En la misma piedra
No se entiende tampoco por qu¨¦ se est¨¢ dispuesto a correr el riesgo de celebrar elecciones ahora
?A qu¨¦ viene convocar elecciones anticipadas en dos comunidades aut¨®nomas en el ¨²ltimo trimestre de 2012, en el que se sab¨ªa con seguridad que se iba a tener que negociar la operaci¨®n de rescate del pa¨ªs? ?A qui¨¦n puede beneficiar la coincidencia del rescate y la celebraci¨®n de elecciones? ?Por qu¨¦ ha decidido el presidente del Gobierno que as¨ª sea? Porque la iniciativa electoral ha sido suya. Tanto en el Pa¨ªs Vasco como en Galicia. Formalmente fue Antonio Basagoiti quien decidi¨® poner fin unilateralmente al pacto de gobierno con el PSOE, no dejando a un lehendakari en minor¨ªa otra opci¨®n que la convocatoria anticipada de elecciones. Formalmente ha sido Alberto Nu?ez Feij¨®o quien ha decidido la disoluci¨®n del Parlamento y la convocatoria de elecciones. Pero ninguno de los dos hubiera podido hacer lo que ha hecho sin el consentimiento de Mariano Rajoy.
A diferencia de lo que ocurri¨® en primavera, cuando se celebraron elecciones en Andaluc¨ªa y en Asturias independientemente de la voluntad del presidente del Gobierno e incluso en contra de ella, en este oto?o las elecciones han sido convocadas, no de manera directa, pero s¨ª inequ¨ªvoca, con el concurso del presidente. Dicho de otra manera. Formalmente han sido Patxi L¨®pez y N¨²?ez Feij¨®o quienes han convocado las elecciones, pero materialmente la decisi¨®n ha sido de Mariano Rajoy.
La pregunta se impone. ?Por qu¨¦ ha decidido el presidente del Gobierno complicar con una doble convocatoria electoral una situaci¨®n ya de por s¨ª muy complicada como es la negociaci¨®n de un rescate? ?No ha sacado ninguna conclusi¨®n de lo que le ocurri¨® en los meses inmediatamente posteriores a su investidura, en los que subordin¨® la acci¨®n de Gobierno a los intereses electorales de su partido en Andaluc¨ªa con los resultados conocidos? ?No se le ha ocurrido que le puede pasar ahora lo mismo intentando retrasar la formalizaci¨®n del rescate a que haya pasado el 21 de octubre? Cuando se tiene que hacer frente a una situaci¨®n de emergencia, ?tiene sentido hacer m¨¢s complicada y dif¨ªcil la toma de decisiones para hacer frente a la misma?
Las elecciones son un momento de polarizaci¨®n ciudadana. Cada partido tiene que poner en pr¨¢ctica una estrategia de polarizaci¨®n, con la finalidad no solo de ganar sino de hacer perder a los dem¨¢s. ?Puede un Gobierno convencer a la ciudadan¨ªa de que est¨¢ negociando un rescate en inter¨¦s de todo el pa¨ªs, cuando retrasa el conocimiento de los t¨¦rminos de dicho rescate a un momento posterior a la celebraci¨®n de las elecciones para beneficiar a su partido?
La subordinaci¨®n de la acci¨®n del Estado al c¨¢lculo electoral es una de las peores formas de hacer pol¨ªtica. Siempre, pero todav¨ªa m¨¢s en una situaci¨®n de emergencia. Es lo que viene haciendo el presidente del Gobierno desde su investidura. Como ha escrito el Financial Times en su editorial del pasado 29 de agosto, ¡°por desgracia, ese tipo de c¨¢lculo sobre su partido pol¨ªtico ha acompa?ado al comportamiento del Gobierno de Mariano Rajoy en la Eurozona desde su victoria por mayor¨ªa absoluta en noviembre pasado¡±.
No se entiende tampoco por qu¨¦ se est¨¢ dispuesto a correr el riesgo de celebrar elecciones en este momento. En el Pa¨ªs Vasco es casi impensable que los resultados puedan ser buenos para el Gobierno. Pero, ?y si no son buenos en Galicia? El Gobierno ya se vio debilitado con el resultado de las elecciones en Asturias y Andaluc¨ªa el 25 de marzo. Una derrota en Galicia supondr¨ªa llover sobre mojado, corri¨¦ndose el riesgo de que se pusiera en marcha incluso un proceso de resquebrajamiento del partido, que ser¨ªa pr¨¢cticamente inevitable si el resultado fuera francamente malo. Y en una situaci¨®n de volatilidad como la que vivimos, eso no es descartable.
La diferencia entre lo que el Gobierno puede ganar y lo que puede perder es tan enorme que no se entiende la decisi¨®n. Si gana, se queda como est¨¢. O incluso peor, ya que la sospecha de que no se ha jugado limpio y se ha ocultado informaci¨®n para obtener la victoria va a estar en el aire. Si pierde, puede ser una cat¨¢strofe. ?Con qu¨¦ credibilidad piensa dirigirse el presidente del Gobierno al pa¨ªs despu¨¦s de las elecciones para explicarle los t¨¦rminos del rescate y convencer a los ciudadanos de que han sido intereses generales y no de partido los ¨²nicos que han sido tomados en consideraci¨®n? Pero lo decisivo no es lo que puede perder el Gobierno, sino lo que puede perder el pa¨ªs. Lo ¨²ltimo que necesitamos en este momento es un Gobierno que pierda legitimidad y que sea percibido, tanto dentro como fuera de Espa?a, como un Gobierno parcial m¨¢s interesado por su partido que por el pa¨ªs. Tras el tropez¨®n de Asturias y Andaluc¨ªa no se entiende.
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