Disputa diplom¨¢tica por un at¨²n de 208 kilos

Un at¨²n rojo de 208 kilos de peso ha sido el objeto de la ¨²ltima discordia diplom¨¢tica a prop¨®sito de Gibraltar. El Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores convoc¨® este mi¨¦rcoles al encargado de negocios de la Embajada brit¨¢nica, Daniel Pruce, para entregarle una nota verbal ¡ªes decir, escrita¡ª en la que rechazaba los t¨¦rminos de la queja presentada el d¨ªa anterior por el representante diplom¨¢tico del Reino Unido en Madrid. El agrio intercambio epistolar giraba en torno al incidente protagonizado el pasado viernes por una patrullera de la Guardia Civil y un yate de recreo del Pe?¨®n.

En el ambiente previamente caldeado por el contencioso entre los pescadores de la bah¨ªa de Algeciras y las autoridades gibraltare?as, la conducci¨®n de dos ciudadanos brit¨¢nicos a un cuartel de la benem¨¦rita provoc¨® reacciones incendiarias. El ministro principal de la Roca, Fabian Picardo, habl¨® de ¡°incursis¨®n ilegal¡± de la Guardia Civil y el secretario de Estado brit¨¢nico para Europa, David Lidington, la calific¨® de ¡°vergonzosa, intolerable e ilegal¡±.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, sali¨® este mi¨¦rcoles al paso de estas cr¨ªticas subrayando que la actuaci¨®n de la Guardia Civil fue en todo momento ¡°correcta y legal¡± y que la versi¨®n brit¨¢nica no se ajustaba a la verdad. Por si hiciera falta, record¨® tambi¨¦n que Espa?a no reconoce la jurisdicci¨®n brit¨¢nica sobre las aguas que rodean el Pe?¨®n.

?Qu¨¦ sucedi¨® en realidad? Seg¨²n el resumen del atestado de la Guardia Civil, que Exteriores ha hecho llegar a la Embajada brit¨¢nica, el yate gibraltare?o fue sorprendido a ocho millas mar adentro, en aguas indiscutidamente espa?olas, realizando una actividad ilegal: la pesca del at¨²n rojo, una especie en peligro de extinci¨®n cuya captura sin licencia est¨¢ rigurosamente castigada. La embarcaci¨®n se dio a la fuga y la patrullera de la Guardia Civil consigui¨® alcanzarla a media milla de la colonia, en aguas cuya soberan¨ªa se disputan Espa?a y Reino Unido. Desde all¨ª fue conducida al puerto de Algeciras, donde se levant¨® el atestado, sin que en ning¨²n momento llegasen a estar detenidos los dos tripulantes del yate.

La paradoja del incidente radica en que los protagonistas parecen haberse intercambiado sus papeles habituales. Los pescadores son ahora gibraltare?os; y sus perseguidores, espa?oles. Con una diferencia: las artes que usan los pesqueros espa?oles solo son ilegales en Gibraltar, mientras que la veda del at¨²n rojo es com¨²n a toda la UE.

Aunque las declaraciones altisonantes de estos d¨ªas no crean el ambiente m¨¢s propicio, Madrid y Londres aun conf¨ªan en que las cofrad¨ªas de pescadores de La L¨ªnea y Algeciras y el Gobierno gibraltare?o logren llegar a un acuerdo antes del 31 de julio. La indefinici¨®n actual es el caldo de cultivo para que pueda producirse un incidente al menor pretexto. Y un at¨²n de 208 kilos no es el m¨¢s peque?o.