La Audiencia condena a Mikel Otegi a 34 a?os por el asesinato de dos ¡®ertzainas¡¯

Fue uno de esos casos resueltos por un jurado que de tanto en tanto provocan esc¨¢ndalo. La Audiencia Nacional ha resuelto 15 a?os despu¨¦s la pol¨¦mica suscitada por la Audiencia de Gipuzkoa en la que, en julio de 1997, un tribunal formado por nueve ciudadanos absolvi¨® a Mikel Otegi tras haber matado a sangre fr¨ªa de dos ertzainas al considerar que se encontraba trastornado por el alcohol que hab¨ªa consumido previamente en un concierto. La secci¨®n primera del tribunal lo condena ahora a 34 a?os de c¨¢rcel por atentado y dos asesinatos ¡ªaunque no de car¨¢cter terrorista¡ª y lo absuelve de integraci¨®n en banda armada, delito por el que fue condenado en Francia, el pa¨ªs al que huy¨® tras su absoluci¨®n. Fue all¨ª donde se convirti¨® en miembro de la banda.

La ma?ana del 10 de diciembre de 1995, tras una noche de juerga en la que acudi¨® a un concierto y consumi¨® varias bebidas alcoh¨®licas, Otegi volvi¨® a su domicilio a toda velocidad en su coche, lo que, probablemente, seg¨²n la Audiencia, llam¨® la atenci¨®n de los ertzainas Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez y Jes¨²s Mendiluze, que acudieron al caser¨ªo en el que resid¨ªa. Otegi los recibi¨® con una escopeta de caza de su propiedad para la que ten¨ªa licencia y les dispar¨® a menos de dos metros caus¨¢ndoles la muerte. Despu¨¦s, con toda sangre fr¨ªa, se dirigi¨® al coche patrulla de sus v¨ªctimas y a trav¨¦s de la radio, dijo en tono de chanza: ¡°Batasun, batasun. Para 1035. Un casero ha matado a dos cipayos por la pol¨ªtica que segu¨ªs¡±. Cuando fue detenido, volvi¨® a manifestar orgulloso ante un vecino: ¡°Dos hijos de puta menos¡±.

Otegi fue juzgado a?o y medio despu¨¦s por estos hechos por un tribunal popular en la Audiencia de Gipuzkoa. El jurado lo absolvi¨® en marzo de 1997 al considerar que no era due?o de sus actos cuando dispar¨® contra los dos agentes. En esa resoluci¨®n, el jurado consider¨® que Otegi efectu¨® los disparos contra los ertzainas ¡°sin voluntad ni conciencia de matar¡± y que, tras apretar el gatillo ¡°al recobrar el dominio sobre s¨ª mismo, lament¨® el acto realizado¡± y ¡°se arrepinti¨®¡±. El veredicto apreciaba ¡°la gran cantidad de bebidas alcoh¨®licas consumidas [por el acusado] la noche anterior¡± a los hechos, ¡°que hizo que este alcanzara un estado de embriaguez¡±. Tambi¨¦n destacaba ¡°un trastorno ps¨ªquico¡± consistente en ¡°una personalidad propensa o presdispuesta a experimentar un sentimiento de acoso y persecuci¨®n por parte de la Ertzaintza¡±. Ambos hechos bastaron al jurado para no considerarlo responsable de ambas muertes.

La sentencia fue recurrida por la fiscal¨ªa y el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco (TSJPV) anul¨® el veredicto y orden¨® repetir el juicio. Pero cuando se intent¨® volver a detenerlo, el acusado ya hab¨ªa huido. El Tribunal Constitucional ratific¨® la decisi¨®n del TSJPV y, despu¨¦s, la Audiencia de Gipuzkoa se inhibi¨® en favor de la Audiencia Nacional bas¨¢ndose en la ¡°intencionalidad terrorista¡± del acusado alegada por el fiscal, que asegur¨® que la absoluci¨®n se hab¨ªa producido por ¡°factores ambientales¡±, es decir, por la influencia de la violencia latente en el Pa¨ªs Vasco con ETA todav¨ªa plenamente activa en esos a?os.

Otegi no fue detenido hasta el 22 de febrero de 2003 en Francia, donde fue condenado despu¨¦s por pertenencia a organizaci¨®n terrorista. Tras el cumplimiento de su pena fue entregado a Espa?a para volver a ser juzgado por el asesinato de los ertzainas. En la sentencia, conocida ayer, el tribunal formado por Fernando Grande-Marlaska (presidente), Javier Mart¨ªnez L¨¢zaro (ponente) y Manuela Fern¨¢dez Prado considera que no existe el trastorno que el jurado hab¨ªa apreciado en 1997. Los magistrados entienden que ¡°no padec¨ªa ninguna enfermedad mental¡±, aunque s¨ª ¡°una idea sobrevalorada, una fijaci¨®n que le llevaba a creer ser v¨ªctima de una persecuci¨®n por parte de la Ertzaintza y un car¨¢cter explosivo¡±.

El alcohol que hab¨ªa consumido la noche anterior a perpetrar el atentado tampoco puede eximirle de sus delitos, seg¨²n la sentencia. Seg¨²n los magistrados, Otegi ¡°no era un alcoh¨®lico. No se produjo una disoluci¨®n de conciencia ni una tempestad de movimientos. Se produjo exclusivamente una limitaci¨®n leve de sus facultades volitivas como como consecuencia de la ingesta alcoh¨®lica y la influencia de las ideas sobrevaloradas que ten¨ªa en relaci¨®n con la Ertzaintza. Es decir, que sab¨ªa lo que hac¨ªa al disparar.

Sin embargo, el tribunal considera que sus delitos no tuvieron caracter terrorista, lo que hubiera provocado una agravaci¨®n de la pena que ped¨ªan las acusaciones. Primero, porque no queda probado que Otegi perteneciera a ETA cuando mat¨® a los agentes, pero tambi¨¦n ¡°por la espontaneidad, la falta de preparaci¨®n, la utilizaci¨®n de las propias armas y la entrega posterior a la polic¨ªa¡± tras ejecutar los hechos, lo que se aleja ¡°del modus operandi habitual de las organizaciones terroristas¡±. Tambi¨¦n rechaza la condena por integraci¨®n en ETA porque ya fue condenado por ello en Francia, donde huy¨® tras su absoluci¨®n. El pa¨ªs en el que, poco despu¨¦s, ingres¨® en la banda poco despu¨¦s.