El PNV volver¨¢ a gobernar Euskadi

El PNV volver¨¢ a gobernar en Euskadi. Su presidente y candidato, I?igo Urkullu, ser¨¢ el pr¨®ximo lehendakari, seg¨²n el resultado de las primeras elecciones auton¨®micas, celebradas ayer, en ausencia de ETA y con la participaci¨®n de todas las sensibilidades pol¨ªticas.

Los comicios arrojan, como se preve¨ªa, una holgada mayor¨ªa nacionalista (48 de 75 esca?os) y un fuerte retroceso de los partidos constitucionalistas. El PSE-EE paga muy caro su paso por el Gobierno vasco, con la escalofriante p¨¦rdida de nueve parlamentarios, mientras el PP, su socio en la legislatura anterior, ve reducida su presencia a 10 de los 13 esca?os de que dispuso en 2009. UPyD revalida el suyo. Por el contrario, Mikel Arana present¨® anoche su dimisi¨®n porque Ezker Anitza, la marca vasca de IU, se queda fuera del Parlamento.

Estos comicios, con una participaci¨®n (65,8%) ligeramente superior a la de las auton¨®micas anteriores convulsionan el mapa pol¨ªtico vasco con la sonora irrupci¨®n de la izquierda abertzale, bajo la nueva marca electoral de EH Bildu. Con 21 esca?os, se asienta como segunda fuerza en Euskadi. No amenaza la situaci¨®n dominante del PNV, pero s¨ª margina ostensiblemente al PSE-EE, que encaja un serio retroceso. Todo ello en una jornada electoral acompa?ada por la lluvia y sin mayores incidentes que la presencia de seis radicales exigiendo derechos para los presos de ETA cuando el todav¨ªa lehendakari, Patxi L¨®pez, intentaba votar en Bilbao.

El PNV apuntala con 27 parlamentarios su tradicional dominio en Euskadi, y lo hace con un mensaje y un candidato diferentes al anterior examen auton¨®mico. As¨ª, I?igo Urkullu sale fortalecido de la apuesta pol¨ªtica personal que supon¨ªa comparecer por primera vez como aspirante a lehendakari desde la presencia de un partido que hab¨ªa perdido el poder a manos del pacto PSE-PP a pesar de haber ganado las elecciones. Lo ha hecho posible arrop¨¢ndose de un discurso mucho menos identitario que el jaleado por su antecesor, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, quien alcanz¨® hasta 30 parlamentarios, pero sin la presencia de la antigua Batasuna. Esta anhelada vuelta al Gobierno vasco tambi¨¦n tendr¨¢ su repercusi¨®n en el pr¨®ximo relevo obligado de Urkullu como m¨¢ximo responsable del PNV, ya que evitar¨¢ guerras internas, habida cuenta del incuestionable triunfo del sector vizca¨ªno, que proyectar¨¢ a Andoni Ortuzar como m¨¢s previsible sucesor.

La izquierda radical se siente ganadora porque supera con creces todas sus anteriores conquistas electorales, pero silencia su disgusto por la amplia ventaja de seis esca?os que le separan del PNV y, sobre todo, por el apretado resultado de Gipuzkoa, donde ya acusa seriamente el desgaste que supone su acci¨®n de gobierno en la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n.

Con todo, Patxi L¨®pez se convierte en el gran derrotado de la noche electoral. Su ef¨ªmero paso por el Gobierno vasco se ha traducido en una frustraci¨®n, al encajar una escalofriante p¨¦rdida de respaldo social. La incomprensi¨®n del pacto con el PP al inicio de la legislatura ha pesado como una losa en la mayor¨ªa del electorado, que no ha valorado su f¨¦rrea oposici¨®n final a los recortes del Ejecutivo Rajoy ni la apuesta por el mantenimiento del Estado de bienestar. En unos comicios excesivamente comprometidos con la apuesta por el nuevo marco jur¨ªdico de Euskadi, la posici¨®n del PSE-EE en contra de la independencia y del centralismo no ha encontrado un discurso propio.

Adem¨¢s, la salida del Gobierno agudiza la soledad institucional de los socialistas vascos, aunque es evidente que har¨¢n valer sus esca?os en el juego de mayor¨ªas que se antoja determinante en la nueva legislatura. A pesar de las g¨¦lidas relaciones entre Urkullu y L¨®pez, a nadie sorprender¨ªa en Euskadi una aproximaci¨®n a medio plazo entre PNV y PSE si se confirman los resultados, ya que en ?lava se disputa todav¨ªa un ¨²ltimo esca?o entre nacionalistas y socialistas.

Precisamente a partir de su esperado triunfo, el PNV se dispone a abrir la ronda de conversaciones para la proclamaci¨®n de Urkullu como lehendakari. Los nacionalistas plantear¨¢n como eje de su acci¨®n de gobierno la b¨²squeda de un amplio consenso ¡°dentro de las distintas sensibilidades¡±, seg¨²n un portavoz de su direcci¨®n. Eso s¨ª, en la sede oficial de Sabin Etxea nadie hablaba anoche de acercarse a EH Bildu, ya un enemigo real.