El n¨²mero de presos espa?oles en el extranjero se dispara con la crisis

¡°?Estefan¨ªa Guti¨¦rrez, al tel¨¦fono!¡±, grita alguien al otro lado del m¨®vil. Se escuchan ni?os jugando, mucho movimiento, nadie dir¨ªa que est¨¢ oyendo el sonido de la vida dentro en una c¨¢rcel. La prisi¨®n de Palmasola, en la ciudad amaz¨®nica de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, es una de m¨¢s conflictivas de Latinoam¨¦rica. Estefan¨ªa Guti¨¦rrez, una muchacha de Valladolid, es una de los 2.443 espa?oles que est¨¢n presos en la actualidad en c¨¢rceles fuera de Espa?a. De ellos, el 83% por delitos relacionados con el tr¨¢fico de droga.

En los ¨²ltimos cuatro a?os, el n¨²mero de detenidos en otros pa¨ªses ha aumentado en 637 personas, un 33% m¨¢s. Muchos son los que tratan de solucionar sus problemas econ¨®micos de forma il¨ªcita en el extranjero y casi todos a trav¨¦s de la misma v¨ªa, el consumo o el tr¨¢fico de drogas.

Estefan¨ªa Guti¨¦rrez tiene 23 a?os pero ya sabe lo que es jug¨¢rsela fuera de su pa¨ªs. Mientras trabajaba como camarera, conoci¨® a unos mafiosos que le ofrecieron 8.000 euros por llevar a Espa?a seis kilos de coca¨ªna en una maleta desde el pa¨ªs andino. Pero no era tan f¨¢cil como le hicieron creer y permanece all¨ª desde diciembre de 2011.

¡°Me dijeron que ser¨ªa muy sencillo, que ellos se ocupaban de comprar a un polic¨ªa en el aeropuerto y que no tendr¨ªa problemas. Era mucho dinero, y muy f¨¢cil¡±, explica al otro lado del tel¨¦fono. Es la cl¨¢sica historia, la misma que ha llevado a 2.009 espa?oles a las c¨¢rceles de todo el mundo.

De los casi 1.300 presos espa?oles que hay en Latinoam¨¦rica, 1.196 (el 95%) est¨¢ en prisi¨®n por delitos vinculados a las drogas, la constante de los espa?oles que cumplen condena en c¨¢rceles de todo el mundo. Los otros delitos m¨¢s comunes son robos (3,4%), homicidios y asesinatos (2,3%) y estafas (1,1%).

El Ministerio de Asuntos Exteriores, junto con la ONG Movimiento por la Paz, lleva 12 a?os lanzando campa?as de concienciaci¨®n, ya que los delitos perpetrados fuera de Espa?a son juzgados con la legislaci¨®n del pa¨ªs donde se han cometido. ¡°La gente no suele saberlo, pero en algunos pa¨ªses el consumo es motivo de pena de muerte¡±, explica un portavoz del ministerio, Jes¨²s D¨ªaz. En el caso de Bolivia, donde hay 80 presos espa?oles, su legislaci¨®n es muy severa con este tipo de delitos. Contempla penas de 10 a 20 a?os por tr¨¢fico, y de ocho a 12 por transporte.

Han pasado ocho meses desde que la joven fue detenida y ni ella ni su familia saben cu¨¢ndo se celebrar¨¢ el juicio. ¡°Me han dicho que podr¨ªan caerme ocho a?os¡±, comenta resignada. ¡°Ahora s¨¦ que 8.000 euros es muy poco dinero para la situaci¨®n en la que estoy¡±, a?ade.

Esta joven ha tenido que vivir todo esto pr¨¢cticamente sola. ¡°Antes ven¨ªa un conocido a visitarme, pero hace ya bastante que no s¨¦ nada de ¨¦l¡±. Miembros del consulado espa?ol en Bolivia tambi¨¦n se han acercado un par de veces a verla. ¡°La primera vez me dejaron algo de dinero, porque aqu¨ª todo funciona pagando. Despu¨¦s ya no, dicen que es por la crisis¡±. El consulado debe avisar a la familia de los detenidos siempre que lo soliciten expresamente. Ella desconoc¨ªa esta posibilidad y hasta hace poco tiempo nadie en Espa?a sab¨ªa que estaba presa al otro lado del Atl¨¢ntico.

Movimiento por la Paz trata de completar la asistencia consular a los presos. ¡°Ellos tienen necesidad de contacto con el exterior, nosotros les enviamos prensa, les tratamos de facilitar la comunicaci¨®n con sus familias¡­¡±, explica Mar¨ªa Jos¨¦ Moreno, miembro de esta organizaci¨®n. Adem¨¢s, se preocupan de las necesidades de cada preso, como la atenci¨®n m¨¦dica o jur¨ªdica. ¡°Si necesitan medicinas, tratamos de enviarlas, e instamos a los consulados a que les atiendan¡±, a?ade.

Guti¨¦rrez a¨²n no cuenta con una sentencia firme, por lo que no puede solicitar su traslado a Espa?a. Ella lo sabe y lo acepta. Pero alberga esperanzas. Bolivia es uno de los 31 pa¨ªses que tienen convenios para hacerlo.