V¨ªdeos del Madrid Arena: entrada masiva por la puerta de emergencia
Los promotores metieron a cientos de j¨®venes en la pista central por una salida de emergencia Las grabaciones prueban el descontrol de accesos y de aforo del recinto madrile?o
Las im¨¢genes grabadas por decenas de c¨¢maras de seguridad en el recinto municipal del pabell¨®n Madrid Arena en la madrugada del 1 de noviembre pasado demuestran el deficiente control en los accesos al recinto y el exceso de aforo en la pista central de la planta baja, en uno de cuyos vomitorios se produjo la avalancha humana que provoc¨® la muerte de cuatro chicas, aplastadas por la multitud, y dej¨® a otra joven muy grave en el hospital.
Las grabaciones, que analiza desde hace m¨¢s de una semana la polic¨ªa nacional, han permitido reconstruir uno de los momentos m¨¢s peligrosos previos a la tragedia. A las 2.30, seg¨²n recogen las im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de seguridad en el exterior del recinto, los organizadores de la fiesta, a trav¨¦s de los vigilantes de seguridad que hab¨ªan contratado para la misma, de la empresa Kontrol 34, deciden desviar a cientos de personas que llegan al Madrid Arena para que no accedan al pabell¨®n por la ¨²nica entrada habilitada, en la segunda planta de la instalaci¨®n, sino por dos caminos que conducen a sendas salidas de emergencia, pasillos de evacuaci¨®n del recinto, situadas en la planta 1 y en la planta 0.
De esta manera, la entrada masiva de j¨®venes a partir de esa hora de la madrugada, cuando ya la pista central de la planta 0 estaba atestada de gente porque est¨¢ a punto de iniciar su actuaci¨®n la estrella invitada de la noche, se hace por un sitio que no est¨¢ habilitado para ello y que introduce a manriadas de gente en un lugar atestado de p¨²blico donde no cab¨ªa nadie m¨¢s.
En la autorizaci¨®n municipal para la celebraci¨®n de la fiesta se establec¨ªa que el aforo m¨¢ximo del pabell¨®n era 10.600 personas pero repartidas casi a partes iguales por los tres niveles del Madrid Arena. Esa obligaci¨®n se incumpli¨® claramente a juzgar por las im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de seguridad que analizan los polic¨ªas.
Mientras las c¨¢maras del exterior recogen ese extra?o desv¨ªo de gente para introducirla en el pabell¨®n por sitios que no est¨¢n habilitados para ello, en el interior del Madrid Arena se registran escenas de peligrosa aglomeraci¨®n de gente en escaleras que permiten bajar o subir entre las tres plantas del pabell¨®n.
Entre las dos y media y las tres de la madrugada, algunos vigilantes puestos por la organizaci¨®n intentan cortar el paso en escaleras que permiten bajar de la planta 1 a la planta 0, donde se encuentra la pista central abarrotada de p¨²blico. Sin embargo, a esa misma hora los vigilantes del exterior del recinto han desviado a los j¨®venes para que en lugar de acceder al recinto desde la planta 2, y se vayan distribuyendo por un anillo circular por distintas partes del pabell¨®n, entren directamente por zonas habilitadas como salidas de emergencia en la planta 1 y en la planta 0.
Pese a que hubo media docena de momentos de grave concentraci¨®n de j¨®venes que intentaban entrar y salir de la pista centros por un vomitorio con tres metros de ancho, es a partir de las 3.31 de la madrugada cuando ya no sale ni entra nadie de ese vomitorio porque, seg¨²n las grabaciones de las c¨¢maras de seguridad, se ha producido un tap¨®n en su interior.
Las im¨¢genes muestran c¨®mo cuando se produce el incidente m¨¢s grave de la noche no hay vigilantes de seguridad controlando que en ese pasillo de entrada a la pista central no se produzcan altercados. Es solo unos minutos m¨¢s tarde de las 3.31 cuando ya empiezan a llegar vigilantes de Kontrol 34 que, ayudados por muchos j¨®venes, intentan rescatar a los j¨®venes atrapados dentro del vomitorio.
En ning¨²n momento de aquella madrugada, por lo que se puede ver en las grabaciones de las c¨¢maras, se produce en el exterior del recinto una avalancha de j¨®venes que se cuelan en el Madrid Arena, como ha declarado ante el juez Miguel ?ngel Flores, el empresario de Diviertt que organiz¨® la fiesta, para trasladar la responsabilidad de lo ocurrido al Ayuntamiento de Madrid, dado que la Polic¨ªa Municipal no control¨® suficientemente los botellones que se hac¨ªan en la Casa de Campo a esas horas.
Las im¨¢genes muestran c¨®mo en todo momento, desde las doce de la noche hasta las cuatro de la madrugada, los j¨®venes que accedieron al recinto municipal pasaron un primer control ¨Crequisa donde se inspeccionaban bolsos y mochilas en busca de objetos prohibidos- de la que se encarg¨® la empresa Seguriber, que tiene la concesi¨®n municipal de la seguridad en el exterior del recinto y que esa noche trabajaba a las ¨®rdenes de Diviertt. Tras atravesar este punto hab¨ªa un segundo control donde los vigilantes de Kontrol 34, contratados por Flores, recog¨ªan las entradas del p¨²blico para dejarles entrar en la fiesta. Hasta las 2.30 de la madrugada, los j¨®venes accedieron por la entrada principal en la segunda planta de la instalaci¨®n. A partir de esa hora, los porteros de Kontrol 34 cegaron esa entrada y desviaron a cientos de personas hacia dos salidas de emergencia. Una de ellas conduc¨ªa directamente al sitio de m¨¢ximo riesgo del recinto a esas horas: la pista central.
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