Patxi L¨®pez, sin traje de ¡®lehendakari¡¯
El ¨²nico mandato del socialista ha estado hipotecado por un amplio rechazo al pacto PSE-PP, la crisis econ¨®mica y el favoritismo de Zapatero hacia el PNV
Aquella noche del 22 de septiembre de 2010, Patxi L¨®pez ultimaba en su despacho de presidente del Gobierno vasco el discurso que deb¨ªa pronunciar a la ma?ana siguiente, en el debate anual de pol¨ªtica general en el Parlamento de Vitoria. A la misma hora, desde Jerusal¨¦n, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ¡ªforzado por su debilidad en el Congreso¡ª aceptaba por tel¨¦fono todas las condiciones, que Josu Erkoreka, portavoz parlamentario del PNV, le exig¨ªa para traspasar a Euskadi las millonarias transferencias de las pol¨ªticas activas de empleo a cambio de los votos necesarios para sacar adelante los Presupuestos del Estado y la Ley de Econom¨ªa Sostenible.
El presidente espa?ol entregaba as¨ª el bot¨ªn perseguido por la autonom¨ªa vasca durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. En paralelo y ajeno por completo al acuerdo que evidenciaba la capacidad de influencia del PNV, el lehendakari socialista sufr¨ªa una humillante derrota pol¨ªtica, precisamente ante su ac¨¦rrimo rival, que, sin duda, mermaba su autoridad. Desde Euskadi, el PSE-EE nunca ha tenido qu¨ªmica alguna con Zapatero por su descarada propensi¨®n a granjearse la complicidad de I?igo Urkullu, a quien manten¨ªa informado a cualquier hora del d¨ªa de los asuntos de Estado, m¨¢s all¨¢ del terrorismo. El presidente del Euskadi Buru Batzar (EBB) a¨²n recuerda aquella ma?ana en la que, en plena ascensi¨®n a un monte de Durango, recibi¨® una llamada desde La Moncloa para informarle sobre las ¨²ltimas exigencias de Angela Merkel. En Ajuria Enea estas reiteradas escenas se antojaban pu?aladas.
El PNV, y junto a ¨¦l una amplia mayor¨ªa social, se ha empecinado con ¨¦xito en ningunear ostensiblemente durante esta legislatura la figura de Patxi L¨®pez como presidente del Gobierno vasco. En realidad, como vencedor con Juan Jos¨¦ Ibarretxe de las auton¨®micas de 2009 (30 de 75 parlamentarios), jam¨¢s ha asumido que un pacto entre dos partidos constitucionalistas (PSE, 25 esca?os, y PP, 13) le desplazara del poder en un Pa¨ªs Vasco de marcado sentimiento nacionalista.
L¨®pez (Portugalete, Bizkaia, 1959), y con ¨¦l su Gobierno y su partido, se han sentido demasiado prisioneros de este aislamiento social de lluvia fina, acentuado con el trazo grueso derivado de un hostigamiento permanente desde la poderosa Diputaci¨®n de Bizkaia, en manos del PNV desde siempre. ¡°Amigo lehendakari, quiero agradecerte tu presencia en esta asamblea de la patronal de Bizkaia, porque al a?o que viene...¡±, le dijo a modo de despedida adelantada, nada amable, el diputado general Jos¨¦ Luis Bilbao a Patxi L¨®pez ante m¨¢s de cien significados empresarios, el pasado mes de mayo.
Euskadi ha vivido cinco huelgas con una tasa de paro inferior a la media
En materia social, en una comunidad con la mitad de paro que la media estatal, el Gobierno socialista ha encajado at¨®nito la convocatoria de cinco huelgas generales en apenas tres a?os y medio. Los sindicatos nacionalistas, reacios siempre a la mesa de negociaci¨®n, no dudaron en convocar el primer paro apenas 12 d¨ªas despu¨¦s de que L¨®pez eligiera de manera paritaria a los diez consejeros de su Gobierno.
¡°Parece como si les hubi¨¦ramos robado lo que es suyo, como si un socialista jam¨¢s pudiera ser lehendakari¡±, reflexiona un exdiputado del PSE-EE. ¡°Lo que ha ocurrido es que, en esta sociedad, el Gobierno entre los partidos segundo y tercero no responde a la voluntad real de este pueblo. Y eso se va a ver con claridad el d¨ªa 21 (fecha de las elecciones)¡±, replica un dirigente del PNV.
El lehendakari nunca ha superado este desafecto y hay quien sostiene que ¡°tampoco le han ayudado¡± desde su entorno m¨¢s pr¨®ximo. Todav¨ªa se recuerda el fr¨ªvolo reportaje en Vanity Fair, en las primeras semanas de su mandato, que caus¨® hilaridad. Tras a?os preocupados de su seguridad por la amenaza terrorista, los socialistas no han sabido extenderse por los vasos capilares de Euskadi y as¨ª podr¨ªa explicarse su inc¨®moda situaci¨®n de aislamiento. Solo al final de su mandato, L¨®pez, con m¨¢s dominio de la situaci¨®n, ha intentado romper este cors¨¦. Demasiado tarde. ¡°Para la gente siempre ha sido Patxi, no el lehendakari. Y eso se acaba pagando¡±, lamenta un dirigente socialista. Vaya, como si nunca hubiera llevado el traje de lehendakari.
Amenazado por ETA, L¨®pez no va a rentabilizar la llegada de la paz
La suerte de L¨®pez, no obstante, est¨¢ echada. Si las encuestas se cumplen, dejar¨¢ el cargo de presidente vasco el pr¨®ximo diciembre tras un ¨²nico y convulso mandato, acuciado desde el primer d¨ªa por la crisis, la ca¨ªda de la recaudaci¨®n y la llegada de la paz. Esta ¨²ltima era una de las aspiraciones de su discutido pacto ¡°por el cambio¡± con el PP pero que el socialista jam¨¢s rentabilizar¨¢, a pesar de haber serenado el debate pol¨ªtico, excesivamente convulso por los efectos disgregadores del plan Ibarretxe, y derrotar las expresiones violentas con una prusiana pol¨ªtica denominada ¡°tolerancia cero¡±.
Fechas significativas en la legislatura del Gobierno socialista
1 de marzo de 2009. Elecciones auton¨®micas en Euskadi para elegir a los 75 parlamentarios de la novena legislatura. El PSE-EE obtiene 25 esca?os, con el 30,7% de los votos.
1 de abril de 2009. El PSE-EE y el PP suscriben el Acuerdo de Bases para el Cambio. El documento recoge en diez p¨¢ginas el pacto de los dos partidos por el que los populares garantizan la investidura de Patxi L¨®pez y le dan apoyo parlamentario, pero sin entrar en el Ejecutivo.
5 de mayo de 2009. Patxi L¨®pez es designado lehendakari por el Parlamento vasco. Es el primero de un partido no nacionalista.
19 de junio de 2009. ETA asesina en Bilbao al inspector jefe del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa Eduardo Puelles, colocando una bomba lapa en su autom¨®vil. Puelles fue la ¨²ltima v¨ªctima de la banda terrorista en Euskadi. Un mes m¨¢s tarde ETA asesin¨® a dos guardias civiles en Mallorca.
20 de octubre de 2011. ETA anuncia el "cese definitivo" de la "actividad armada", despu¨¦s de 857 v¨ªctimas mortales.
6 de noviembre de 2011. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero visita Ajuria Enea para abordar el cese del terrorismo. Antes Zapatero se hab¨ªa reunido con el mismo objetivo con el presidente del PNV, I?igo Urkullu.
7 de mayo de 2012. El presidente del PP del Pa¨ªs Vasco, Antonio Basagoiti, da por roto el Acuerdo de Bases para el Cambio.
21 de agosto de 2012. Patxi L¨®pez anuncia la disoluci¨®n del Parlamento vasco y la convocatoria de elecciones el 21 de octubre.
Amenazado permanentemente, dolido por el asesinato de muchos compa?eros, sinti¨® c¨®mo ETA ensangrentaba el arranque de su propio mandato cuando un mes despu¨¦s de su toma de posesi¨®n mat¨® con una bomba-lapa al inspector jefe de Polic¨ªa Eduardo Puelles, en Bizkaia. El lehendakari no dio un paso atr¨¢s. Desde las escalinatas del Ayuntamiento de Bilbao, al t¨¦rmino de la manifestaci¨®n de repulsa, L¨®pez advirti¨® a los terroristas de que ¡°se acab¨® la impunidad, se acab¨® la arrogancia de quienes utilizan el argumento del amparo velado de la capucha¡±. Y as¨ª hasta hoy, porque el lehendakari entiende que en Euskadi solo se garantizar¨¢ la llegada de la paz cuando la convivencia en libertad sea una realidad entre diferentes que no olviden el camino recorrido.
Pero L¨®pez, poco partidario de escuchar las previsiones a veces extempor¨¢neas del presidente del PSE, Jes¨²s Eguiguren, decepcion¨® a una inmensa mayor¨ªa cuando se limit¨® a remitir un v¨ªdeo desde EE UU ¡ªa donde hab¨ªa ido en misi¨®n comercial posiblemente para evitar la coincidencia con la Conferencia de Aiete¡ª el d¨ªa que ETA se dio por vencida. Hay quien atribuye esta falta de reflejos medi¨¢ticos al yugo ideol¨®gico que le ha supuesto el pacto con el PP, muy criticado entre la afiliaci¨®n socialista.
Precisamente cuando Antonio Basagoiti rompi¨® el acuerdo, harto de las cr¨ªticas desde el Gobierno vasco a los recortes de Mariano Rajoy, el lehendakari, hijo del hist¨®rico dirigente Lalo L¨®pez Albisu, se liber¨®. Ten¨ªa las manos libres para hilvanar su defensa de la justicia social y del Estado de bienestar con el que se mantiene en un atormentado intento por recuperar a las decenas de miles de votantes que se han quedado por el camino electoral y que le permitan aplacar el descenso (hasta 11 esca?os predice el CIS) en los resultados del 21-O.
L¨®pez, amante de la fotograf¨ªa y el baloncesto, encantado de tomar un pintxo de tortilla por bares de Vitoria, entregado a varios tipos de m¨²sica desde Jacques Brel a Massive Attack y que disfruta con Peter Gabriel y Bruce Springsteen sobre un escenario, intenta ahora que el PSE-EE sea capaz de entrar en un juego de mayor¨ªas para evitar su marginaci¨®n. Quiz¨¢s para ese d¨ªa Rubalcaba, su amigo, ya le habr¨¢ pedido que le acompa?e en Madrid.
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