¡®Quousque tandem¡¯
Rajoy solo cuenta con la fidelidad de sus votantes, cuya confianza podr¨ªa empezar a desgastarse
La presunta victoria que Mariano Rajoy hab¨ªa obtenido en la eurocumbre del 29 de junio, tras lograr el rescate del agujero bancario gracias al apoyo de Hollande y Monti, ha revelado ser un truco de marketing o una victoria p¨ªrrica, al resultar su precio tan elevado que podr¨ªa significar una derrota total. En efecto, a juzgar por los 32 requisitos exigidos como conditio sine qua non por el MoU europeo (Memorandum of understanding),el dichoso rescate implica no solo la extinci¨®n de las cajas de ahorros tal como las conocemos sino adem¨¢s una dr¨¢stica reestructuraci¨®n de nuestro sistema financiero impuesta desde el exterior (con intervenci¨®n del Banco de Espa?a incluida). Pero eso no fue todo, pues adem¨¢s de tan radical condicionamiento financiero tambi¨¦n se requer¨ªa otro brutal condicionamiento macroecon¨®mico.
As¨ª lo reconoci¨® Rajoy ante el Congreso cuando anunci¨® su fat¨ªdico paquete de recortes adicionales (alza del IVA, confiscaci¨®n de la paga navide?a a los funcionarios, etc.), que despu¨¦s ser¨ªa clandestinamente aprobado por el Consejo de Ministros del viernes 13. Un paquete restrictivo que prolongar¨¢ el agravamiento de la recesi¨®n durante otro par de a?os al menos. Y lo peor de todo es que, adem¨¢s de resultar contraproducente, ese paquete de ajuste ni siquiera ser¨¢ suficiente, a juzgar por la incredulidad de los mercados que descuentan su fracaso anticipado por basarse no en la contenci¨®n del gasto sino en un alza de impuestos que la propia recesi¨®n har¨¢ inviable. De ah¨ª que para oto?o ya se augure otra vuelta de tuerca con un salvaje recorte de las pensiones de jubilaci¨®n y los subsidios de desempleo, como ¨²nica forma de impedir, o al menos de diferir por un tiempo, el oprobio de la intervenci¨®n oficial. Y as¨ª ?hasta cu¨¢ndo? (?quousque tandem?).
Acaba as¨ª el curso pol¨ªtico m¨¢s deprimente de la reciente historia espa?ola, en el que la voracidad del incendio financiero, al que no se puede sofocar por muchas inyecciones de liquidez con que se recapitalice la banca, ha devastado por completo a dos sucesivos equipos de Gobierno, primero el terminal de Rodr¨ªguez Zapatero, que nos hundi¨® en la crisis, y ahora el ne¨®fito de Mariano Rajoy, que ha fracasado por completo de manera lamentable nada m¨¢s empezar a trabajar. Cierto es que ha cometido gruesos errores de bulto al no acometer como se deb¨ªa las reformas esperadas, pues la reforma laboral no introdujo el contrato ¨²nico (agravando en su lugar la precariedad) y la reforma financiera no logr¨® salvar a Bankia mediante su compra por La Caixa (creando en su lugar un s¨¦ptico agujero negro). Pero quiz¨¢s su peor fracaso pol¨ªtico haya sido su contraproducente estrategia de comunicaci¨®n.
El marketing de Rajoy (?dise?ado por Arriola?) buscaba como objetivo prioritario la recuperaci¨®n de la confianza en el Gobierno, que hab¨ªa quedado completamente desacreditada tras la vacua pol¨ªtica de imagen escenificada por el vol¨¢til ZP. Frente a ello, y para corregir la sobreactuaci¨®n medi¨¢tica de su antecesor, Rajoy opt¨® por la sobriedad y el mutismo, disfraz¨¢ndose del parco hombre de pocas palabras: una especie de Gary Cooper que mantiene atada su lengua para dejar que sean sus decisiones las que hablen por ¨¦l. Pero advi¨¦rtase que al proyectar esta imagen circunspecta estaba incurriendo en la misma estrategia ret¨®rica que su antecesor, que es la de tratar de fabricarse una buena reputaci¨®n: del talante de Zapatero al prosaico sentido com¨²n de Rajoy.
La reputaci¨®n a la que aspiraba Rajoy pretend¨ªa ganarse la confianza de tres audiencias bien distintas: su propio electorado, al que cont¨® el relato de la herencia recibida; los mercados externos, a quienes vendi¨® futuros recortes radicales; y la ciudadan¨ªa espa?ola, a la que pretendi¨® confundir a fuerza de eufemismos. Pues bien, tras seis meses de mandato, Rajoy ya ha perdido por completo la confianza (si es que alguna vez tuvo alguna) de estas dos ¨²ltimas audiencias. En cuanto a los mercados, no hay m¨¢s que ver la credibilidad prestada al ¨²ltimo ajuste, medida por la prima de riesgo: la marca Espa?a ya no vende. Lo cual es muy grave, pues hoy no se puede gobernar sin el cr¨¦dito de los mercados. Respecto a los gobernados, es evidente que interpretan el (mal) trato que reciben del Gobierno de acuerdo al lapsus freudiano verbalizado por Fabra: ?que se jodan! De ah¨ª el clima de insumisi¨®n civil que est¨¢ empezando a invadir nuestras calles. Y perder la confianza ciudadana tambi¨¦n puede salir muy caro, pues tanto el cumplimiento tributario como el nivel de la demanda agregada dependen de la opini¨®n p¨²blica imperante (que difiere de la publicada). Por tanto, Rajoy ya solo puede contar con la fidelidad de sus votantes. Pero la confianza de estos tambi¨¦n podr¨ªa empezar a desgastarse, en paralelo al sueldo de los funcionarios: ?quousque tandem abutere Marianus patientia nostra?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Mariano Rajoy
- Opini¨®n
- Imagen pol¨ªtica
- Pol¨ªtica nacional
- Crisis deuda europea
- Prima de riesgo
- PP
- Gobierno de Espa?a
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- PSOE
- Crisis financiera
- Financiaci¨®n d¨¦ficit
- Gobierno
- D¨¦ficit p¨²blico
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Finanzas p¨²blicas
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Econom¨ªa
- Finanzas