Las aportaciones vascas y navarras son inferiores por la f¨®rmula del concierto

El Concierto Econ¨®mico, similar al que aspira Artur Mas para Catalu?a con su pacto fiscal, regula las relaciones tributarias y financieras entre el Gobierno central y los tres territorios de la comunidad aut¨®noma vasca. La recuperaci¨®n de este sistema en 1981 supone b¨¢sicamente que las instituciones forales ¡ªno el Gobierno vasco ni el Parlamento¡ª tienen potestades normativas y recaudatorias en materia fiscal. Las haciendas vascas, una por cada provincia, recaudan la mayor parte de los impuestos y el Pa¨ªs Vasco contribuye luego al sost¨¦n de las cargas generales del Estado a trav¨¦s del denominado Cupo: una cantidad que resulta de aplicar el porcentaje del 6,24% al gasto total del Estado en competencias o servicios no transferidos. Para el presente a?o ronda los 500 millones.

El sistema genera tensiones tanto entre las administraciones central y vasca, como internas, entre el Gobierno vasco y las diputaciones. Las dos primeras tienen ahora mismo en litigio 511 millones y se descuentan dinero mutuamente, casi cada mes, de donde cada una puede: la vasca retiene Cupo, la central se queda los ajustes por IVA. En el ¨¢mbito dom¨¦stico, el Gobierno de Patxi L¨®pez no ha podido hacer, por ejemplo, las reformas fiscales que cre¨ªa precisas para afrontar la crisis, por el bloqueo de las Diputaciones.

Las competencias normativas residen en las Juntas Generales, una especie de Parlamentos provinciales u ¨®rganos de control de las Diputaciones. Estas ¨²ltimas son el poder ejecutivo y las funciones recaudatorias corresponden a los departamentos forales de Hacienda de cada Diputaci¨®n. Es decir, los vascos no pagan sus impuestos al Gobierno aut¨®nomo, sino cada uno a su Diputaci¨®n. As¨ª, no es que el Pa¨ªs Vasco pueda tener en su conjunto deducciones, impuestos, tipos y presi¨®n fiscal diferentes a los establecidos por la Agencia Tributaria para el resto de Espa?a sometido al r¨¦gimen com¨²n ¡ªel impuesto de sociedades, por ejemplo, es m¨¢s bajo¡ª sino que cada provincia puede obrar de modo distinto a su vecina. Y lo hacen. Estas diferencias internas vienen siendo un caballo de batalla constante del Gobierno de L¨®pez, que quiere una fiscalidad homog¨¦nea para todo el territorio vasco y la capacidad normativa residenciada en el Parlamento. En Navarra, la figura jur¨ªdica se denomina Convenio Econ¨®mico y el Cupo se llama Aportaci¨®n. El ¨ªndice de imputaci¨®n en Navarra es el 1,6%, cifra en la que est¨¢ establecida la proporci¨®n de generaci¨®n de renta de Navarra sobre la del total de Espa?a.