¡°No hubo negligencia en la muerte de la interna del CIE Samba Martine¡±

No existe atisbo alguno de que se haya producido una conducta negligente o mala praxis por parte de alguno de los sanitarios que atendieron a la fallecida, y existe, contrariamente, constataci¨®n de que, en cualquier caso, ineludiblemente, se habr¨ªa producido el mismo resultado¡±. La ¡°fallecida¡± es Samba Martine, de 34 a?os, la interna congole?a del Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid que falleci¨® en diciembre seis horas despu¨¦s de haber sido ingresada en el hospital y tras haber pedido asistencia m¨¦dica al menos en 10 ocasiones durante el mes anterior a su muerte ¡ªsolo en una de ellas tuvo int¨¦rprete¡ª. La frase es del magistrado del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 38 de Madrid, que ha archivado la investigaci¨®n penal abierta por estos hechos.

El magistrado confirm¨® su decisi¨®n en un auto dictado el 24 de septiembre que resolv¨ªa el recurso de reforma presentado por la familia. La madre de Samba, Clementine Nijba, recurrir¨¢ ahora en apelaci¨®n ante la Audiencia Provincial de Madrid junto a la acusaci¨®n popular, ejercida por la asociaci¨®n Ferrocarril Clandestino. Clementine est¨¢ convencida, y en el procedimiento hay dos informes m¨¦dicos que apoyan su tesis, de que su hija no habr¨ªa muerto si el servicio m¨¦dico del CIE la hubiera atendido correctamente. Pide, tambi¨¦n que se llame a declarar a todos los implicados, algo que a¨²n no ha sucedido.

El juez sostiene que la atenci¨®n m¨¦dica dispensada por los servicios m¨¦dicos del CIE fue ¡°correcta¡±, y que no era ¡°exigible¡± una actuaci¨®n diferente. La versi¨®n de la familia es otra. Consideran que los facultativos del centro ¡°debieron indagar sobre las causas de los m¨²ltiples s¨ªntomas que presentaba la fallecida y que dieron lugar a que en 10 ocasiones antes de su muerte requiriera asistencia m¨¦dica¡± con ¡°s¨ªntomas, como prurito perianal, tos, dolor tor¨¢cico, s¨ªntomas gripales, fuertes y persistentes dolores de cabeza y retrasos en la menstruaci¨®n, entre otros¡±.

La madre de Samba considera que si estas causas ¡°se hubieran indagado, y se hubieran tratado adecuadamente¡± la muerte podr¨ªa haberse evitado. Una de sus compa?eras en el CIE expres¨® ante la juez de control del centro que la hab¨ªan visto ¡°seriamente enferma¡± y que ¡°no hac¨ªa m¨¢s que llorar, gemir y quejarse¡±. La coordinadora de Cruz Roja dijo que sab¨ªa que Samba estaba enferma desde hac¨ªa tres semanas. Sin embargo, no fue conducida al hospital hasta que la infecci¨®n que padec¨ªa era ya irreversible. Ese mismo d¨ªa muri¨®. Falleci¨® por una ¡°criptococosis sist¨¦mica¡±, enfermedad causada por un hongo que suele darse en personas con las defensas muy bajas. Era portadora del VIH, pero no lo sab¨ªa.

?Debieron los m¨¦dicos del CIE hacerle una prueba de VIH? El juez cree que no era exigible. La familia de la fallecida, por el contrario, argumenta que el personal del CIE sabe perfectamente que los viajes de los inmigrantes subsaharianos son muy duros, que duran unos tres a?os, que es frecuente que las mujeres sean violadas o tengan que dedicarse a la prostituci¨®n en condiciones muy precarias para poder sobrevivir... y que aunque esto no signifique que deba hacerse la prueba del VIH a todos los inmigrantes, s¨ª debe llevarse a cabo ¡°cuando existen indicios de que la persona enferma puede padecer esta inmunodeficiencia¡±. A?aden que la candidiasis perianal que le fue diagnosticada a Samba el primer d¨ªa era un indicio suficiente.

La familia hace alusi¨®n a la orden ministerial de febrero de 1999 sobre normas de funcionamiento del CIE, que recoge que a todos los internos que ingresan se les debe practicar un examen m¨¦dico. Dicen que, en este caso, ¡°o no se llev¨® a cabo o se practic¨® de forma muy deficiente¡±. ¡°Desde un punto de vista sanitario, la importancia de este examen m¨¦dico inicial es b¨¢sica, pues en el CIE son privadas de libertad personas de muy diversa procedencia geogr¨¢fica y perfiles en los que aparecen factores de riesgo a veces graves¡±, indica el recurso de reforma presentado contra el archivo de la investigaci¨®n, que fue desestimado por el juez.

Se pudo evitar la muerte? El dictamen forense solicitado por el juez asegura que incluso ¡°de haberse realizado el diagn¨®stico de la criptococosis (...), el grado de afectaci¨®n era tal que el tratamiento antif¨²ngico hubiera resultado irrelevante para el desenlace final¡±. La familia rebate tal afirmaci¨®n: ¡°Son estudios que se realizaron despu¨¦s de la muerte, es decir, cuando la infecci¨®n es ya claramente irreversible. Y es obvio que ese letal grado de afectaci¨®n no sobrevino s¨²bitamente, sino que constituy¨® el resultado final de un proceso infeccioso desplegado d¨ªa a d¨ªa ante los ojos de los m¨¦dicos del CIE¡±.

En el procedimiento aparecen dos informes m¨¢s. Uno de la doctora Concepci¨®n Colomo y otro de Santiago Moreno Guill¨¦n, jefe de inmunodeficiencia del Hospital Ram¨®n y Cajal. Ambos indican que la muerte pudo evitarse. ¡°La actuaci¨®n de los servicios m¨¦dicos del CIE no parece responder a los protocolos habituales de atenci¨®n cl¨ªnica en consulta, puesto que la paciente ya en la primera visita presentaba s¨ªntomas que debieran haber hecho sospechar una posible patolog¨ªa severa¡±, indica la doctora Colomo en su dictamen, en el que afirma que le debieron haber practicado la prueba del VIH. ¡°Si este seguimiento, valoraci¨®n y diagn¨®stico se hubieran llevado a cabo, se podr¨ªa haber diagnosticado y tratado a tiempo tanto una inmunodeficiencia por la infecci¨®n VIH/Sida como la criptococosis antes de que esta se extendiera por todo el organismo y le produjera la muerte por criptococosis sist¨¦mica¡±.

El doctor Moreno Guill¨¦n, por su parte, se?ala que ante cualquier candidiasis mucosa como le fue diagnosticada a Samba Martine por el prurito perianal, lo que debe hacerse de ¡°excluir la infecci¨®n por VIH como enfermedad subyacente que explique la infecci¨®n f¨²ngica¡±. ¡°El tratamiento de la infecci¨®n por VIH hubiera disminuido de forma relevante el riesgo de desenlace fatal¡±, concluye el m¨¦dico.

La familia pide ahora que se sigan practicando pruebas; que se tome declaraci¨®n a todos los que intervinieron; y que, al menos, se investigue esta muerte de una mujer de 34 a?os que se hallaba privada de libertad en un centro gestionado por el Estado. La Audiencia Provincial ser¨¢ la siguiente en decidir.