Aznar revela que eligi¨® a Rajoy como sucesor porque Rato lo rechaz¨® dos veces

El 15 de noviembre de 2002, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar subi¨® a un Boeing 707 de la Fuerza A¨¦rea junto a su esposa, Ana Botella, y un grupo de colaboradores de confianza para participar en la XII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se celebraba en Rep¨²blica Dominicana. En otro avi¨®n viajaban los Reyes y la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio. Durante la traves¨ªa, el Boeing sufri¨® una aver¨ªa, una p¨¦rdida de l¨ªquido hidr¨¢ulico que pod¨ªa paralizar el tren de aterrizaje. Entonces el exjefe del Ejecutivo llam¨® a don Juan Carlos para comunicarle dos cosas: ¡°Primero, que nos adelantaran porque ten¨ªamos un problema mec¨¢nico potencialmente grave. Y, segundo, que si nos ocurr¨ªa algo, en la cartera que llevaba conmigo en el avi¨®n hab¨ªa un cuaderno azul en el que estaba apuntado el nombre de la persona que en mi opini¨®n deb¨ªa hacerse cargo de la situaci¨®n... Como si fuese f¨¢cil encontrar los restos de un cuaderno azul en un avi¨®n siniestrado¡±.

Aznar asegura que no sabr¨ªa recordar ¡°el momento exacto¡± en el que ya tuvo claro que su sucesor al frente del PP y como candidato a la Presidencia del Gobierno ser¨ªa Mariano Rajoy. Sin embargo, ese d¨ªa de noviembre de 2002 ¡°su nombre ya estaba escrito¡± en un cuaderno azul. As¨ª lo relata el exjefe del Ejecutivo entre 1996 y 2004 en el primer volumen del libro Memorias, que la editorial Planeta publicar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 27, en el que repasa en primera persona algunas de sus decisiones m¨¢s controvertidas de su carrera pol¨ªtica, entre ellas la gesti¨®n del debate sucesorio.

Lo que s¨ª deja claro es que Rodrigo Rato, al que el propio Aznar califica de ¡°sucesor natural¡±, lo rechaz¨® dos veces. Y despu¨¦s, cuando este cambio de opini¨®n, en 2003, el expresidente se limit¨® a ¡°tomar nota¡± de ello antes de elegir definitivamente a Rajoy.

La conversaci¨®n clave entre los dos, muy amigos, se remonta a las Navidades de 2000, durante un viaje en coche a la estaci¨®n de esqu¨ª de Baqueira, en los Pirineos. Entonces Aznar le dijo ¡°que deb¨ªa pensar seriamente si quer¨ªa ser el pr¨®ximo l¨ªder del PP y el candidato¡±, ante lo que Rato, quien, contactado por EL PA?S, declin¨® ayer hacer comentarios al respecto, asegur¨® que ¡°no se ve¨ªa capaz de asumir una responsabilidad tan relevante en esos momentos¡± por ¡°motivos personales¡±. ¡°No volvimos a hablar del asunto hasta el verano de 2003, unos d¨ªas antes de marcharnos de vacaciones¡±, prosigue el exmandatario. ¡°Entonces fue Rodrigo quien puso el tema sobre la mesa. Me anunci¨® que hab¨ªa cambiado de opini¨®n y que ahora¡±, tras la decisi¨®n de renunciar a revalidar un tercer mandato, ¡°s¨ª quer¨ªa ser el candidato del PP a las elecciones generales previstas para el mes de marzo siguiente¡±. Le contest¨®: ¡°T¨² me has dicho dos veces que no¡±, a lo que ¨¦l respondi¨®: ¡°Pero ahora te digo que s¨ª¡±. Aznar no replic¨®.

La raz¨®n ¨²ltima est¨¢ relacionada con la eterna obsesi¨®n de Aznar: las tensiones territoriales. ¡°Si hubiese pensado que Rato iba a administrar mejor el desaf¨ªo del nacionalismo, lo habr¨ªa propuesto. Pero, en este tema, Mariano me inspiraba m¨¢s confianza¡±, escribe en el pr¨®logo del libro, que cierra con la pretendida moraleja de que ¡°en la pol¨ªtica el tiempo es un factor esencial¡± y que la historia ense?a que ¡°las oportunidades son muy pocas y no suelen pasar dos veces¡±.

Sin referencias a los atentados del 11-M o a la intervenci¨®n espa?ola en la guerra en Irak, los extractos adelantados ayer por Planeta recogen la versi¨®n de Aznar sobre los pactos de estabilidad, la entrada en el euro y la pol¨ªtica antiterrorista en la segunda mitad de los noventa. Incluida ¡°la ¨²nica reuni¨®n¡± entre representantes del Gobierno y la direcci¨®n de ETA mantenida en Suiza el 19 de mayo de 1999, que acab¨® en fracaso por la ¡°insalvable¡± diferencia entre las posiciones.

Quien es hoy responsable ¨²ltimo de esas posiciones, Mariano Rajoy, era entonces ministro de Educaci¨®n, y no fue hasta el 23 de agosto de 2003 cuando Aznar le comunic¨® su decisi¨®n definitiva, que respond¨ªa b¨¢sicamente a los criterios de preservar la jerarqu¨ªa interna del partido, ¡°sin rupturas generacionales innecesarias¡±, y que esa persona no ¡°pudiese ser vista por nadie como una prolongaci¨®n personal¡± de su antecesor.

¡°A ¨²ltima hora ped¨ª a Mariano Rajoy que viniera a verme a mi despacho¡±, relata. Rajoy dijo: ¡°Presidente, prefiero que no me digas lo que intuyo que me vas a decir. Pero quiero que sepas que siempre te estar¨¦ agradecido. Nunca olvidar¨¦ que me has hecho cinco veces ministro y, adem¨¢s, vicepresidente del Gobierno. Con esto, todas mis aspiraciones pol¨ªticas est¨¢n m¨¢s que colmadas¡±. ¡°Gracias¡±, le contest¨® el exjefe del Ejecutivo, ¡°pero te lo voy a decir. Creo que t¨² eres la persona adecuada¡±. A lo que a?adi¨®: ¡°Esta conversaci¨®n es solo entre nosotros, porque la convocatoria con los dem¨¢s, incluido t¨² mismo, ser¨¢ ma?ana¡±. Entonces Rajoy pregunt¨®: ¡°?Ni siquiera a mi padre?¡±. ¡°Ni siquiera a tu padre¡±, zanj¨®.