El ¡®c¨®digo Gallard¨®n¡¯ impone la libertad vigilada a los expresos peligrosos
El Gobierno aprobar¨¢ una amplia reforma penal que supone m¨¢s mano dura
El Consejo de Ministros aprobar¨¢ previsiblemente ma?ana el anteproyecto de ley org¨¢nica que modifica el C¨®digo Penal promulgado en 1995. El Gobierno de Mariano Rajoy impone as¨ª mano dura para determinados delitos y para los autores de los mismos, cumpliendo algunos de sus compromisos electorales. La reforma proyectada por el Ejecutivo afecta a m¨¢s de 100 art¨ªculos de los m¨¢s de 600 que componen el C¨®digo Penal hoy en vigor, seg¨²n un documento al que ha tenido acceso EL PA?S. La revisi¨®n de las penas actuales se articula a trav¨¦s de tres elementos: la incorporaci¨®n de la prisi¨®n permanente revisable, reservada a los supuestos m¨¢s graves de terrorismo; la ampliaci¨®n del ¨¢mbito de aplicaci¨®n de la libertad vigilada e implantaci¨®n de la figura de la ¡°custodia de seguridad¡± que puede ser impuesta a delincuentes reincidentes peligrosos, y la revisi¨®n de la regulaci¨®n del delito continuado.
En la pr¨¢ctica, estos abstrusos conceptos jur¨ªdicos suponen un endurecimiento de las penas y los controles sobre terroristas, delincuentes sexuales y maleantes habituales y multirreincidentes.
A la vez, la reforma impulsada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, elimina de un plumazo todo el cat¨¢logo de faltas ¡ªasuntos menores que recargan de trabajo los juzgados y tribunales¡ª sin que eso signifique que vayan a quedar impunes; por ejemplo, la actividad de los carteristas. Hechos menores como los hurtos ser¨¢n castigados por v¨ªa administrativa, pero por contra podr¨¢n ser penadas hasta con cuatro a?os de prisi¨®n las bandas profesionales que roban carteras.
La prisi¨®n permanente revisable, de exclusiva aplicaci¨®n para los delitos terroristas m¨¢s graves, es una medida ¡°extraordinaria¡±, consistente en la imposici¨®n de una pena de reclusi¨®n indeterminada, si bien sujeta a revisi¨®n: tras el cumplimiento ¨ªntegro de una parte relevante de la condena (35 a?os) y acreditada la reinserci¨®n del penado, este podr¨¢ obtener la libertad si rompe con el grupo terrorista al que pertenec¨ªa y si se muestra dispuesto a la reparaci¨®n moral y material hacia las v¨ªctimas.
Se endurecen las penas para terroristas, violadores y reincidentes
La reforma Gallard¨®n introduce la regulaci¨®n de la llamada ¡°custodia de seguridad¡±. Esta nueva figura, aplicable a los delitos m¨¢s graves ¡ªexcluidos los de terrorismo¡ª, permitir¨¢ que el tribunal pueda imponer que el reo sea privado de libertad hasta un m¨¢ximo de 10 a?os, despu¨¦s de haber finalizado su condena.
Esta medida pretende abordar la ¡°peligrosidad¡± de determinados individuos y la alarma social que habitualmente ocasiona la conducta de quienes atentan contra la vida, la integridad f¨ªsica de las personas y la libertad sexual, as¨ª como las actividades de atracadores, ladrones violentos, terroristas y narcotraficantes.
La ¡°custodia de seguridad¡± es algo que ya funciona desde hace a?os en Alemania, Austria, Suiza, Italia, Francia, Dinamarca, Reino Unido y otros pa¨ªses europeos, aunque viene siendo objeto de controversia. Gallard¨®n anunci¨® su implantaci¨®n en Espa?a tras reunirse hace dos meses con Antonio del Castillo, padre de la joven sevillana Marta del Castillo, asesinada en 2009, y cuyo cad¨¢ver a¨²n no ha sido hallado. Las asociaciones de jueces m¨¢s conservadoras mostraron reticencias.
La reforma modifica las reglas de fijaci¨®n de la pena en los supuestos del delito continuado, una figura que solo podr¨¢ ser aplicada al reo cuando sus acciones criminales tengan una proximidad ¡°espacial y temporal¡±. Se excluye la aplicabilidad de esta figura a los delincuentes sexuales, de forma que ser¨¢n juzgados por cada una de sus agresiones.
El Gobierno agravar¨¢ tambi¨¦n la detenci¨®n ilegal [secuestro de una persona] con desaparici¨®n forzada, especialmente en los casos con motivaci¨®n sexual y con v¨ªctimas menores. El Ejecutivo se muestra as¨ª sensible al endurecimiento de penas solicitado para casos como el de la joven Marta del Castillo o Ruth y Jos¨¦, los ni?os de C¨®rdoba desaparecidos desde hace nueve meses.
Dentro de la panoplia de modificaciones ¡ªen su mayor parte tendentes a endurecer el castigo¡ª solamente hay una suavizaci¨®n del castigo para los toxic¨®manos que delinquen a causa de su adicci¨®n; el acceso m¨¢s r¨¢pido a la libertad condicional de los presos novatos ¡ªque entran por primer vez en la c¨¢rcel¡ª cuando cumplan la mitad de la condena (ahora ¨²nicamente pueden obtener la condicional al cumplir dos tercios de la pena).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.