Los secuestradores escondieron a Cord¨®n en un zulo en un barrio bien
Los captores de Publio Cord¨®n no levantaron sospechas en su barrio de Lyon
Es una peque?a casa coqueta, en la zona residencial de Bron, un barrio bien, a unos 15 minutos en coche del centro de Lyon, al este de Francia. En esta villa con jard¨ªn y doble garaje es donde estuvo secuestrado durante unas dos semanas el empresario soriano asentado en Zaragoza Publio Cord¨®n Munilla, asaltado por varios miembros de los GRAPO el d¨ªa 27 de junio de 1995 cuando sal¨ªa a correr cerca de su casa en la capital aragonesa. Cord¨®n trat¨® de huir cuando se encontraba secuestrado y cay¨® desde el primer piso de la vivienda donde permanec¨ªa retenido, alquilada por sus captores con una identidad falsa. Su cuerpo, en paradero desconocido, estar¨ªa enterrado en el monte Ventoux, a unos 250 kil¨®metros al sur de donde estuvo retenido.
¡°Ni mi esposa, que es bastante cotilla, ni yo, que en aquella ¨¦poca me levantaba pronto cada ma?ana para ir a trabajar y me pasaba el tiempo libre haciendo cosas en el jard¨ªn, hemos visto nada¡±, explica G¨¦rard, vecino directo de la vivienda que las fuerzas de seguridad francesas y espa?olas registraron hace unas semanas para esclarecer el secuestro del empresario. ¡°En aquella ¨¦poca trabaj¨¢bamos casi todos los que vivimos en la calle y nunca notamos nada extra?o¡±, a?ade H¨¦l¨¨ne, su esposa.
La vivienda se encuentra escondida tras una curva inclinada al final de una calle apacible, llegando ya a la carretera principal. Tan solo un par de edificios bajos de construcci¨®n m¨¢s reciente interrumpen la hilera de peque?os chalets con porches y ¨¢rboles. Por la parte trasera, da a un gran colegio con gimnasio, que ya se encontraba all¨ª en los d¨ªas que dur¨® el cautiverio de Cord¨®n. A pocos metros se encuentra una instalaci¨®n de la gendarmer¨ªa, donde los agentes tienen viviendas y alg¨²n edificio administrativo. El n¨²cleo de vida m¨¢s cercano es un caf¨¦ que se encuentra en una peque?a calle.
La propietaria de la casa, la se?ora Mart¨ªnez, es una mujer mayor, de unos ochenta a?os, que sigue viviendo all¨ª y acostumbra a alquilar el primer piso de su vivienda a diferentes inquilinos, seg¨²n explica la pareja que vive al otro lado de la verja desde hace 30 a?os. ¡°Ella se enter¨® de lo ocurrido cuando vino la polic¨ªa a registrar la casa hace unos meses y dice que los hombres a los que se lo hab¨ªan alquilado eran muy amables, incluso me suena que coment¨® que en una ocasi¨®n le hab¨ªan propuesto tomar un aperitivo juntos¡±.
Seg¨²n la portavoz de la Fiscal¨ªa de Par¨ªs, Agn¨¨s Thibault-Lecuivre, encargada de la parte francesa de la investigaci¨®n, cuando las fuerzas de seguridad lograron localizar la casa ¡ªdispon¨ªan de pocas informaciones y muy generales¡ª parte de la vivienda estaba siendo reformada. Pero la zona en la que se encontraba secuestrado Cord¨®n todav¨ªa no se hab¨ªa tocado, por lo que los agentes pudieron encontrar las pistas que permiten ahora esclarecer parte de lo ocurrido hace ya 17 a?os.
Para dar el caso por cerrado, queda todav¨ªa por encontrar el lugar en el que se encuentra enterrado el cuerpo de Cord¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.