El 73% de accidentes con v¨ªctimas obedecen a una decisi¨®n incorrecta

El 73% de accidentes con v¨ªctimas obedecen a una mala decisi¨®n al volante, seg¨²n un estudio de L¨ªnea Directa en colaboraci¨®n con el INTRAS de Valencia, y en el que se han analizado casi 174.000 accidentes con v¨ªctimas, en los que hubo m¨¢s de 290.000 conductores implicados. Es decir, de acuerdo con los datos del estudio, casi 130.000 accidentes con v¨ªctimas se hubieran podido evitar si los conductores hubieran sido capaces de valorar correctamente los peligros de la carretera.

A la hora de tomar las decisiones, los errores m¨¢s comunes que cometen los conductores son, seg¨²n el estudio, las distracciones, las malas incorporaciones a la circulaci¨®n, los giros incorrectos, los adelantamientos antirreglamentarios -la l¨ªnea continua, adelantar en curvas de visibilidad reducida o hacerlo cuando la se?alizaci¨®n no lo permite- y no respetar la distancia de seguridad.

En carreteras convencionales, donde se producen el 76% de los siniestros, las colisiones y las salidas de v¨ªa por la izquierda son los accidentes con mayor porcentaje de decisiones incorrectas, con un 85% y un 75%, respectivamente, debido, sobre todo, a situaciones de adelantamiento, en las que el conductor valora de forma err¨®nea variables como el estado de la calzada, la velocidad, la visibilidad o el tiempo que tiene para realizar la maniobra.

En autov¨ªas y autopistas, las decisiones incorrectas provocan sobre todo alcances traseros y colisiones, con un 92% y un 87% respectivamente. El problema m¨¢s destacado en las autov¨ªas es que los conductores se distraen con m¨¢s frecuencia.

Seg¨²n el estudio de L¨ªnea Directa, los hombres de entre 18 y 24 a?os, con menos de dos a?os de antig¨¹edad en el permiso de circulaci¨®n, y los mayores de 65 son los que m¨¢s sufren accidentes por toma de decisiones incorrectas. Los primeros porque tienen una percepci¨®n del riesgo menor y les falta conocimiento y experiencia para resolver adecuadamente las situaciones dif¨ªciles del tr¨¢fico; y los segundos, porque han perdido capacidades y comienzan a percibir menos riesgo.