Indignaci¨®n general contra el Gobierno
La huelga tuvo un seguimiento notable pero no masivo Los servicios esenciales funcionaron bajo m¨ªnimos La protesta social recorri¨® toda Espa?a
El inconmensurable malestar social provocado por el grave empeoramiento de la calidad de vida en Espa?a descarg¨® ayer su indignaci¨®n contra el Gobierno de Mariano Rajoy. La pol¨ªtica econ¨®mica del Ejecutivo tuvo que soportar ruidosas protestas en todo el pa¨ªs, donde estall¨® la octava huelga general en 36 a?os de democracia, la segunda convocada en menos de ocho meses, un negro r¨¦cord que el PP encaj¨® sin pesta?ear.
Zarandeado por esta protesta general ciudadana contra el a?o escaso de gesti¨®n popular, el presidente Rajoy ha decidido mantenerse firme en su apuesta por el dr¨¢stico recorte del gasto p¨²blico para cumplir con la reducci¨®n del d¨¦ficit como principal b¨¢lsamo contra la crisis.
¡°El plan del Gobierno es la ¨²nica alternativa posible¡±, proclam¨® ayer el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, para ahuyentar cualquier posibilidad de rectificaci¨®n y rechazar de plano las reivindicaciones de los huelguistas. Los sindicatos avisaron de que seguir aplicando esa ¡°alternativa ¨²nica¡± sin cambios traer¨¢ m¨¢s protesta en las calles.
Esta enorme fractura entre el Gobierno y los representantes de los trabajadores vivi¨® ayer un cap¨ªtulo especial. Mientras que miles de piquetes ¡ªmucho m¨¢s numerosos que en anteriores paros, seg¨²n los sindicatos¡ª agitaban con sus gritos las zonas comerciales y los pol¨ªgonos industriales de toda Espa?a, los diputados del PP bendec¨ªan con su mayor¨ªa absoluta en el Congreso el ajuste presupuestario m¨¢s duro de la historia sin hacer caso a las 3.600 enmiendas de los grupos de la oposici¨®n.
El seguimiento de la huelga general, a la que estaban convocados los 17,3 millones de trabajadores que hay en Espa?a ¡ªhace solo cuatro a?os hab¨ªa 20,4 millones¡ª, fue notable aunque no masivo. Los principales servicios p¨²blicos ¡ªhospitales, colegios, transportes¡ª funcionaron con la anormalidad de una jornada de servicios m¨ªnimos aceptados por los sindicatos y que dos millones de trabajadores cumplieron a rajatabla; la industria, vigilada por pelotones de piquetes en los pol¨ªgonos m¨¢s grandes, apenas tuvo actividad; el comercio abri¨®, protegido en ocasiones por batallones de polic¨ªas, en una jornada complicada para el consumo.
Hubo 74 heridos (43 de ellos polic¨ªas) y 118 detenidos durante enfrentamientos espor¨¢dicos entre agentes y manifestantes que se registraron en distintas ciudades antes de las marchas callejeras de la tarde.
La indignaci¨®n de numerosos colectivos por las pol¨ªticas del Gobierno encontr¨® en el 14-N el eco perfecto para su mensaje de protesta. Un grupo de actores tom¨® el Teatro Espa?ol en Madrid para censurar las reformas culturales del Gobierno y pedir la dimisi¨®n del ministro Wert; alumnos, profesores y padres denunciaron vestidos de verde los recortes educativos en los centros; los vest¨ªbulos de algunos hospitales p¨²blicos se llenaron de batas blancas para defender reivindicaciones similares; 80 jueces comunicaron al Consejo General del Poder Judicial que incumpl¨ªan la ley para hacer huelga.
El Gobierno se aferr¨® al dato de la demanda de energ¨ªa el¨¦ctrica en tiempo real para restar importancia a la protesta. Aunque el consumo cay¨® casi un 12,7% respecto a la previsi¨®n de un d¨ªa normal, el descenso fue inferior al registrado en la huelga general del 29 de marzo (por encima del 16%).
Los sindicatos, que presumieron de un ¡°¨¦xito total¡± en la huelga, replicaron con sus propias cifras, basadas en los c¨¢lculos del colectivo denominado Economistas Frente a la Crisis, quienes evaluaron en un 66% el seguimiento del paro en los sectores productivos del pa¨ªs.
C¨¢ndido M¨¦ndez (UGT) calific¨® la huelga de ¡°leg¨ªtima autodefensa general de la dignidad del pueblo espa?ol¡±; el jefe de la patronal CEOE, Juan Rosell, replic¨® que el paro era ¡°un torpedo contra la recuperaci¨®n econ¨®mica¡±. El PP a?adi¨® m¨¢s le?a al fuego al comparar en su argumentario el coste de un d¨ªa de huelga general ¡ªsupuestamente 4.000 millones de euros¡ª con el dinero que har¨ªa falta para evitar el 80% de los desahucios ¡ªesos mismos 4.000 millones de euros¡ª.
La actividad pol¨ªtica se mantuvo a medio gas durante una jornada at¨ªpica que logr¨® paralizar la campa?a electoral catalana, en la que solo dos partidos, PP y Ciutadans, mantuvieron su agenda de m¨ªtines.
Con Espa?a al borde del rescate por sus tremendas dificultades financieras; con el Estado del bienestar sometido a un acelerado r¨¦gimen de adelgazamiento; con los ciudadanos atemorizados por el paro incesante ¡ªen los tres primeros trimestres de gesti¨®n del nuevo Gobierno hay 500.000 desempleados m¨¢s, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa¡ª y acobardados por una reforma laboral que facilita los despidos baratos; con una pesada cadena de decretos para subir impuestos, recortar gastos, eliminar prestaciones sociales e imponer sacrificios ins¨®litos, el pa¨ªs vivi¨® ayer una ¡°marea democr¨¢tica de rechazo a las pol¨ªticas del Gobierno¡±, seg¨²n la defini¨® el l¨ªder de CC OO, Juan Ignacio Toxo.
Las mareas de piquetes que recorrieron por la ma?ana las calles de las grandes ciudades para impedir la apertura de comercios se convirtieron por la tarde en mareas de manifestantes que atascaron el centro de las capitales. Cientos de miles de espa?oles protestaron contra las medidas del Gobierno en marchas multitudinarias.
Pero una vez m¨¢s, la protesta seguida por millones de trabajadores que secundaron la huelga o se manifestaron ayer en Espa?a no tendr¨¢ efectos inmediatos ni rectificaciones pr¨®ximas.
El Ejecutivo del PP asisti¨® a la movilizaci¨®n sin mover un m¨²sculo que permita atisbar un cambio de rumbo en su pol¨ªtica. ¡°La jornada ha transcurrido con normalidad¡±, ley¨® a ¨²ltima hora de la tarde la portavoz del Ministerio del Interior para la huelga general.
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