El separatismo, fuera de la agenda

La primera menci¨®n a la independencia en esta campa?a electoral no sali¨® de los candidatos del Bloque Nacionalista Galego (BNG), a pesar de que, en las ¨²ltimas semanas, han recuperado el ¨¦nfasis en la cuesti¨®n nacional. Tampoco del renacido Xos¨¦ Manuel Beiras, separatista confeso que, al frente de una coalici¨®n con Esquerda Unida, tiene serias posibilidades de volver a sentarse en el Parlamento. Fue la popular Mar¨ªa Dolores de Cospedal, el pasado mi¨¦rcoles en un mitin en Vigo, la que rescat¨® la palabra: ¡°Galicia es protagonista en Espa?a por ser una de las comunidades aut¨®nomas m¨¢s solventes, y no por sus desvar¨ªos independentistas¡±.

La hist¨®rica manifestaci¨®n de la Diada el pasado 11 de septiembre en Barcelona encontr¨® cierto eco en el noroeste. De un lado, Alberto N¨²?ez Feij¨®o se apresur¨® a colocar a Galicia como ejemplo de disciplina. Del otro, el candidato del Bloque a la Xunta, Francisco Jorquera, arrim¨® el ¨¦xito de la convocatoria catalana a su discurso y lleg¨® a exigir un modelo de ¡°concierto fiscal¡±: ¡°Galicia necesita tanto como Catalu?a o Euskadi poder decidir sobre sus asuntos¡±, repet¨ªa estos d¨ªas. El cese definitivo de las acciones armadas de ETA tambi¨¦n posibilit¨® un muy t¨ªmido acercamiento a la izquierda abertzale, con quien la izquierda nacionalista gallega hab¨ªa roto en los ochenta a causa de las actividades violentas. La organizaci¨®n mayoritaria del nacionalismo gallego materializaba as¨ª el giro soberanista de sus tesis, decidido en la asamblea nacional de enero en la que dos escisiones, a derecha e izquierda, abandonaron las siglas del BNG. Los documentos emanados del c¨®nclave establecen como objetivo estrat¨¦gico de la formaci¨®n la ¡°Rep¨²blica de Galiza¡±.

Tras la derrota del bipartito en marzo de 2009 y la llegada de Feij¨®o al poder, el discurso del Bloque, empujado por las consecuencias de la crisis y por la rendici¨®n program¨¢tica de Zapatero en mayo de 2010, adopt¨® ret¨®rica izquierdista. El nuevo BNG asum¨ªa la defensa de ¡°las mayor¨ªas sociales¡± y atacaba al capitalismo especulativo, a los banqueros, a los ricos. El conflicto identitario pas¨® a un segundo plano en las elecciones europeas de 2009, en las municipales y en las generales de 2011. Con ese paso del nacionalismo, el debate sobre el estatus de Galicia dentro del Estado de las autonom¨ªas pr¨¢cticamente desapareci¨® de la arena p¨²blica. Hasta que el hist¨®rico Xos¨¦ Manuel Beiras y su corriente Encontro Irmandi?o rompi¨® amarras con el Bloque y, tras meses de asambleas y transformados en una organizaci¨®n formalmente independentista (Anova), alcanz¨® un pacto con la marca gallega de Izquierda Unida, Esquerda Unida (EU). Con ese pacto, los beiristas atravesaron la frontera que separ¨® durante d¨¦cadas a la izquierda gallega en nacionalista y de obediencia centralista.

El BNG vio el hueco e inmediatamente se lanz¨® a ocuparlo. ¡°Somos la ¨²nica organizaci¨®n nacionalista que se presenta a estas elecciones¡±, tomaron como estribillo militantes y dirigentes del Bloque, al tiempo que criticaban la entrega de su exl¨ªder, Beiras ¡ªque les condujo a su techo hist¨®rico¡ª, ¡°en brazos del espa?olismo¡±.

Pero si ha existido un tab¨² es el que ha apartado la palabra ¡°independencia¡± del arsenal te¨®rico del Bloque. Sus documentos solo se refer¨ªan al derecho de autodeterminaci¨®n. Un 4,3% de los gallegos se sienten ¡°solo gallegos¡± y un 19,6 ¡°m¨¢s gallegos que espa?oles¡±, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro del CIS, de septiembre.