestan a actos de corruptela menor, o en entes privados como operadores de telefon¨ªa o entidades bancarias con empleados infieles o la colaboraci¨®n de expertos en inform¨¢tica forense¡±.
El mismo informe agrega que los informantes de la trama ¡°se prestan a ello a cambio de sustanciales prestaciones econ¨®micas, que los peticionarios pagan gustosamente al tratarse de datos confidenciales de primera mano... Los clientes llegan a abonar hasta 30.000 euros por un informe completo sobre la posici¨®n de una empresa concreta en el mercado¡±.
Un dato que permita conocer d¨®nde trabaja un ciudadano cuesta 50 euros; un historial laboral, 100 euros; una declaraci¨®n de renta, entre 2.500 y 3.000 euros; un informe de Hacienda sobre las relaciones de una empresa con sus clientes vale 3.000 euros.
Este obsceno tr¨¢fico il¨ªcito de datos ¡°supone un negocio con gran rentabilidad para todos los miembros de la red, dado el volumen de datos que comercializan¡±, afirma un informe policial. Y a?ade: ¡°Quienes mayores rentas obtienen son los intermediarios de primer o segundo grado, al ser expertos en la gesti¨®n de este tipo de negocios y ser conocedores de las necesidades [de informaci¨®n] que tienen los detectives, empresas de informes comerciales, abogados, etc¨¦tera¡±.
Al existir a veces hasta tres o cuatro intermediarios, la cantidad inicial abonada por el cliente se va fragmentando hasta llegar al ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena (el funcionario o empleado que facilita los datos). A t¨ªtulo de ejemplo, en el sumario se cita a la detective Sara Dionisio, que cobra a un cliente 6.000 euros por un perfil tributario que le facilita un funcionario que percibe por ello 310 euros.
En la investigaci¨®n judicial se menciona tambi¨¦n al detective Juan Antonio Rama, alias Juanito, del que se dice que solo en nueve meses de 2001 lleg¨® a tener unos ingresos superiores a 100.000 euros, aunque posiblemente no todo ese dinero proceda de esta actividad y, adem¨¢s, quiz¨¢s haya que descontar las tarifas que deber¨ªa abonar a sus confidentes. Rama, seg¨²n el sumario, ¡°ocupa un escal¨®n superior en la trama de comercializaci¨®n de informaci¨®n, informes comerciales, obtenci¨®n, cesi¨®n y venta de datos reservados de car¨¢cter personal, con fines lucrativos con una trascendencia desmedida¡±.
En las actuaciones judiciales no figura ning¨²n c¨¢lculo sobre el volumen de datos e informes con los que ha podido traficar esta red a lo largo de los a?os que llevaba operando. Sin embargo, es indicativo que, por ejemplo, uno de los captadores de informaci¨®n acord¨® con uno de sus suministradores ¡ªun funcionario p¨²blico¡ª que le facilitara 500 datos diarios. De haber sido realidad este encargo, eso supone que ese confidente manej¨® en un mes m¨¢s de 10.000 informes.
Los implicados en la trama son plenamente conscientes de que su actividad vulnera el C¨®digo Penal. En una conversaci¨®n telef¨®nica pinchada por la polic¨ªa, uno de los comerciantes pide calma a su cliente porque no puede presionar a la funcionaria: ¡°Hay mosqueo muy gordo. Ella tiene su trabajo. No se va a jugar su puesto de trabajo por las prisas que le metemos. Me dice que tiene tres ni?os y que, si la pillan, va a la puta calle. No vamos a quemarla ni a que nos la pillen¡±.
En el sumario tampoco consta un c¨¢lculo de cu¨¢ntas personas han sido espiadas por esta red. Pero s¨ª queda en evidencia que entre ellas hay desde trabajadores a directivos de empresas, enfermos, deudores de hipotecas, inmigrantes. Hasta Telma Ortiz, hermana de la princesa Letizia, cuyos datos de tipo laboral fueron solicitados por una persona hasta ahora no identificada.
Ninguno de los 150 implicados est¨¢ en prisi¨®n porque los delitos que les imputan est¨¢n poco penados, seg¨²n fuentes policiales. Algunos de ellos est¨¢n defendidos por abogados penalistas tan prestigiosos como Ferm¨ªn Morales, Judit Gen¨¦ y Jordi Bertomeu Garc¨ªa.
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