Septiembre negro
Rajoy ha podido enmascarar hasta hoy las razones del fracaso de su pol¨ªtica anticrisis
Hay un viejo dicho que para reflejar la mala suerte de un director de circo, nos dice que le crecen los enanos. Algo as¨ª viene sucedi¨¦ndole a nuestro pa¨ªs en estos ¨²ltimos tiempos. Tal vez la muestra m¨¢s clara sea el episodio de la llegada de subsaharianos a la Isla de Tierra, resuelto gracias a la ejemplar colaboraci¨®n de Marruecos, y que nos recuerda el absurdo de conservar bajo nuestra soberan¨ªa una serie de pedruscos est¨¦riles a un paso de la costa marroqu¨ª. Solo sirven para evocar un pasado colonial y para crear problemas, como este o como el de Perejil. Cierto que su entrega al reino alau¨ª encuentra un obst¨¢culo en el irredentismo del vecino del sur, que cobrar¨ªa alas para insistir en la anexi¨®n de Ceuta y Melilla, casos del todo diferentes al ser ciudades cuyos habitantes inequ¨ªvocamente desean permanecer bajo soberan¨ªa espa?ola. Pero en cualquier caso el status quo encierra un riesgo para todos.
No menos sorprendente ha sido el desarrollo del episodio que parec¨ªa abocar a la concesi¨®n de la libertad condicional al etarra enfermo de c¨¢ncer. La ejecutoria de Uribetxeberria no propiciaba el ejercicio del humanitarismo y es explicable que a las asociaciones de v¨ªctimas se les quebrara el alma al contemplar la previsible excarcelaci¨®n del verdugo de Ortega Lara. Solo que los derechos humanos han de ser aplicados al buen ciudadano y tambi¨¦n al peor criminal, y tanto el C¨®digo Penal como el Reglamento Penitenciario disponen un¨ªvocamente que el requisito para la condicional no consiste estrictamente en ser enfermo ¡°terminal¡±, sino ¡°enfermo muy grave con padecimientos incurables¡±. El diagn¨®stico de carcinoma con met¨¢stasis al pulm¨®n y al cerebelo, que por desgracia conozco de cerca a t¨ªtulo personal, de ser correcto, encaja plenamente en ese criterio y por consiguiente avala la resoluci¨®n del juez Castro; la cual indirectamente responde a la voluntad del ministro del Interior de conjugar firmeza en el marco del Estado de derecho con ausencia de intenci¨®n punitiva en la pol¨ªtica sobre ETA.
De momento, el proceso se ha visto interrumpido por el recurso emitido por la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional, que en su esp¨ªritu beligerante recuerda el recurso elaborado hace a?os por su fiscal jefe frente al auto de Garz¨®n sobre las v¨ªctimas del franquismo: en su texto no solo hay argumentos ¡ªmuy dudosos en este caso, consecuencia de fundarse en el informe de una forense que incumpli¨® el mandato de visitar al enfermo¡ª, sino una cascada de descalificaciones contra la actuaci¨®n del juez Castro. Confiemos en que no se repita el caso Garz¨®n, cuyo punto de partida, suele olvidarse, fue el desaforado escrito del fiscal Zaragoza.
De momento, ganan los amigos pol¨ªticos del carcelero, que se han dado el lujo de responder con serenidad, y pierden la imagen del Estado de derecho y la racionalidad impresa a la pol¨ªtica antiterrorista por Interior, resucitando el esp¨ªritu de fronda en los sectores m¨¢s reaccionarios del PP.
Curiosamente es el ¨²nico momento en que la cohesi¨®n interna del partido de gobierno se vio realmente erosionada. La pol¨ªtica llevada a cabo por el jefe de la oposici¨®n, Rubalcaba, tiene por ¨²nico efecto visible privar a Rajoy de apoyo en cuestiones capitales de inter¨¦s estatal, como la negociaci¨®n en curso para el rescate. En lo dem¨¢s, la ausencia de an¨¢lisis concretos y la obsesi¨®n por evitar cualquier referencia a la g¨¦nesis de la crisis bajo Zapatero, vienen haciendo de las declaraciones socialistas una simple caja de resonancia del malestar general, sin aportarle nada, ya que para estimar que el Gobierno fracasaba, sus declaraciones o aun m¨¢s, las crispadas de sus portavoces femeninas, la voz socialista sobraba. Un buen ejemplo ser¨ªa el art¨ªculo firmado por el propio Rubalcaba en estas p¨¢ginas sobre ¡°los hombres de negro¡± interviniendo en las comunidades aut¨®nomas: toda valoraci¨®n de los elementos disfuncionales registrados en la actuaci¨®n econ¨®mica de las mismas estaba ausente. Un discurso primario que resulta inocuo para el Gobierno de Rajoy.
As¨ª este ha podido enmascarar hasta hoy las razones del fracaso de su pol¨ªtica anticrisis, poniendo por delante el d¨ªa a d¨ªa, hasta el punto de presentar el nuevo rescate como un gran ¨¦xito. Por debajo sigue el avance de su contrarreforma, cuyo emblema ser¨ªa la exaltaci¨®n de la cultura de los toros a costa de la destrucci¨®n de la cultura. Recordemos la privaci¨®n de recursos para la universidad p¨²blica, el copo de la televisi¨®n estatal por sus leales y la crisis financiera inevitable para teatro y cine. M¨¢s Gallard¨®n con su pena de muerte y antiabortismo.
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